Como muchos deportistas cubanos retirados, Norberto Téllez fue a parar al saco del olvido, aunque aún ostenta el récord nacional en la distancia 800 metros planos. Así lo demostró en una entrevista concedida al medio estatal Trabajadores, en la que habló de sus inicios en el atletismo y sus resultados más relevantes, pero también se quejó de "quienes no le dan el lugar esencial a una persona que hizo todo sin nada a cambio".
Cuando se habla del atletismo cubano, especialmente de los 800 metros planos en la rama masculina, el nombre que acude a las bocas de todos es el del bicampeón olímpico Alberto Juantorena. Pero la mejor marca de todos los tiempos en esa distancia entre los corredores de la Isla la tiene Norberto Téllez, quien decidió iniciarse en el atletismo justo después de ver en la televisión la remontada épica de Juantorena en los Juegos Centroamericanos de 1982, celebrados en La Habana.
A Norberto Téllez un entrenador le había dicho en una ocasión que quizás llegaría a ser un buen corredor en los 400 metros planos, pero que en la distancia de 800m estaba llamado a ser uno de los mejores del mundo. No se equivocó. El cubano clasificó para la final de los Juegos de Atlanta 96, lo que ya lo convertía en uno de los mejores del planeta, y cruzó la meta en la cuarta posición.
Téllez se quedaba así a las puertas de su segunda medalla olímpica, por lo que no se sentía satisfecho. Lo que no sabía entonces era que acababa de intervenir en la final más rápida del siglo XX en los 800 m y que había destrozado el récord nacional, hasta el momento en poder de Juantorena, al registrar 1:42:85.
"Al final fue agridulce, porque no estuve entre los tres primeros, pero ir a una final olímpica, a la carrera más rápida del siglo e implantar una marca nacional… Eran muchas satisfacciones juntas", explicó.
Por increíble que parezca, en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento "Giraldo Córdova Cardín", los alumnos no saben quién es Norberto Téllez.
"Yo antes sabía quién tenía récord nacional en 800 y 400, no debía estudiar para saberlo, porque el deporte mismo te lo inculcaba. Si no sabes esas cosas, no estás haciendo nada. Donde se empieza a hacer un atleta es conociendo las raíces, la tradición que existe. A mí me ha sucedido aquí que me pasan por al lado y no saben quién soy. Eso también lo da la falta de información de la prensa, los mismos narradores".
"No me molesto porque hablen de Alberto Juantorena. Es una satisfacción que lo hagan porque es un ídolo, marcó una etapa en el deporte cubano a nivel mundial. Pero no se puede dejar de mencionar, por ejemplo, a Norberto Téllez que es el recordista actual de los 800 m, campeón panamericano, subcampeón olímpico y mundial. Y todas esas cosas hay que tratar de arreglarlas, y cuando haya un evento mencionar a Alberto, pero a los demás igual, porque yo tengo hijos, familia, y a ellos les gusta que me recuerden y sería bonito que mi hijo diga: 'Mira, escuché el nombre de mi papá'".
Con 19 años, Téllez fue uno de los protagonistas de la hazaña de la cuarteta cubana en el relevo 4x400 en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Junto a Lázaro Martínez, Héctor Herrera y Roberto Hernández, conquistó la medalla de plata, con tiempo de 2:59:51.
Los cubanos fueron superados solo por la posta de Estados Unidos (2:55:74) y sorpresivamente relegaron a la cuarteta británica (2:59:73) al tercer puesto.
En 1997, en el Campeonato Mundial de Grecia, Norberto Téllez rebasó a todos los que le habían ganado en la final de 800 m de Atlanta 96. Fue desplazado al segundo puesto por el danés de origen keniano Wilson Kipketer, a quien el cubano considera su rival más difícil.
Además de la plata olímpica en Atlanta 96 y el subtítulo mundial en Grecia 97, Téllez acumula medallas en Juegos Centroamericanos y Panamericanos. Pese a sus resultados, dijo a Trabajadores que no se siente "bien con el deporte en general".
