Mi figura nimbada (inviolada) pasados mis
ardores, icono, subir
unos peldaños en la
escala de Jacob,
asirme afín a Israel.
Pasados los ardores heñir el pan de la mañana,
una hogaza da para
dos (días) esquivo lo
trascendente renuente
a mi efigie en Israel,
su Jerusalén Celeste.
¿Tiene voz el renacuajo, el basilisco, canta el
ave fénix? Apago la luz,
me vence nada más
real el cansancio, me
duermo escuchando
croar, bufar, ulular,
gamo gamita, resopla
al modo antiguo la
yegua del Faraón.
Ese, yo, de vuelta a mis horarios, de mañana
leo Coplas, al atardecer
Vida, mi única ambición
hurtarme a las altas ideas
celestes, no habrá
sorpresa, queréis
ángeles, ahí están
Berceo y Judit, serafines
Rut y Esther, nada que
ver con mi vecina de La
Víbora, piso bajo, ni con
mi tía Esther.
En la canasta vuelvo del campo con hierbas
alimenticias, ramas
secas para una fogata,
berro silvestre al pie
del río, plantas
medicinales a puñados:
aquello da con una pizca
de sal rosada, ajo seco,
cebolla albarrana para
una sopa rica en
vitaminas omega no
sé qué número a
tomar dos veces al
día tres días.
Mi espiritualidad una cuchara de palo, molinillo de
café donde moler
achicoria, pasar de
marmitón a cocinero
mayor, dos en casa,
la que asa manjares
anaranjados y yo
que guiso y cuezo:
sazono, de viejo
me falta el apetito,
oigo pasos, se abre
la puerta de golpe,
harto ayuno unos
días consternado
por la hermosura,
Teresa, de los
pucheros cazuelas
de barro.
José Kozer nació en La Habana, en 1940. Autor de una extensa obra poética, recibió en 2013 el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Para celebrar sus 80 años, Ediciones Rialta publicó un volumen de sus ensayos, Cartas de Hallandale (Querétaro, 2020), la edición bilingüe de su poemario Carece de causa (traducción al inglés de Peter Boyle, Querétaro, 2020) y una entrevista de Gerardo Fernández Fe: José Kozer. tajante y definitivo (Querétaro, 2020). Este poema pertenece a un libro inédito.