Los memes en Cuba llegaron para quedarse y el Gobierno es consciente de la fuerza de esas imágenes para la burla, la risa y la crítica. DIARIO DE CUBA conversa con Robert Márquez, del proyecto 'Cascabel y Látigo', sobre esta nueva forma de comunicar en la Isla.
"Es mucho más efectivo un meme que un panfleto para influir, criticar, enviar un mensaje. Además, está el plus del humor que te da ventaja porque nada te hace reflexionar más que lo que te hace reír o llorar. Es un martillazo contra el muro de la censura", asegura Márquez a DDC.
Márquez hace memes como un hobby, en su tiempo libre, porque no le da de comer, confiesa.
Sin embargo, la prensa estatal llegó a decir que "es un recurso que se está enseñando y empleando muy bien —debemos reconocerlo— por los laboratorios ideológicos y el Grupo de Tarea creado y financiado por el Gobierno de Estados Unidos, como parte de las campañas para subvertir el orden político y social en Cuba".
"Si hay una cosa que es orgánica y no produce ganancia alguna y sí pérdida de tiempo, es hacer memes. Pero es divertido y al menos yo sí lo hago convencido de que es una original arma de lucha. Imagínate si me pagaran", responde Márquez a tales acusaciones.
El creador de memes explica que "sin una gran formación, puedes hacer llegar tu mensaje de una forma rápida y efectiva por toda la red. Si haces reír y dominas el sarcasmo o la sátira, vas desmontando ideas preconcebidas, ideologías, dudas y eso es una arma invaluable en tiempos donde no hay tiempo y nadie lee o profundiza".
Entre sus creaciones más recientes está una de José Martí con los integrantes de la protesta pacífica del Movimiento San Isidro en La Habana. "Yo vi esa foto y dije 'Pepe, me la juego que estuviera allí, sin muela'. Y cuando lo agregué se me aguaron los ojos porque era lo que faltaba sin dudas", recuerda.
"Nadie dijo nunca que los memes solo eran para reír, aunque esos fueron los inicios. Nosotros tratamos de hacer sátira política sin metatranquismo, ni panfleto. Primero la risa o la sonrisa amarga y luego el mensaje, y si no se ve mejor: que quede ese bichito dentro", asegura sobre el proyecto ‘Cascabel y Látigo’.
Márquez define ese proyecto como "un espacio de amigos con inquietudes parecidas que surge de la necesidad de expresarnos de una manera fresca y efectiva, alejada del discurso contra los desmanes de la dictadura cubana o cualquier otro tema por el que necesitemos luchar".
"Una gran amiga nos presentó a ese loco genial que es Alberto Maceo y hoy está esa alma carismática del exilio que es la Mostraka, Albert como vitalicio y yo de escritor, casi siempre desde la sombrita. Yo creo que apenas tenemos un año y pico", comenta.
Robert Márquez sueña con una Cuba libre y por eso dedica el tiempo, que a veces no tiene, para aportar con sus memes a ese fin. Aunque Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro son "un material para memes insuperable", afirma que no le inspiran nada.
"El Gobierno de Cuba, por desgracia, es una fuente inagotable de absurdos y fracasos. Eso para el humor es una mina. Creo que han perdido el sentido del ridículo y asombra".