"Es doloroso decirlo. Y no es que te utilicen, porque uno hace las cosas sin que nadie lo obligue, pero cuando llegas a un punto en que das todo por tu país sin mirar causas ni motivos y perdiéndote toda la juventud, de disfrutar de tu familia, tus hijos; cuando te retiras lo menos que puedes esperar es que la Federación de Atletismo, la presidencia del INDER (Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación) y la atención a atletas se preocupen un poco más por los deportistas, pues resulta penoso ver a una gloria del deporte caminar con los zapatos rotos, con un pulóver descosido".
Téllez afirmó que muchos atletas están olvidados en Cuba y que él es uno de ellos. "Pero la culpa no es mía, es de quienes no le dan el lugar esencial a una persona que hizo todo sin nada a cambio, porque el dinero que recolecté nunca lo vi, ni lo exigí y nunca me dieron nada. Lo que hice lo hice por amor, por pasión, deseos, y no estoy pidiendo nada material, sino poder resurgir, como una flor que le echas agua y florece", dijo.
"No pido que nos tengan por encima de las figuras actuales, pero sí un espacio. Eso va a ayudar, porque si los jóvenes ven lo que está pasando, van a decir: 'Si este, que pasó por aquí, terminó como está, yo no voy a acabar así'. Por eso viene la emigración", acotó, en referencia al éxodo de atletas que vive el deporte de Cuba.
Hace diez años, el Gobierno cubano estableció el pago de un estipendio en pesos convertibles para los medallistas olímpicos, mundiales y panamericanos. Téllez fue uno de los beneficiarios de la medida, pero la situación cambió con la denominada Tarea Ordenamiento.
"Antes cobraba 200 CUC y ahora lo que gano son 4.800 pesos. Lo que hicieron fue devaluar el estímulo por lo que habías hecho en tu carrera. Con 200 CUC me alcanzaba para todo, pero ahora no puedes comprar nada porque ¿qué son 4.800 pesos? ¿Qué hicieron? ¿Están verdaderamente tratando de ayudar? ¿Por qué no me pones el dinero al cambio o en MLC (Moneda Libremente Convertible)? Y no se hace nada con respecto al tema, que se ha planteado en todos los lugares", lamentó.
Los deportistas, por buenos que sean, igual que todo tipo de "celebrity," deben tener muy en cuenta que tienen fecha de expiración, igual que la leche. Por supuesto que la dictadura lo ha desechado, pues ya de nada le sirve, y mantenerlo bien le costaría un dinero que quiere para su propio uso.
Tremendo idiota. Tuvo la suerte de salir del infierno en varias ocasiones, ver, oler aire de libertad, y ahora se queja de que lo olvidaron y está caminando las calles con zapato de palo. ¡Idiota!
Casi todos los deportistas cubanos vienen con el llanten de "oye, se olvidaron de mi, porque no me ayudan". Y esa es la nefasta dependencia que crea el maldito sistema cubano.
Mi hermano, no mendigues mas y echa palante. Y si un hijo tuyo sale bueno en el deporte, pues que se vaya a otro pais pues en cuba no llega a nada.
Estos deportistas que se la pasan llorando, no se por qué creen merecer más que un médico que trabajo 40 años en un hospital o un maestro, normalmente terminan su vida deportiva siendo todavía jóvenes y si no piensan en que hacer en el futuro y vivir de glorias pasadas están fritos.
Muy tarde. En otro país con lo que ganó y pudo ganar habría tenido una vida decente, pero lo que ganó fue a parar a los vinos de rioja que bebió Nosferatu en aquellas cenas en Punto Cero; los shoppings en New York de las nietas de Raúl o en el Maseratti del Cangrejo, solo por citar unos cuantos.
Cada cual tiene lo que se merece , estas recogiendo los frutos de lo que cosechamos, ya te explotaron ahora eres un viejo inservible más en el barracón
Muy sencillo: ya no le sirve a la "revolución," y que le haya servido ya no viene al caso.