Omar Ortega Mendoza, un cubano que trabaja como camillero auxiliar en el Hospital General Roberto Rodríguez, del municipio Morón, en Ciego de Ávila, fue arrestado en su centro laboral por la Policía en la mañana del miércoles tras colgar un cartel con el mensaje "Patria y Vida" en el patio de su vivienda.
También esta semana, la exfiscal Yeilis Torres Cruz, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y quien escribió en la fachada de su casa la frase que da título a la canción contestaria del momento, denunció las presiones de la Seguridad del Estado contra su madre durante un interrogatorio.
Estos son los dos ejemplos más recientes del nerviosismo que ha provocado en el régimen el mensaje de un tema musical. "Patria y Vida", interpretado por músicos de popularidad internacional como Yotuel Romero, Descemer Bueno y el dúo Gente de Zona, junto los raperos de la Isla Maykel Castillo Osorbo y El Funky, se ha vuelto viral dentro y fuera de Cuba.
La canción, que contrapone la esperanza al histórico lema del castrismo, "Patria o Muerte", y expone la realidad de la Isla al mundo, va camino de los tres millones de visualizaciones en YouTube.
Ciudadanos cubanos han gritado en los últimos días "Patria y Vida" en plena vía pública. Ocurrió en Plaza de Méndez, en Camagüey, donde los implicados fueron arrastrados por oficiales de la Policía.
En la sede de la UNPACU, el líder de esa organización, José Daniel Ferrer, escribió la extendida frase. Desde que lo hizo, la Seguridad del Estado ha asediado la vivienda. Primero usó a dos supuestos vendedores callejeros para agredir al opositor. La noche del jueves 25 de febrero, desconocidos apedrearon la casa.
Un día después, durante un operativo tras el que los militares se llevaron por la fuerza a Ferrer, civiles comandados por la policía política se encargaron de tapar con pintura roja el cartel de "Patria y Vida". Sin embargo, los activistas de la UNPACU no perdieron tiempo y sobre la pared exterior recién pintada volvieron a escribir la frase que el régimen se niega a permitir.
En sociedades abiertas, plurales, es inadmisible que un cartel en la pared de cualquier residencia con un lema como el de "Patria y Vida" legitime actos de violencia del Estado contra sus ciudadanos.
El régimen cubano, que trata de imponer en escenarios internacionales una versión particular y selectiva de democracia y respeto a los derechos humanos, se presenta como víctima del "uso de la cultura como un arma subversiva", mientras en suelo nacional no repara en recursos para reprimir a artistas y otras voces que disienten de sus políticas.
El activista Osmani Pardo Guerra fue liberado el miércoles luego de pasar 24 horas detenido por la Seguridad del Estado, quien lo acusó de reproducir desde un equipo de música la canción "Patria y Vida". Poco antes de ser detenido, el miembro del Movimiento San isidro sufrió un "acto de repudio". Durante el arresto, el activista denunció el acoso al que los integrantes del mitin sometieron a su madre.
El pasado 22 de agosto, las fuerzas del régimen hicieron gala de violencia contra otra madre, la activista Anyell Valdés Cruz. Junto a ella sufrieron sus hijos menores de edad, su anciana madre y un amigo, el activista Adrián Rubio. La turba movilizada por la policía política exigió a los moradores que borraran de una pared de la casa la frase "Patria y Vida".
El hecho, condenado por la plataforma feminista Yo Sí Te Creo en Cuba como un caso de "violencia política con sesgo de género", terminó con la vivienda de la familia vandaliza y con consignas procastristas escritas en el suelo y la pared del portal de la vivienda.
Rubio se tatuó esta misma semana Patria y Vida en sus antebrazos.
Con frases como "está bueno ya de descaro, Patria y Vida", vecinos de Caibarién, en Villa Clara, lograron que el Gobierno retirara una multa a un trabajador privado. Al calor del mensaje de la canción, los participantes en los hechos rechazaron el abuso y apoyaron al afectado frente a la Policía y el Gobierno locales.
Como dijo Yotuel Romero en una entrevista exclusiva con DIARIO DE CUBA sobre "Patria y Vida", la respuesta del régimen cubano es la de restar, de atacar, pero el tema tiene una idea clara: "ya se acabó" y "que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente".
