El Movimiento #FreeAbelLescay ya comienza a denunciar el acoso de la policía política sobre sus miembros. Recién creado esta semana por estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA), también conocido como Universidad de las Artes, para luchar por la exoneración de su compañero Abel Lescay, acaba de publicar su primer comunicado donde avisan de las presiones recibidas.
"El Movimiento estudiantil #FreeAbelLescay comunica que a raíz de la carta publicada en las plataformas de Facebook y Whatssapp, entregada en las instituciones mencionadas, este colectivo se encuentra bajo presión por el uso de métodos profilácticos (como citaciones, llamados de advertencia e insinuación de consecuencias de no abandonar) con firmantes y participantes, todos voluntarios de esta iniciativa cívica para demandar la libertad del estudiante de música Abel González Lescay".
En estos momentos, el grupo promueve una carta enviada a las autoridades, en la que discuten la pertinencia legal del castigo a Lescay (dos cargos de “desacato” y uno de “desórdenes públicos” por el mismo hecho) y recuerdan que Díaz-Canel en algún momento prometió que los estudiantes que participaron en el 11J no serían encarcelados ni expulsados de la universidad.
La FEU toma partido
En el marco de este acoso policial, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) por fin ha aparecido. Había sido invocada por algunos miembros, que pedían que favoreciera la causa de Lescay. Como era de esperar, sus dirigentes han cerrado fila… con los represores.
En un comunicado publicado ayer por el Secretariado de la FEU de la Universidad de las Artes, se lee una especie de alerta a los estudiantes, porque, según ellos, la carta de marras fue transformada después de recogidas las firmas.
La primera versión decía que Abel Lescay había ofendido "a un policía y recibido por esto una sanción que consideraban desmedida. En la segunda el texto fue cambiado, diciéndose que el estudiante sancionado había sido juzgado 'únicamente por rapear en la vía pública', algo que incluso los firmantes conocen que no es verdad", dicen los de la FEU y luego se escandalizan: es una "falta de los valores más elementales de la honestidad", exclaman.
Corren tiempos de oscuridad y no de lógica, se sabe, pero valdría la pena señalar a los apurados redactores del comunicado que una persona que esté dispuesta a apoyar a Abel por insultar un policía estará dispuesta a apoyarlo por rapearle a un policía. Incluso el apoyo parecerá hasta más inocente a los represores (lo cual protegerá al estudiante). Si firmaste la carta porque te parecía leve el insulto, más ligero te parecerá un fraseo rimado. No imagino a un firmante indignado pidiendo que retiren su rúbrica porque "insultar a la Policía está bien, ahora rapearle, ya es otra cosa…".
No hubo trampa moral en el cambio del texto por parte de los organizadores del grupo, sí inexperiencia propia de jóvenes estudiantes. Pero los chicos de la FEU andan apurados –en el supuesto caso de que fueran ellos los autores reales del comunicado.
"En cuanto a la FEU como entidad –responde el Movimiento #FreeAbelLescay– decimos que, si no está interesada en reclamar justicia para Abel, bien podría hacer como hasta ahora, desentenderse. Si lo que desean es tomar el asunto con sus propias manos y representar nuestra posición de no permitir esta injusticia, con gusto se lo cedemos. Todos estamos esperando que la FEU cumpla con su deber. Se pueden quedar con los créditos".