El esposo de la presa política del 11J Lizandra Góngora, Ángel Delgado, denunció a DIARIO DE CUBA que desde que ella llegó al penal, conocido como El Colono, en la Isla de la Juventud, hay "un abuso constante" por parte de la Seguridad del Estado sobre la opositora. "Ayer hablé con ella. Desde el jueves pasado no tenía noticias suyas; para llamar ahora le han puesto al lado a la capitana Odalis, jefa de la prisión, para que escuche lo que ella dice", relató.
Lizandra Góngora fue sentenciada a 14 años de cárcel bajo los cargos de sabotaje, robo con fuerza y desorden público, por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, Artemisa.
Para Delgado, el objetivo de las autoridades con este acoso es "evitar que ella haga denuncias" sobre las condiciones del centro penitenciario. "Es horrible, la llamada se cae cada dos minutos, al final terminó discutiendo con Odalis porque le pidió que se alejara y la mujer se molestó", advirtió. Explicó que Góngora, madre de cinco menores de edad, "sufre mucho" porque desde que la trasladaron no ha podido ver a sus hijos ni hablar con ellos.
A esta situación se le suma que "todavía Lizandra está esperando porque la psiquiatra la visite en la prisión", alertó Delgado. La propia Lizandra Góngora contó a su esposo, vía telefónica, la situación por la que está pasando:
"Tú no te imaginas todo lo que he pasado aquí, cosas que por teléfono no te puedo decir. Esta gente me trasladaron para que tú y yo no tuviéramos comunicación. La última vez que hablé con la jefa de aquí se lo dije, que para donde a mí me muevan, sea donde sea, será mejor. Un lugar a donde ustedes puedan llegar más fácil, que no tengan que cruzar el mar. ¿Sabes que me dijeron? Que me bajara de esa nube, que a mí no se me va a mover para ninguna parte".
La mujer explicó también que la directora de la cárcel le ha dicho que "todo apunta a ella", cuando han buscando el origen de algunas quejas de presas que se han registrado en los últimos meses. "Vamos a creer que todo apunta a mí, pero también quiere decir que las cosas estaban funcionando mal desde antes, las presas se están quejando de cosas que pasaron antes de que yo llegara, ¿qué me va a decir, que las presas cogieron valor porque yo estoy aquí?", continuó diciendo.
La directora le dijo que en la cárcel "se estaban haciendo las averiguaciones" sobre ese asunto, pero que lo cierto era que antes de que ella llegara "ninguna presa daba una queja", pero luego de su llegada "se sublevaron". "Por eso es que todo apunta a ti", le reclamó la oficial a Góngora.
"Todo lo que vaya en contra de mis derechos humanos lo voy a reclamar", sentenció la opositora. "Estoy cansada, las celdas aquí no tienen ni ventanas, no hay luz, no hay aire", agregó.
"Tengo deseos de conversar contigo y no puedo porque ellas están ahí escuchando mis llamadas", dijo a su esposo vía telefónica. "Ángel es mi hermano, es mi marido, yo tengo que decirle todo lo que me está pasando con nombre y apellido", le repite una y otra vez a las oficiales del penal, pero "ellas no entienden", aseguró.
Ángel Delgado está convencido de que la única razón para que estén acosando de esta manera a su esposa es "por sus ideas" porque "estos dictadores no soportan al que piensa diferente".
De igual manera, el opositor y preso político Mario Alberto Hernández Leyva, también es castigado en la cárcel por sus ideas políticas. En estos momentos se encuentra en una celda de castigo, en Valle Grande, donde está a la espera de su juicio, por el delito de resistencia. José Díaz Silva, opositor exiliado, dijo a Martí Noticias que el castigo a Hernández Leyva se debe a que se ha negado a vestir el uniforme de preso.
Díaz Silva, que es presidente del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), agregó que la abogada que han contratado fue a la prisión, pero "le dijeron que ella no lo podía ver porque Mario tenía problemas". El opositor relató que luego la abogada se dirigió a la Fiscalía de Playa, para consultar el expediente del prisionero, pero que allí le dijeron que ese proceso "sigue abierto" y que ella no podía hacer nada por el opositor "hasta que no le den curso a este caso".
Hernández Leyva es el vicepresidente del MONR y fue detenido el pasado 27 de febrero, en La Habana. Desde entonces está preso. El pasado mes de marzo las autoridades cubanas le negaron un recurso de Habeas Corpus que presentó la esposa del activista. Miembros del MONR han denunciado que Hernández Leyva, desde mucho antes, estaba siendo acosado por las fuerzas de la Seguridad del Estado a causa de su activismo en favor de los derechos humanos.