La selección nacional de béisbol sigue sin director técnico desde que en junio de 2021 la Comisión Nacional de este deporte (CNB) decidiera que quien ocupe dicho cargo lo hará durante cuatro años y en ese tiempo no dirigirá ningún equipo dentro de la Serie Nacional de Béisbol. La decisión ha generado rechazo en el gremio y no parece ir en la dirección correcta para sacar al béisbol cubano de la profunda crisis que vive, según publica EFE.
El argumento de la CNB, que ha aplazado el nombramiento previsto para enero de 2022 hasta el final de la actual temporada, en mayo, es que un director que no compagine su tarea con la de un equipo de la liga podría concentrarse 100% en su labor como seleccionador. Tal argumento ha sido rebatido por directores de equipos que intervienen en el campeonato nacional.
"No lo veo correcto. El mánager debe estar en el terreno, mientras más está en el terreno más ve las jugadas, es como el jugador. Si no diriges, ¿cuándo vas a probar?", criticó Guillermo Carmona, entrenador del equipo Industriales de la capital, en una entrevista con el medio especializado Swing Completo.
Lo mismo opinó Carlos Martí, uno de los más experimentados directores del país, que ha conducido a los Alazanes de Granma a la cima del campeonato nacional en tres ocasiones y tiene experiencia conduciendo al equipo Cuba.
"Es una mala idea, desde mi punto de vista, porque para dirigir hay que estar en el béisbol diario, en el ambiente con los atletas", comentó el 4 de febrero al medio Playoff Magazine.
El puesto de director técnico de la selección nacional quedó vacante cuando Armando Ferrer, director de Matanzas, fracasó en el intento de clasificar a la novena cubana para el torneo de Béisbol de Tokio 2020.
Fue la primera vez que un equipo cubano quedó fuera del torneo olímpico, desde 1992, cuando este deporte entró en el programa de las Olimpiadas. Cuba había discutido todas las finales y alcanzado tres medallas de oro y dos de plata.
La eliminación de la selección nacional en el Preolímpico de las Américas confirmó la caída en picado del béisbol cubano, declarado Patrimonio Nacional el pasado año.
El otro argumento de la CNB es que Cuba no tiene ningún compromiso internacional durante 2022 (tras el anuncio de que la selección sub-18 no participará en la Copa del Mundo de septiembre en Florida).
La explicación de la Federación Cubana de Béisbol (FCB) para ausentarse del evento fue la situación del Covid-19, pero resulta contradictoria considerando que el año pasado Cuba tuvo representación en varias competencias internacionales como el Mundial de Canotaje de Copenhague, en Dinamarca, en septiembre de 2021, y el Mundial de Boxeo de Belgado, Serbia, en noviembre del pasado año. Recientemente, un equipo integrado por diez judocas intervino en el Grand Slam de París.
Para el periodista deportivo Francys Romero, la verdadera razón es el temor, totalmente fundado, a la fuga de peloteros. La Florida fue el escenario del Preolímpico de las Américas en 2021, donde, a la eliminación del equipo del torneo olímpico, se sumaron las fugas de los peloteros César Prieto, Lázaro Blanco y Andy Rodríguez, y el psicólogo del equipo, Jorge Sile Figueroa.
Meses después, durante el Mundial Sub-23, realizado en México y al que la FCB llevó un equipo conformado teniendo en cuenta el "patriotismo" de los jugadores —según las declaraciones del manager Eriel Sánchez—, la selección quedó reducida a la mitad. Doce peloteros cubanos se quedaron en tierra azteca.
Aunque, al declinar participar en el Mundial Sub-18 la Federación Cubana de Béisbol garantiza que no se quede ningún prospecto del béisbol cubano en la Florida —aunque no impide que decidan irse legalmente rumbo a República Dominicana, como ya han hecho muchos— la decisión tiene más desventajas que ventajas para el béisbol de la Isla.
Al no intervenir en el evento por segundo año consecutivo, tras no haber clasificado para el último, realizado en Corea del Sur, Cuba caería más escaños en el ranking de la WBSC.
Justamente, una de las evidencias de la debacle del béisbol cubano en los últimos fue la salida de Cuba del top 10 de la WBSC en junio del año pasado. Al no puntear en este importante torneo, cedería más puestos en ese ranking.
Pelo de burro es buen director, pero los peloteros no tienen deseos de jugar, ni tampoco incentivo para luchar por un futuro. El Béisbol cubano ha muerto y lo sabemos.