Los problemas en prisión para la opositora y presa del 11J Lizandra Góngora Espinosa no han cesado desde que fuera trasladada el 31 de marzo de este año para el centro penitenciario Los Colonos, en el municipio especial de Isla de la Juventud.
El padre de cuatro de sus cinco hijos, Ángel Delgado, declaró a DIARIO DE CUBA que la activista fue víctima de un robo de sus pertenencias por parte de otra reclusa a finales del mes de abril.
Delgado dijo que ese robo fue premeditado para crearle más dificultades a la opositora.
"La reclusa que le robó unos artículos de aseo a Lizandra se llama Miriam Alicia Arias Salcedo y está en el mismo destacamento que ella. Lizandra enseguida le reclamó a las autoridades de la prisión por ese robo, pero ellos le dijeron que no pueden hacer nada porque la madre de esta mujer trabaja en el Gobierno de Isla de la Juventud. No le hicieron el menor caso a la denuncia de la madre de mis hijos", comentó Delgado.
Como sucede en muchas ocasiones a opositores y activistas de la sociedad civil, la acusada por este robo fue la prisionera política.
"Lizandra increpó a esta mujer con palabras muy fuertes por haberle robado y las autoridades le levantaron una acusación a Lizandra por un supuesto desacato, que finalmente quedó como una advertencia, porque no llegó a más por el momento", señaló el padre de los hijos de esta opositora.
Delgado no solo está a cargo de cuatro de los cinco hijos de Góngora Espinosa, sino que es la única persona que se ocupa de llevarle alimentos y aseo a la manifestante del 11J.
''Desde que la trasladaron para Isla de la Juventud lo que hago es enviar algunas cajitas con determinadas personas, o envío dinero y estas personas le compran comida a Lizandra, pero la situación en la Isla de la Juventud es crítica, hay más escasez que en otras provincias de Cuba'', añadió Delgado.
Lizandra Góngora fue condenada a 14 años de cárcel por su participación en las protestas nacionales del 11J en Güira de Melena, Artemisa. La procesaron por los delitos de sabotaje, desórdenes públicos y robo con fuerza.
Durante su estancia en la prisión para mujeres El Guatao, en La Habana, la opositora realizó huelgas de hambre, estuvo en celdas de castigo y las autoridades pusieron cámaras de vídeo dentro de su celda.
Un mes antes de su traslado para la Isla de la Juventud, Góngora Espinosa firmó una carta —sacada clandestinamente de la prisión— en la que pedía junto a otras nueve prisioneras políticas que el régimen cubano atendiera el deseo del Vaticano de que los presos del 11J sean liberados.