El activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Noslen Ayala García, quien lleva cinco años en prisión, podría recibir una nueva sanción que extendería su condena hasta los 17 años.
Ayala García fue encarcelado por la coordinación de actividades de la UNPACU en Güines. Primero, un tribunal le impuso una condena de dos años y ocho meses por "desacato" y "resistencia", más tres años por "atentado" y "resistencia", otros dos por gritar "¡Abajo Díaz-Canel!" y cuatro por pintar un cartel que decía "Abajo Díaz-Canel, viva José Daniel Ferrer".
A esa suma las autoridades quieren agregar otra sentencia de cinco años, tras acusarlo nuevamente por resistencia y desacato, mientras cumple las anteriores sentencias en la prisión de Quivicán.
La nueva acusación la hizo un represor de la cárcel llamado Raúl Bueno Duvergel, quien lo trasladó a atenderse de una infección supurante que padece Ayala García, y al que el recluso pidió no esposarlo a la espalda porque eso le lastima las lesiones de piel que sufre.
"Cuando me dan la atención médica me las quiere poner detrás otra vez y le digo que no, que por delante, que esa es una violación de los derechos humanos, que tenga humanidad", contó el prisionero político en una llamada telefónica con el coordinador de la UNPACU en La Habana, Zaqueo Báez, que Cubanet divulgó.
"Me dijo 'yo no estoy aquí para darte humanidad y menos a ti, aprende con tu conducta a ganarte la humanidad'", aseguró Ayala García.
El agente acusó al prisionero por presuntamente amenazarlo de que le "iba a picar la cara cuando lo cogiera", una acusación falsa por la que fue juzgado nuevamente en el Tribunal Municipal de Quivicán. El fiscal pidió cinco años de prisión y la sentencia se conocerá el próximo 7 de enero.
"Yo nunca había visto a un abogado defenderme tanto", comentó, tras contar que tuvo defensa, pero lo consideró parte de una estrategia. Los dos fiscales que lo acusaron insistieron en sus antecedentes como "contrarrevolucionario", aunque no era por esa clase de delito que se le acusaba.
El prisionero político está encarcelado desde 2016. Según denunció a Báez en la llamada telefónica, hace un año y seis meses que no ve a sus hijas.
"Yo a veces me digo: '¿cómo he resistido tanto?' Porque me han intentado comprar con tantas cosas... Pero mis principios no son negociables", aseguró Ayala García al depedirse.
