La historiadora del arte Carolina Barrero informó en sus redes sociales que al asistir a una citación policial en la Unidad de Infanta y Manglar le comunicaron que el proceso judicial en su contra por el delito de "clandestinidad de impresos" sería archivado.
"Entre todos podemos construir una cultura de derecho, tenemos que saber que podemos defendernos ante la arbitrariedad y pelear por nuestros derechos jurídicos. Hoy hemos ganado", escribió la joven cubana, quien recibió anteriormente presiones de la Seguridad del Estado para que saliera de la Isla.
Las autoridades procedieron "al archivo de las actuaciones según el Artículo 8, inciso 2 (8-2) del Código Penal y se me hizo entrega del iPad ocupado" el pasado 4 de febrero, escribió Barrero.
"Quiero agradecer a todos los que me han acompañado, sin la solidaridad y el apoyo de cada uno de ustedes no lo hubiésemos podido lograr. Aún son muchas las arbitrariedades legales que a diario se cometen. No vamos a desistir", agregó la joven cubana.
"Nos merecemos un estado de derecho y justicia social en el que se respeten los derechos cívicos y la dignidad plena de los ciudadanos. Gracias a todos", finalizó Barrero, en una publicación donde incluyó la imagen de las notificaciones por escrito que confirman el archivo de su caso y la devolución de su Ipad.
No fue hasta el día de ayer cuando la teniente coronel Kenia María Morales Larrea, autora de la denuncia contra Barrero, le comunicó el número del caso. Horas más tarde la historiadora del arte recibió una citación policial para este jueves.
En conversación con DIARIO DE CUBA Barrero afirmó que es sorprendente que "en pleno siglo XXI aún permanezca vigente en nuestro Código Penal esta ley (de clandestinidad de impresos), en un tiempo en que la tecnología, el internet y las redes sociales han cambiado el modo de crear, distribuir y consumir imágenes de forma ecuménica".
La acusación de la Seguridad del Estado se basó en un grupo de imágenes de José Martí que tenía Barrero en su vivienda acompañadas de la frase "Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche, ¿o son una las dos?".
La curadora de arte afirmó que se trata de un dibujo de la artista Camila Lobón que tenían previsto regalar el 28 de enero, pero tras los sucesos del 27 de enero, cuando ambas fueron agredidas por funcionarios del Ministerio de Cultura tras presentarse junto a un grupo de artistas frente a la institución para reclamar el cese del hostigamiento, declinaron hacerlo.
Un texto publicado en DIARIO DE CUBA analizó las razones por las que el proceso judicial contra Barrero era arbitrario, pues, entre otras razones, el proceder de los agentes policiales violó los Artículos 94 y 95 de la Constitución, así como la garantía del debido proceso que ordena para instructores, fiscales y jueces la Instrucción 247dictada por el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular.
Muy interesante. Pero nada se ha logrado, excepto que Carolina Barrero no entrará al presidio político. Sin embargo, nótese que, según este reporte de DDC, "La acusación de la Seguridad del Estado se basó en un grupo de imágenes de José Martí que tenía Barrero en su vivienda", o sea que Barrero no llegó a distribuir las imágenes como también confirma esta nota de DDC al explicar que "La curadora de arte afirmó que se trata de un dibujo de la artista Camila Lobón que tenían previsto regalar el 28 de enero, pero (...) declinaron hacerlo".
No obstante, si ella hubiera distribuído real y públicamente esas imágenes de Martí estaría hoy encerrada como lo está Luis Robles, cuyo caso es similar pero él si publicó su cartel al exhibirlo en la calle. Por esto es que en el caso de Carolina arguyen el Artículo 8, Inciso 2 que prevee que no se procederá en un acto delictivo cuando éste "carece de peligrosidad social por la escasa entidad de sus consecuencias". O sea no hubo publicación del impreso.
(continúa del comentario anterior) Dicho de otra forma, una imagen artística de José Martí, protestas y rechazo dentro y fuera de Cuba por semejante arbitrariedad, y para colmo las copias de la imagen de Martí ni siquiera fueron distribuídas pública y realmente, además de que en Cuba cualquiera hace un cartel y lo publica lo mismo para vender croquetas sin carne que para alabar al Comandante en Polvo sin cumplir con los requerimientos del Código Penal en cuanto a "clandestinidad de impreso", todo lo cual conformó una mezcla que al encenderla la teniente coronel esbirra de turno terminaría en pérdida política total para la dictadura por lo que decidieron pasarse con el cinco nueve. Obviamente, es buena noticia para Carolina, pero el mal sigue firme y su ordenamiento jurídico intacto, listo para seguir moliendo carne y huesos en el trapiche del presidio político. No crean en rectificaciones ni en falsas espectativas de fisuras en dicho ordenamiento, porque ese error ha costado muy caro.
Estimado Lázaro, de acuerdo con su comentario, sin embargo, quiero agregar algo y es que el régimen tiene sus peajes y el precio de estos no es el mismo para todos los activistas opositores en la isla.
Suerte y congratulación. La publicidad de tu caso freno el proceso contra ti.