La actuación del equipo Cuba de béisbol que participó en la VI Copa del Caribe con sede en Bahamas, finalizada este lunes, se puede catalogar como decepcionante, pues ocupó el tercer lugar entre seis países del área, la mitad de ellos sin ningún palmarés en este deporte.
El elenco formado por jóvenes talentos con destaque en el torneo doméstico, la mayoría de ellos vistiendo por primera vez el uniforme de la selección nacional, sufrió derrotas en la fase clasificatoria ante los equipos de Curazao e Islas Vírgenes de Estados Unidos, y no pudo defender la corona ganada en la pasada edición.
Curazao —a la postre campeón de esta edición del torneo— es una especie de "Bestia Negra" para los cubanos. Ya los había vencido en otras ocasiones, como en la final de 2021, aunque los de la Isla se desquitaron en la discusión del oro en 2023.
En aquella oportunidad los dirigidos por Armando Johnson vencieron con una nómina repleta de jugadores que asistieron al V Clásico Mundial y solo así lograron romper una racha de casi una década sin títulos para Cuba en torneos internacionales de todas las categorías.
Por su parte, Islas Vírgenes, que ocupa el puesto 66 en el ranking mundial del béisbol y es un país de apenas unos 106.000 habitantes, dejó tendidos en el campo a los ahora comandados por Alexander Urquiola, manager que logró la medalla de plata al frente del sub 15 de Cuba en el campeonato mundial de 2022.
Con ese par de fracasos, los de la Isla quedaron ubicados en la tercera plaza y se enfrentaron por la medalla de bronce a San Martín, un equipo que no aparece en el mapa beisbolero y al que lograron vencer agónicamente con marcador de 2-1, para completar el papelazo.
Este resultado vuelve a dejar en evidencia lo engañoso que puede ser el campeonato cubano, en el que participan 16 equipos, una cantidad absurda teniendo en cuenta la extensión del territorio y el indetenible éxodo de peloteros, desde edades cada vez más tempranas.
La baja calidad del torneo nacional, con lanzadores que apenas llegan a las 90 millas por hora de velocidad en sus rectas, provoca un desbalance con la ofensiva, al emerger bateadores aparentemente impresionantes, que luego son dominados con facilidad por cualquier desconocido en eventos foráneos.
El equipo nacional que la Federación Cubana de este deporte formó para esta Copa del Caribe, ante la imposibilidad de llevar a sus mejores piezas inmersas en la preparación para el Premier 12, que debe comenzar en noviembre, contaba con los mejores peloteros que había en la Isla a pesar de su juventud.
En el torneo, lograron victorias en la fase de clasificación ante sus similares de San Martín, Bahamas y una selección de República Dominicana con peloteros totalmente desconocidos, que solo pudo alcanzar dos triunfos.
Este resultado contrasta con el obtenido hace solo unos días por el conjunto de la categoría sub 12 en el Campeonato Panamericano con cita en Panamá, donde alcanzaron un meritorio tercer lugar y lograron su clasificación para la Copa Mundial de 2025 en Taiwán.
Para ver la otra cara de la moneda tendremos que esperar algunos años. Entonces, sabremos cuántos de esos niños llegarán a la Copa del Caribe representando a Cuba y renunciarán a emigrar en busca de un futuro prometedor que no encontrarán en la Isla.
Si los jugadores no tienen jama , como van a tirar 90 millas? duelen carne, leche , buena proteínas a los niños y verán como surge el desarrollo, jama, jama es lo que have falta
En un país donde la desmoralización es total, no puede haber nada con calidad.