Fue un beso de abajo a arriba, no muy sonoro, arriba deseado, no había estrellas como antes en los cielos, al sur, constelaciones, abajo tintinearon los caireles del salón de baile, salón dieciochesco con maestresala de reconocimiento oficial, se apretujaron arriba algo más que por debajo, él un caballero más tímido que altanero, ella había engordado, era visible, habría que constatarlo donde corresponde, en amores a cierta edad todo se vuelve engañoso, no del todo, a medias engañoso: calló la orquesta, una orquesta de medio pelo, violines viejos, la trompeta inaudible, le falta una llave, más trompetilla que trompeta, corneta y pacotilla: el piano pianísimo insonoro, tiene bemoles, el beso insonoro, se iban separando rejuvenecidos, él octogenario, ella septua, él pensó pedirle disculpas de qué a quién.
José Kozer nació en La Habana, en 1940. Autor de una extensa obra poética, recibió en 2013 el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Para celebrar sus 80 años, Ediciones Rialta publicó un volumen de sus ensayos, Cartas de Hallandale (Querétaro, 2020), la edición bilingüe de su poemario Carece de causa (traducción al inglés de Peter Boyle, Querétaro, 2020) y una entrevista de Gerardo Fernández Fe: José Kozer. tajante y definitivo (Querétaro, 2020). Este poema pertenece a un libro inédito.