El filme independiente cubano Mafifa (2021), de Daniela Muñoz Barroso, recibió el premio Nicolás Guillén Landrián que otorgó el jurado del IV Festival de Cine INSTAR, mientras que La opción cero (2020), de Marcel Beltrán, mereció una mención especial.
Ambos largometrajes fueron reconocidos por reflejar un tema tabú, entre los 15 audiovisuales de creadores de la Isla presentados durante la pasada semana en siete importantes ciudades de dos continentes, y en Cuba de manera virtual. El galardón principal está dotado con 3.000 dólares y la mención con 1.500.
De acuerdo con los integrantes del jurado, integrado por Paulo Antonio Paranaguá, crítico e historiador brasileño y una de las autoridades sobre cine latinoamericano; Dunja Fehimović, académica especializada en cine del Caribe y profesora universitaria en Reino Unido, y el guionista cubano Alejandro Hernández, ganador del Premio Goya en 2013; para acordar su veredicto atendieron a "la calidad conceptual y artística de las obras en relación a sus propuestas temáticas".
En un encuentro online, los jurados celebraron el festival por "la calidad y diversidad de las películas seleccionadas", aparte de ofrecer "la oportunidad de acercarse a distintas cinematografías del sur global, que no siempre cuentan con la presencia que merecen en los circuitos tradicionales de exhibición y distribución audiovisual".
También reconocieron "la resiliencia, valentía e inventiva de los realizadores para lograr sobreponerse a sus adversas circunstancias de producción y entregar filmes que cuestionan de manera profunda sus respectivos contextos sociopolíticos".
"Me parece de suma importancia la labor del Festival INSTAR en difundir y promover el cine de jóvenes creadores cubanos, sobre todo a la luz de la desaparición de la Muestra Joven, que fue durante muchos años un espacio crítico fundamental para tantos, incluidos varios de los cineastas cuyas obras han concursado para este premio", enfatizó Fehimović.
La profesora señaló que el evento refleja "la evolución, o el estado actual del cine cubano, o de sus practicantes más jóvenes. Me refiero al enfoque trasnacional de la programación y de las proyecciones, lo que resalta una visión del cine cubano expansiva, conectada al resto del mundo y a dinámicas sociopolíticas y corrientes creativas internacionales".
La artivista cubana Tania Bruguera, directora del Instituto Internacional de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), adelantó que el Festival ha recibido propuestas de otras tres ciudades del mundo para organizar sus exhibiciones en 2024, cuando se debe celebrar su quinta edición.
"Queremos que sea una fiesta y un lugar de encuentro y de discusiones serias e importantes para los cineastas", subrayó.
El Festival, con curaduría del cineasta cubano José Luis Aparicio, y que tuvo como eje presentar la obra de realizadores exiliados, sesionó en salas de cine y centros culturales de Barcelona, París, Miami, Nueva York, Ciudad de México, Buenos Aires y São Paulo. También pudo ser visto desde Cuba de forma online a través de la plataforma Festhome.
El concepto que guio la edición fue el carácter transnacional del nuevo cine cubano, así como su diálogo creciente con diversas cinematografías, sobre todo las de aquellos países regidos por gobiernos dictatoriales o autoritarios.
Además de cortometrajes y largometrajes de realizadores cubanos, esta edición contó con obras de cineastas de Haití, Irán, Nicaragua y Venezuela. Sus directores viven exiliados debido a la situación represiva que padecen sus países de origen.
El régimen cubano lanzó una campaña de desprestigio contra la muestra a través de los medios oficiales y las redes sociales de funcionarios del Ministerio de Cultura y el aparato ideológico, mientras que el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana excluyó de su programa a última hora a Llamadas desde Moscú, de Luis Alejandro Yero, exhibida en el Festival de Cine INSTAR.
Me leí la noticia completa y todavía no sé de qué temas "tabú" tratan los filmes premiados.
Me sucedió exactamente lo mismo.