A Nivia
Quisiera poder decirte
por ahí llega el Señor.
Ya era hora, me dirías,
Dios sabe dónde se mete.
Quisiera oír sus reclamos
de que es hora de subir,
tuerto este flaco que gime,
consternado, torsionado,
llorándole ese mal ojo
que tienes que remendar.
Quisiera oírte decir
cierra el baño y que no beba
de esa agua que hace daño.
Oírte después repetir
que es milagro que este flaco
coma tanto como el gordo
que no come
por dejarlo merendar.
Quisiera ver a su hermano
darle la bienvenida,
recorrerle su pelambre
o lamerle las orejas
a modo conversación.
Quisiera volver a ver
a ese pródigo hijo mío,
flaco, sucio, tuerto, enfermo.
Que venga destartalado
cursando novena vida.
Pero aquí.
Enrico Mario Santí nació en Santiago de Cuba en 1950. Junto a una extensa obra ensayística, ha publicado las más fiables ediciones anotadas o críticas de Octavio Paz, Guillermo Cabrera Infante, Pablo Neruda y Fernando Ortiz. Recogió sus poemas en Son peregrino (La Torre de Papel, Miami, 1995).