El judoca Magdiel Estrada abandonó la delegación cubana en Río de Janeiro, antes de competir en el Campeonato Panamericano y de Oceanía de esta especialidad, informó el medio estatal JIT, adscrito al Instituto Cubano de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
El representante de los 73kg buscaba la clasificación rumbo a los Juegos Olímpicos de París 2024. Su decisión invalida cualquier participación posible en dicho evento y la delegación cubana se queda sin uno de sus aspirantes a medalla.
En su categoría, Estrada fue campeón en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y Lima 2019. En la cita de Santiago de Chile en 2023 volvió a ser campeón, esta vez con el equipo mixto de la Isla.
En su palmarés destacan varios títulos en Juegos Centroamericanos y del Caribe y preseas en Grand Slam. Los de París hubiesen sido sus terceros Juegos Olímpicos, luego de participar, sin resultados destacables, en Rio 2016 y Tokio 2020.
El atleta matancero de 29 años se suma a un largo listado de deportistas cubanos que han abandonado delegaciones oficiales debido, sobre todo, a las malas condiciones que ofrece el INDER a los atletas.
Cuba es un país hundido en una crisis económica, que tiene cada vez menos que ofrecer a la población en general y a los atletas en particular. Por eso, resulta inverosímil que las autoridades deportivas puedan darse el lujo de desechar a deportistas con grandes resultados, que nunca hayan tenido intenciones de desligarse del sistema deportivo del país e incluso hayan rechazado ofertas de contratos o de abandonar delegaciones oficiales.
En este sentido, un caso destacado es el de una de las "promesas" que perdió el sistema deportivo de la Isla, Melissa Vargas, considerada como la mejor voleibolista del mundo en 2023. Desde su debut, a los 13 años, los expertos vaticinaron una brillante carrera profesional para la bautizada como la "Niña Prodigio" del voleibol.
Vargas obtuvo la nacionalidad turca en 2021 y fue convocada a la selección nacional en 2023. Fue la arquitecta principal del título alcanzado por las otomanas en la Liga de las Naciones y, a nivel individual, fue designada la Jugadora Más Valiosa (MVP). Menos de dos meses después, se repitió la historia en el Campeonato Europeo. Turquía reinó y Melissa fue la MVP.
Otro caso es el del triplista cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo, monarca en Tokio 2020 —mejor puesto en el atletismo de las olimpiadas japonesas para un exponente nacido en Cuba— y campeón mundial en Eugene 2022 —certamen del que la representación cubana se despidió sin medallas— quien contó en 2018 a la agencia AFP que cuando entrenaba en Cuba "dormía en el suelo, en las gradas del estadio, me daban un poco de pan con café".
Para este atleta, abandonar el sistema deportivo de la Isla no significaba convertirse en millonario, sino entrenar y alimentarse con dignidad.
