Si existía alguna expectativa respecto a la aprobación de la Ley de Manifestación y Reunión — prevista originalmente como decreto ley para septiembre de 2020 y postergada hasta después de 2022—, con la represión desatada contra los manifestantes del 11 de julio el régimen cubano las ha destrozado: ni la sociedad civil ni ningún cubano podrá expresar el menor descontento o crítica mediante una protesta pacífica.
No es algo nuevo. En la Cuba castrista nunca ha existido el derecho de realizar ninguna manifestación que no sea convocada por el Gobierno, pese a que la Constitución de 1976 reconocía ese derecho, al igual que la aprobada en 2019.
Según el Artículo 56 de la presente Carta Magna, los derechos "de reunión, manifestación y asociación con fines lícitos y pacíficos se reconocen por el Estado siempre que se ejerzan con respeto al orden público y el acatamiento a las preceptivas establecidas en la ley".
Que este derecho "solo" esté limitado por que los fines sean lícitos y pacíficos, por el orden público y el respeto a la ley, parecería un anuncio de que, aunque la norma imponga requisitos, debe abrir cierta posibilidad para que disidentes, activistas y cualquier ciudadano común pueda expresar sus inconformidades de manera legal, mediante la protesta pacífica.
En realidad, el decreto ley sobre manifestación y reunión no será un instrumento para garantizar al pueblo el ejercicio de estos derechos, sino una herramienta para impedírselo.
Como anuncia la Constitución, el ejercicio del derecho con fines pacíficos está limitado por el respeto al orden público. ¿De qué están acusados los manifestantes del 11J? De desorden público, instigación a delinquir, desacato, resistencia, robo con fuerza, lesiones, daños a la propiedad, propagación de epidemias.
Los mismos cargos podrían imputársele Miguel Díaz-Canel y a los "revolucionarios" que salieron a reprimir las protestas armados con palos siguiendo sus órdenes. Estos "revolucionarios" civiles y los agentes del orden uniformados produjeron lesiones a ciudadanos desarmados, con lo que incurrieron en un delito. Al haberles dado la orden, Díaz-Canel los incitó a delinquir.
Días más tarde, el Gobierno convocó multitudinarios actos de "reafirmación revolucionaria" en medio de la pandemia de Covid-19. ¿Por qué los participantes en las protestas del 11 de julio y los siguientes días incurrieron en propagación de epidemias y los "revolucionarios" que se reafirmaron no? ¿Si la propagación de epidemias en un delito, no incitó el Gobierno a delinquir al convocar esos actos?
En Cuba, las únicas manifestaciones con fines "lícitos y pacíficos" que "respetan el orden público" son las convocadas por el Gobierno. No importa si los "revolucionarios" portan palos y bates de béisbol y producen lesiones con ellos. No importa que arriben a los lugares de confrontación en guaguas de turismo, armados y organizados, lo que evidencia premeditación en los ataques.
El respeto al orden público es el respeto al sistema socialista y al unipartidismo. Cualquier protesta contra el Gobierno o el Partido Comunista —valga la redundancia— es desorden público, desacato, resistencia. Y, en tiempos de coronavirus, propagación de epidemias.
El Gobierno convoca a manifestaciones pacíficas y actos de reafirmación revolucionaria. La sociedad civil, la oposición y cualquier cubano que no sea partidario del Gobierno incitan a delinquir.
La "tángana espontánea" en la que Miguel Díaz-Canel arremetió contra el Movimiento San Isidro meses atrás en el parque Trillo, sin distancia de seguridad y con la mascarilla mal colocada en medio de la pandemia de Covid-19, era legal. La protesta de Luis Robles, solo, con mascarilla, en silencio y portando un cartel, era ilegal.
La sentada pacífica del 30 de abril en la calle Obispo era ilegal. Sus protagonistas también están acusados de desorden público, desacato y resistencia.
Las congas contra la homofobia convocadas por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), cuyos participantes han coreado consignas como "Abajo el bloqueo" y "Socialismo sí, homofobia no", dictadas por Mariela Castro, son legales. La marcha del 11 de mayo de 2019, en la que miembros de la comunidad LGBTI y otros ciudadanos reclamaron los mismos derechos que dice defender el CENESEX, fue ilegal.
La Ley de Manifestación y Reunión se diseñará para poner en blanco y negro lo que ya es un hecho: este derecho constitucional es privilegio de los partidarios del Gobierno. A los críticos se les excluye y se les criminaliza.
