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Médicos cubanos

Médicos cubanos envían carta contra la campaña del régimen por el Nobel de la Paz: 'el Estado nos compensa con mínimos salarios'

Los profesionales denuncian las diversas violaciones cometidas por el régimen cubano durante las llamadas 'misiones' médicas.

La Habana
La brigada cubana de médicos que partió hacia Martinica a finales de junio de 2020.
La brigada cubana de médicos que partió hacia Martinica a finales de junio de 2020. RFI

Varias agrupaciones de la sociedad civil cubana que cuentan con médicos que participaron en las llamadas "misiones internacionalistas" entre sus integrantes enviaron una carta al Comité del Nobel de la Paz denunciando las violaciones a los derechos laborales que comete el régimen con dichas "brigadas".

Los autores del documento, mayormente "médicos, enfermeros y otros especialistas" que han sido o son parte de misiones médicas de Cuba, denunciaron que solo tienen permitido trabajar para el Estado cubano, que restringe sus posibilidades de salir del país y les paga "míseros salarios que apenas garantizan la supervivencia".

En ese panorama, para los profesionales de la Salud en la Isla "ser parte de una misión internacionalista es prácticamente la única forma de mejorar mínimamente" sus "pobres condiciones de vida y las de sus familias".

"El Estado cubano nos presiona a firmar un contrato de trabajo con el Ministerio de Salud de Cuba o empresas del Estado que no precisa adecuadamente las condiciones y el lugar de trabajo, nuestra compensación y muchos otros aspectos que nos competen, y que no protege nuestros intereses", denunciaron los profesionales.

Durante "el servicio en el extranjero (el Gobierno) nos obliga a separarnos de nuestras familias en Cuba por muy largos períodos y no se nos permite viajar a Cuba incluso en casos de enfermedad grave o muerte de hijos, cónyuges y padres", agregaron los médicos.

"Si cesamos nuestras labores o protestamos, sufrimos represalias que incluyen, según lo decretado por Ley, hasta ocho años de prisión y el impedimento de entrar en nuestro país, Cuba, por al menos ocho años o de que nuestras familias puedan salir de Cuba para unirse con nosotros en el extranjero", añadieron los autores del texto.

Los profesionales sanitarios, vinculados con organizaciones como Archivo Cuba, No Somos Desertores, la Asociación Sindical Independiente de Cuba y el Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba también denunciaron que el Estado cubano retiene la mayor parte del salario que el empleador paga por sus servicios.

También cuestionaron que son sometidos al Reglamento disciplinario para los trabajadores civiles cubanos que prestan servicios en el extranjero como colaboradores, que "contiene numerosas restricciones arbitrarias y medidas disciplinarias" como es la prohibición de conducir automóviles, tener relaciones sentimentales, visitar otras ciudades o dormir fuera de la residencia.

"Carecemos de los derechos laborales más básicos protegidos por el derecho internacional e incluso por la legislación de la mayoría de los países donde somos enviados a laborar; en muchos países se nos requiere cumplir tareas de orden político", agregaron los trabajadores de la Salud.

El texto, dirigido al comité sueco, también hace énfasis en la vigilancia a la que son sometidos los médicos cubanos que laboran en el extranjero, así como a las presiones a las que son sometidos para que delaten a otros compañeros si incumplen las reglas.

Por último, denunciaron que el Gobierno cubano bloquea el acceso a sus títulos y credenciales, lo que les impide el empleo y la superación profesional fuera de la Isla.

Además, recordaron que muchas de los participantes en las mencionadas misiones son sometidos a condiciones de vida y trabajo muy deficientes, inseguras y hasta peligrosas, donde las mujeres sufren acoso sexual y de otros tipos por parte de los supervisores.

Los profesionales sanitarios pidieron al Comité del Nobel tener en cuenta el documento a la hora de evaluar la candidatura para el premio de las brigadas médicas cubanas de emergencia Henry Reeve.

El régimen cubano lleva al menos un año impulsando una campaña para obtener el premio, para lo cual ha logrado movilizar a un sector de la izquierda en varios países que le han dado su aprobación.

El Gobierno de la Isla también busca silenciar los escándalos por esclavitud moderna, de la que son víctimas sus médicos, y el hecho de que el envío de galenos a otros países no corresponde a su cacareada solidaridad sino acuerdos económicos que benefician al régimen en detrimento de sus trabajadores.

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