La activista Keilylli De la Mora Valle, de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), tendrá que presentarse el próximo jueves en el Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos para ser trasladada a prisión, donde cumplirá una sanción de un año y seis meses de privación de libertad impuesta por el régimen.
La también promotora de Cuba Decide estaba a la espera del fallo de un recurso de apelación que interpuso su abogado, Jorge Sarría Stuart. Finalmente, el Tribunal consideró "sin lugar" la petición, informó Cubanet Noticias.
El representante legal interpuso el recurso luego de que De la Mora fuera enjuiciada el pasado 7 de mayo por los delitos de "propagación de epidemias, desacato, resistencia y desobediencia".
El documento sostiene que la acusación por "propagación de epidemias" está basada en que De La Mora Valle se hallaba sin el nasobuco a la hora del arresto y que ello constituye un "incumplimiento de las medidas sanitarias para la prevención y control de epidemias".
La activista calificó de "infundadas" las otras acusaciones y rechazó las argumentaciones de los oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) que participaron en su detención.
Los agentes alegan que ella estaba ingiriendo ron en el momento que la arrestaron —alrededor de las 7:00AM—, que mantenía una conducta antisocial y que altera el orden público con frecuencia.
"Estas acusaciones son inciertas y muy bajas. Dijeron que yo estaba tomando y que les enseñé la identificación cuando terminé de beber. Todo eso es completamente falso. Cuando me detuvieron yo estaba fumando, por eso no llevaba puesto el nasobuco, y en cuanto vi a los oficiales me lo puse", declaró la opositora.
"Yo jamás he tenido una conducta negativa. Me llevo con todo el mundo y nunca he alterado el orden público. A menos que ellos le llamen así al activismo pacífico que realizo", dijo.
Las autoridades también presentaron, como agravante, que la opositora estaba desocupada. El Gobierno cubano no reconoce legalmente a organizaciones y partidos de oposición, ni el trabajo que desempeñan sus integrantes.
De La Mora Valle fue sometida a un juicio sumarísimo en el que ni siquiera tuvo derecho a defensa, ni de testigos a su favor.
La activista dijo a CubaNet que en la vista oral solo permitieron la entrada a dos de sus familiares y que apenas le dejaron hablar, pues la fiscal se comportó de forma agresiva con ella.
Todos los testigos que declararon en su contra fueron oficiales del Ministerio del Interior, entre ellos la instructora del caso y el jefe de la Unidad Municipal, mayor Jesús, el mismo oficial que la golpeó el día del arresto.
La represión habitual contra el activismo en Cuba ha tomado otro curso al calor de las medidas tomadas por el Gobierno contra la pandemia. Bajo el pretexto del delito de "propagación de epidemia" no solo han sido multados opositores y miembros de la sociedad civil independiente, también han sido detenidos, amenazados y en otros casos sancionados con penas de cárcel.