La activista y curadora de arte Anamely Ramos denunció la represión del régimen cubano y la situación de los presos políticos en la Isla durante una reunión que sostuvo este jueves en Washington con Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos y el padre Castos Álvarez, informó el político uruguayo en su cuenta de Twitter.
"Me reuní con el Padre Castor Álvarez y la activista Anamely Ramos. Conversamos sobre la grave situación represiva que sufren los presos políticos, especialmente los menores. Compartieron conmigo su propia experiencia como víctimas de abusos del régimen", escribió Almagro tras el encuentro.
La reunión tuvo lugar después de que Ramos viajara a Washington con el propósito de exigir su derecho a regresar a Cuba, único país donde tiene residencia legal.
La curadora de arte, que renunció a su pertenencia al Movimiento San Isidro esta semana, está enfrascada en una campaña por su regreso a la Isla tras dos intentos frustrados por el Gobierno.
Actualmente Ramos intenta obtener respuesta de los representantes cubanos en Washington, por lo que lleva varios días plantándose frente a la sede diplomática de la Isla en EEUU como protesta.
Ramos residió por un año en México mientras estudiaba un doctorado y luego visitó Miami por unos meses antes de intenta regresar a Cuba. El 16 de febrero a través de la aerolínea por la que viajaría, American Airlines, fue notificada de la prohibición del Gobierno cubano de acceder a su país. Luego adquirió otro pasaje para el día 27 y, tras obtener la misma respuesta, ha mantenido una serie de protestas y reclamaciones en torno a la violación de sus derechos como ciudadana cubana.
El padre Castor José Álvarez Devesa, también presente en la reunión, es un sacerdote cubano que fue golpeado con un bate y arrestado por defender a un adolescente de 14 años del abuso policial durante las protestas del 11 de julio.
Radicado en la provincia de Camagüey, es conocido por sus críticas al régimen cubano y sus peticiones encaminadas al establecimiento de un sistema democrático en la Isla y la realización de elecciones libres.
Voy a repetir lo que ya escribí semanas atrás: cuando baje el telón, Anamely va a pasar al olvido. Entonces tendrá que solicitar asilo político que a diferencia de otros muchos recién llegados, le será otorgado rápidamente. Para esa época tendrá que aprender inglés, pagar el peaje del exilio ( para muchos, limpiar casas, cuidar ancianos) y lo más importante, pagar los biles. No hay patriotismo que sobreviva a esa realidad. Ojalá desarrolle en Miami su condición de curadora de arte; pero lo dudo. Lo mejor será emigrar a NY por ejemplo. En fin, le veo corta vida a su “artivismo”. Miami es estéril para los soñadores que no se comen un tanque de guerra y defecan un Chevy. De cualquier manera, éxitos. Ya este mismo foro le demuestra que ha pasado a un segundo plano. Desde luego, siempre podrá regresar a México, pero esa es otra obra de teatro, otra presentación.
Vale esa denuncia, dondequiera que se denuncie al régimen. ¡Patria y Vida!