Los representantes de la Unión Europea (UE) en La Habana seguirán de cerca la Marcha Cívica por el Cambio que tendrá lugar el próximo lunes 15 noviembre. Según publicó el diario El Mundo, los diplomáticos de la UE acreditados en la Isla observarán los acontecimientos que se produzcan el 15N, que viene precedido de una oleada de represión y hostigamiento contra los promotores de la iniciativa. El monitoreo europeo responde a solicitudes realizadas por organizaciones de derechos humanos de la Isla.
Los delegados mantendrán informado a Josep Borrell sobre los acontecimientos, tras responder el Alto Representante para Asuntos Exteriores a la carta enviada por la Delegación de Relaciones con América Central y Cuba, de la que forman parte los eurodiputados Javier Nart, Tilly Metz (Los Verdes) y Jens Gieseke (democristiano).
En la misiva, solicitaron que los diplomáticos observaran in situ los acontecimientos, siempre al amparo de la Convención de Viena. Así lo confirmaron al rotativo español fuentes políticas de Bruselas, conocedoras de primera mano de las conversaciones mantenidas entre eurodiputados y Borrell.
Varios diplomáticos de países europeos que se encuentran en la capital cubana también están decididos a participar como observadores en las protestas cívicas, tal y como hicieron durante la marcha LGBTI de 2019, que también fue duramente reprimida. El Mundo señaló que entre los funcionarios no se cuenta el español Ángel Martín, conocido por sus buenas relaciones con el régimen castrista.
La oficina de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, informó el jueves que hará un "monitoreo remoto" de lo que suceda el lunes en las calles cubanas. Organizaciones civiles y de derechos humanos han exigido a Bachelet en incontables ocasiones que haga referencia a las vulneraciones que se suceden en la Isla.
Al frente de la delegación europea en La Habana permanece la diplomática portuguesa Isabel Brilhante, declarada persona non grata por Nicolás Maduro en febrero pasado y expulsada de Venezuela. En julio asumió su nuevo cargo en Cuba, pocos días después de las protestas sociales del 11J.
La oleada de detenciones y de represión tras las históricas jornadas continúan hoy con los ataques a la marcha del 15N y sus promotores.
"Ante la escalada totalitaria del Gobierno cubano, nuestra respuesta debe ser el civismo y el pacifismo, sin perder la decisión firme dentro de los valores cívicos fundacionales de la nación", reaccionó la plataforma ciudadana Archipiélago, al frente de la iniciativa prohibida por el Gobierno bajo el alegato de que "el socialismo es irrevocable en la Isla".
Su líder, el dramaturgo Yunior García Aguilera, en el centro del hostigamiento estatal, informó que el domingo 14 recorrerá varias calles del Vedado hasta el malecón "portando únicamente una rosa blanca". García Aguilera aclaró sobre su decisión de manifestarse antes y solo, que "jamás le pediría a los cubanos que no marcharan" el 15N.
El relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y la libertad de asociación, Clément Nyaletsossi Voule, expresó el jueves su preocupación por la postura de la Fiscalía cubana de prohibir la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba del venidero 15 de noviembre.
"Me preocupa el anuncio de la Fiscalía General que niega el derecho a realizar marchas, en violación de los derechos fundamentales. Recordamos al Estado su obligación de habilitar un entorno seguro para expresar disconformidad y para la participación cívica", escribió en Twitter.
También el jueves, la a Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) llamó a evitar la violencia en el país y a favorecer un clima donde cada cubano pueda expresarse sin ser marginado, ante la inminencia de la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba y el aumento del clima represivo en vísperas del 15 de noviembre.
En un mensaje divulgado por las autoridades de la Iglesia Católica de la Isla en su sitio oficial, los obispos advirtieron que notan "el aumento de un clima de tensión y confrontación que no es saludable ni beneficia a nadie".
Los jerarcas de la Iglesia señalaron que "toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes. En consecuencia, todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría".
Al que se le ocurra comentar algo "desagradable" ya
el propio Borrel lo va a sustituir
Vaya m¡erda el Borrell, la Bachelet y todo ese engendro de piltrafas humanas ...
Juan tiene razon. Así será, desgraciadamente
El mundo al reves, el HP del Borrell preocupado ahora por los cubanos. Hum, a este tipo no le creo nada.
Blah y más blah, delante los diplomáticos van a usar los palos y no va a pasar nada. Estos harán un reporte y lo catalogarán como un acto más de abusos perpetrado por la dictadura y se acabó. Los diplomáticos seguirán en su faena cotidiana de vivir la vida de millonario entre tanta pobreza.