El primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel, visitó esta semana la sede de un proyecto comunitario contra la discriminación racial en La Lisa, en La Habana, que activistas antirracistas independientes han descrito como un mecanismo ideológico al servicio del régimen para hacerles frente.
Se trata de la Red Barrial Afrodescendiente, cuya coordinadora general, Maritza López, recibió al gobernante el jueves.
La visita fue publicitada por la cuenta oficial de la Presidencia en Twitter y replicada por medio oficiales como el portal oficial Cubadebate.
"Creado hace nueve años, este proyecto contra el racismo mantiene, asimismo, relaciones con disímiles organizaciones culturales comunitarias, tanto de Cuba como de Venezuela y Bélgica", destacó el portal.
"La Red Barrial Afrodescendiente promueve el activismo social, así como espacios de capacitación y socialización de experiencias, en aras de combatir todas las formas de segregación y de discriminación racial", añadió.
La breve nota oficial dijo que Díaz-Canel "ha insistido en múltiples espacios sobre la clara posición de la Isla contra el racismo y la discriminación, destacando el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, aprobado por el Consejo de Ministros en noviembre de 2019"
Sin embargo, Cubadebate omitió precisar que nada se sabe del contenido del mencionado programa.
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, el coordinador del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), Juan Antonio Madrazo Luna, calificó la visita de Díaz-Canel a la sede del proyecto comunitario como "parte de la escenografía que han montado para decir que el programa del Gobierno contra el racismo se viene implementando, pero se desconoce".
"No hay amplificación del mismo ni en la esfera pública ni en los programas priorizados del Gobierno, lo cual traduce la falta de voluntad política de un tema que no tiene posicionamiento en los medios", dijo.
Para Madrazo Luna, hay una "posición conservadora por parte del poder al decir que son 'vestigios'" de racismo lo que hay en Cuba.
Sobre la Red Barrial Afrodescendiente visitada por Díaz-Canel, Madrazo-Luna dijo que es "un proyecto que surgió a partir de un envenenamiento masivo con alcohol de madera hace nueve años en el Balcón de Arimao, en el municipio de la Lisa, donde murieron varias personas".
"El proyecto, que opera en dos o tres repartos en La Habana, y en La Marina, en Matanzas, se define desde la posición ideológica de 'Afrodescendientes en torno a la unidad de la Revolución", añadió.
"Es un eje de la Comisión Aponte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que dirige el periodista oficialista Pedro de La Hoz: todo un mecanismo de subordinación del PCC, parte de los mecanismos ideológicos para enfrentar a plataformas como el CIR", sostuvo Madrazo Luna.
"Las acciones contra el CIR son parte de la guerra ideológica contra la sociedad civil. Todos estamos bajo el desamparo legal y bajo un fuerte hostigamiento que impide el desarrollo normal de nuestras actividades. La criminalización del activismo antirracista es una realidad que nos toca de cerca. Una labor a contracorriente y con muchos riesgos", denunció.
"Ahora un punto que no permite avanzar la discusión es que el PCC ha anclado el tema racial en el debate ideológico Cuba vs EEUU, y mientras (las autoridades) no sean capaz de llevar este tema a la agenda pública no habrá avances", lamentó.
Para Madrazo Luna, "la política en torno a la justicia racial tiene que ser asumida de forma diferenciada".
"Hay una reconfiguración de las desigualdades también del neoracismo. Hoy está muy limitado nuestro alcance de acompañamiento a la gente en las comunidades, pues la propia policía política busca la oportunidad de procesarnos bajo el delito de propagación de epidemia", dijo.
"Cuando uno mira con lupa el mapa de riesgos de La Habana en cuanto a la crisis sanitaria te das cuenta que los municipios más contaminados son aquellos donde hay más desigualdades, afrodescendientes, cuarterías, hacinamiento, problemas ambientales, inseguridad alimentaria y fondo habitacional deprimido", concluyó.
A que no va solo?
Triunfalismo y secretismo hipotecan cualquier acción del régimen, no sólo contra el racismo.