Al convertir las manifestaciones pacíficas de la sociedad civil independiente y de ciudadanos comunes en delitos de desorden público, se les niega también la posibilidad de buscar amparo en la aún no aprobada Ley de Amparo Constitucional. Porque no se les habría violado un derecho reconocido en la Constitución; se les habría detenido, y en muchos casos, golpeado y lesionado, por cometer un delito.
Es posible que el régimen llame a los cubanos a opinar y proponer cambios al anteproyecto de la norma sobre el derecho de manifestación y reunión, como hizo con los cuatro proyectos de leyes presentados por el Tribunal Supremo. De ser así, el pueblo y los juristas independientes no deben desperdiciar la oportunidad de emitir criterios, pero la única arma real que va quedándole a la sociedad civil cubana y a la ciudadanía en general es la denuncia internacional.
Sin embargo, el régimen debería pensarlo dos veces. En su afán de despojar al pueblo de derechos y recursos legales puede terminar por despojarlo también del miedo, como ya ocurrió el 11 J. El argumento de que todas las manifestaciones contra el régimen son financiadas desde el exterior y todos los que protestan son mercenarios, delincuentes o "confundidos", en el mejor de los casos, encuentra cada vez menos adeptos dentro y fuera de Cuba.
¡Yucanel Singao!
—Ahora, lo que se ve es una disociación cada vez más grande entre el liderazgo político cubano y una sociedad que es crecientemente diversa. ¿Cuán sostenible es esto en el tiempo?
—Ellos pueden mantenerse en base a la represión. Siempre pienso en Checoslovaquia. La Primavera de Praga de 1968, un movimiento de resistencia civil de la población que terminó en una invasión por parte de la Unión Soviética y un descabezamiento del gobierno. Los checos fueron normalizados a la fuerza. También en Irán, luego de las protestas de 2018, las mayores desde la Revolución Islámica, masivas y mixtas en sus reclamos. Así que creo que el Gobierno puede retomar, al menos por ahora, el control formal, superestructural, el de las calles. Lo vemos con la movilización desalmada –sin alma por la violencia y por la falta de chispa– de sus policias y simpatizantes, muchos de estos últimos sacados de centros de trabajo bajo pases de lista.
Pero no va a ser igual, porque ahora se quebraron resortes psicosociales. Es muy diferente decir “yo a tí te temo, con un miedo atávico, y en parte te quiero, por algún afecto residual que me dice que alguna vez tu me quisiste y diste algo”, en un escenario en el que yo carezco de toda autoestima; a decir “yo te temo, pero porque eres un hijo de puta (sic), no te quiero nada y me la voy a cobrar cuando pueda, porque ya sé que yo puedo y no estoy solo”. El temor va a quedar, porque está asociado a la fuerza; la lealtad quedará en grupos residuales, privilegiados, envejecidos y fanatizados; y la autoestima va a crecer. Porque la gente se reconoció en el otro, probó su fuerza, escuchó su voz. Probó que tiene poder. El poder de los sin poder.
https://www.infobae.com/ame…
"La Habana no cabe en Guanabacoa ni Cuba en 100 y Aldabo, Abajo la Dictadura..."
Todos los países que se unan contra el gobierno cubano,
recibirán un cono de helado de nueces ...
— Julie Chung (@WHAAsstSecty) July 21, 2021
En Cuba no hay leyes, no hay legalidad, si necesitan una ley para ajustarle cuentas a alguien o algo, inmediatamente se publica la barbaridad en la Gaceta Oficial ... ¿ya se olvidaron de la ley que crearon para enjuiciar a AlanGro?
El gobierno e Cuba miente a la cara ,como si los cubanos no tuvieramos memoria o seamos imbeciles para no recordar las manifestaciones violenta de palabras groseras hacia el gobierno de EEUU cuando secuestraron los 11 pescadores , o en 1980 cuando los que iban a emigrar eran agredidos con palos y piedras en sus actos de repudio ,de la misma forma agredieron a los que visitaban el consulado americano para tramitar visas,ese fue su unico delito y por ello recibieron golpizas brutales. Al final ,ni sus hijos pudieron aguantar tantas injusticias y emigraron hacia el enemigo ,aqui en EEUU viven la mayoria de ellos y en Espana una parte de ellos ,tenemos tambien al locutor Serrano que se hincha ofendiendo al exilio y luego lo vemos en Miami comprando pacotilla pra llevar .Todos en ese gobierno son de doble moral ,el primero es el puesto a dedo,.Donde estan sus hijos? en cual parte menos en una manifestacion de apoyo a la revolucion,,,,
El Partido de Cuatreros Cubanos es el Partido de Los Asnos con Garras ...
Dediquen intelecto y análisis al carácter FASCISTA de la mal bautizada Revolución Cubana