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Poesía

El laberinto de Humberto Calzada

'Una sola cosa se propuso:/ quiso pintar el viento.'

Claremont
'La tarde y Amelia' de Humberto Calzada, 1994.
'La tarde y Amelia' de Humberto Calzada, 1994. Artnexus

 

Abrió los ojos pero a nadie vio.
En los pasillos que olían a nuevo
la luz invade el interior compuesto, 
como si de una epidemia se tratara,
barriendo todo ser viviente. 
Sorprenden los colores en murallas incólumes,
explanadas de terrazas que repuntan 
en columnas que sostienen límpidos mediopuntos
reflejando paisajes cristalinos—
cielo sin nube, palmas erizadas, aguas
que invitan a beber.

Pero a pesar del fascinante recorrido
nadie contesta las preguntas 
que él nunca se cansa de exclamar:
¿Dónde fueron a parar los habitantes?
¿Son bellas estas ruinas con estreno?
¿"Mueren ya las ilusiones del ayer"?

Piensan los que una vez le conocieron
que sus telas evocan mil espacios
distintos entre sí e irrepetibles.
No saben que ese espacio es solo uno,
ni que es uno los cientos de aposentos
que aparecen en sus sueños:
pertenecen a ese único palacio
del que fueron ellos mismos desterrados.

Una sola cosa se propuso:
quiso pintar el viento.
Más bien creó dos misterios:
un mundo invisible de gente 
y un espejo que perdura sin tiempo. 

 

Miami, 21 noviembre, 2024


Enrico Mario Santí nació en Santiago de Cuba en 1950. Junto a una extensa obra ensayística, ha publicado las más fiables ediciones anotadas o críticas de Octavio Paz, Guillermo Cabrera Infante, Pablo Neruda y Fernando Ortiz. Recogió sus poemas en Son peregrino (La Torre de Papel, Miami, 1995).

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