El boxeador retirado cubano Ariel Hernández recibe 7.200 pesos mensuales por ser doble campeón olímpico. Como esa suma no le alcanza para cubrir sus gastos en un país engullido por la inflación, trabaja como custodio en una MIPYME.
Así lo dio a conocer en una entrevista con el medio estatal Trabajadores, un día después de que varios medios de prensa internacionales publicaran que su compatriota y también doble monarca olímpico de boxeo Mario Kindelán le confesó a un antiguo rival que no tenía dinero e intentó incluso venderle su medalla de oro de Atenas 2004.
"Por ser doble campeón olímpico recibo 7.200 pesos. Eso no alcanza", dijo el púgil retirado, que ganó los títulos olímpicos en Barcelona 92 y Atlanta 96, ambos en la división de 75 kilogramos.
"Cuando estaba en la cima me lo daban todo. ¿Ahora qué? ¡Los golpes de la vida duelen más que los del ring!", lamentó el exboxeador, que confesó haber caído "en el mundo de la bebida" y en "un círculo de fiestas y música", tras el retiro.
Hernández no llegó más lejos en la adicción al alcohol gracias a su familia y a amistades, pero afirmó que para muchos atletas resulta duro retirarse del deporte activo, pues sacrifican su juventud para lograr resultados. Cuando llega el momento de decir adiós, muchos "se sienten indefensos".
"Además, si no te dan lo que mereces es peor aún. Nadie viene a ti. Ni siquiera los que pensabas que lo harían. Es como si te utilizaran", sentenció.
"El pasado no importa. No se nos recuerda", sostuvo en otro momento Hernández, quien afirmó ser el mejor púgil cubano que ha peleado en la división de 75 kg y echó mano a sus resultados para demostrarlo: A los dos oros olímpicos sumó dos mundiales en la categoría juvenil (el primero con 16 años) y otros dos en la categoría de mayores —1993 y 1995—. En 1997 fue subcampeón del orbe.
Hernández consideró que pudo haber sido tres veces campeón olímpico e incluso haber triunfado en el boxeo profesional.
"Es una lástima que no me tocara este tiempo", lamentó, en referencia a la eliminación del profesionalismo en el deporte cubano por parte de Fidel Castro, en 1962. Solo seis décadas después, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) comenzó a insertar a boxeadores de la Isla en circuitos profesionales.
Los púgiles firman un contrato a través de la estatal Federación Cubana de Boxeo (FCB) y reciben el 80% de dinero que cobran por sus peleas. La FCB decide qué rivales enfrentan. El contrato estipula que los boxeadores deben retornar a la Isla después de los combates.
Ariel Hernández aseguró que tuvo oportunidades de irse de Cuba. "Incluso cheques me ofrecieron", dijo, sin aclarar quiénes le ofrecieron esos cheques ni qué sumas reflejaban.
Sin embargo, él nunca quiso irse del país. Hoy se queja de que el dinero no le alcanza y de la falta de atención del INDER.
"Es duro por lo que estamos pasando los medallistas olímpicos. El dinero no alcanza. Todo es muy caro. Tenemos que reunirnos con alguien del Gobierno para solucionarlo. No es tema de política, sino de necesidad. Acá han venido de la Comisión de Atención a Atletas, pero no deciden", reprochó.
"Soy custodio en una MIPYME. Antes trabajé en la Finca Holveín Quesada y después aquí en La Lisa. Estoy disgustado con el INDER. Llevo años tratando de que me bajen de piso. Vienen y toman nota. Sigo en lo más alto del edificio. Le dan casas a gente con menos resultados. Siento mucha roña", dijo.
Aunque lamentó el olvido al que ha sido relegado, pese a haber conquistado dos títulos olímpicos y no haberse ido de Cuba, Hernández dijo no saber por qué el deporte de la Isla está marcado por el éxodo de atletas en los últimos años.
"Tenemos que hacer más por el deporte. Algo pasa. Se van los atletas. El porqué no lo sé", sostuvo.
Trabajadores ha publicado varias historias que evidencian el abandono al que las autoridades deportivas han condenado a muchos atletas que dieron importantes resultados a Cuba. Ejemplo de ello son el campeón mundial de voleibol Abel Sarmientos, el aún recordista nacional de los 800 metros Norberto Téllez y el velocista Osvaldo Lara, medallista en eventos multideportivos regionales.
El jefe de la redacción deportiva de ese medio estatal, Joel García, afirmó en septiembre, tras reconocer nueve fugas de atletas en 15 días, que a quienes tomaban la decisión de escapar durante competencias internacionales o de no volver a la Isla al concluir sus contratos en el exterior les faltaban valores.
En 2023, al menos 70 deportistas cubanos han abandonado delegaciones o contratos establecidos a través de las entidades estatales.
El mismo régimen acostumbró a estos deportistas a vivir sin trabajar, con viajecitos al extranjero y comprando pacotillas; recuerdo cómo se pavoneaban por Labana paseando en un “polaquito” y exhibiendo las cobas
Este hombre es oriundo de Guane, Pinar del Rio. Le regalaron una casa cuando gano en Barcelona 92'. La dicha casa era de una familia que vino para EU.
Yo estudie en escuelas deportivas en P del Rio. Conozco bien la mentalidad de los atletas cubanos. No rebasan la de un pollo de granja. En su mayoria, siempre hay excepciones.
Ya lo dijo un ex consul español que vivio en cuba por un tiempo. En cuba habra un gran cambio el dia que los negros se cansen de ser singa-turistas, bailadores de bembe, y deportistas.
Nadie sabe cuando ese bendito dia este por llegar.
Y agrégale vagos.
Olvidaron que dedicaron todas las medallas al Cenicero en Jefe, al dueño de la Plantación.
Qué se Jodan los compañeritos.
A llorar al Seboruco de Santa Ifigenia!
Este infeliz ha recibido tantos golpes en la cabeza que no se entera por qué casi todos los atletas quieres escapar del "paraíso". Y encima aún tiene la esperanza de que alguien atienda sus solicitudes.
Ahora se enteró que lo utilizaban para la propaganda de los amos, un poquito tarde a sus 53 años para darse cuenta que solo era un esclavo y lo sigue siendo.
Qué moreno más idiota., de que no sabes por qué se van los atletas, simple hombre, porque no quieren que le pase lo que te está pasando a ti. Vivía como un rey en las nubes y ahora aterrizo sin paracaídas.