La reciente imposición de dirigentes del mundo del audiovisual en el ICAIC y la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, ha provocado el rechazo casi unánime de esta comunidad, que ya viene organizando su descontento de una manera amenazadora desde los sucesos acaecidos con la censura y secuestro televisivo del documental La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar.
Para lidiar con la reactivación de la Asamblea de Cineastas de Cuba (ACC) después de este evento, las autoridades han tomado varias medidas. La primera de ellas, anunciada este sábado, fue sustituir el presidente del ICAIC e imponer un nuevo director a la escuela de Cine de San Antonio. Ambas impopulares. Alrededor de la última se han pronunciado alumnos, profesores, egresados y exempleados en sendas cartas.
La primera es una declaración firmada por integrantes del Consejo docente donde se niegan a reconocer la actual dirección impuesta: "Manifestamos nuestro desacuerdo con la manera abrupta, arbitraria y silenciosa en la que se ha decidido sustituir a la dirección de la escuela, violando los estatutos de la institución y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Desconocemos el nuevo nombramiento por la manera en que ha ocurrido y demandamos un proceso de decisión transparente, como debió suceder".
La segunda es una carta firmada por al menos 400 miembros de la "comunidad eictviana" que convocan también a la rebeldía. La imposición de un nuevo director, afirman, "incumple los estatutos establecidos para el nombramiento del cargo, que debe realizarse a través del Consejo Rector de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y del Consejo Académico de la EICTV". Luego piden que se revoque la resolución y se hagan elecciones transparentes: "Demandamos que se realice el proceso de elección con transparencia y de manera consensuada, considerando al cuerpo estudiantil y los trabajadores en la toma de decisión (…) Creemos en las posibilidades de restituir un arte útil y necesario para nuestras naciones, así como fomentar el único camino que creemos posible: hacer un cine libre", añaden e invitan a " suscribir esta declaración a estudiantes, egresados y cineastas de todos los mundos".
"La designación de un vicepresidente del ICRT al frente de tan prestigiosa institución que muchos cineastas latinoamericanos logramos fundar y en ese esfuerzo a muchos se nos fue la vida, viene a poner freno y a poner en peligro un espacio diverso y de libre creación, la decisión es una estocada directa al corazón de ese principio. Los alumnos de la EICTV así como los profesores, trabajadores, el Consejo Académico de dicha institución, así como todos los cineastas cubanos, cineastas latinoamericanos y miembros fundadores de la EICTV, no podemos permitir que semejante atrocidad se consuma", apoya la convocatoria.
Se suceden en ella las evocaciones a Fernando Birri, Gabriel García Márquez y hasta a Fidel Castro, como defensores de la autonomía y el prestigio de la Escuela de San Antonio, condiciones sin dudas atacadas por este nuevo movimiento del MINCULT.
En las redes se suceden lamentos por la evidente pérdida de autonomía de la Escuela de Cine (sueño fundador de la institución) y sobre el nulo prestigio cinematográfico del nuevo funcionario que el MINCULT quiere imponer.
"Como miembro fundador de esa prestigiosa institución de altos estudios cinematográficos", escribe en su Facebook el cineasta Jorge Dalton, "quiero reiterar mi total desacuerdo ante semejante designación ya que en los estatutos de dicha institución siempre estuvo el principio que la EICTV fuese conducida por una figura de renombre y probada trayectoria dentro del cine latinoamericano".
Falta saber si se concretará el golpe institucional o si lograrán resistir los cineastas.
Se les acabó la asignación de fondos y si es "autónoma", hay una ley contra todo el que se atreva a criticar el bodrio que es ese gobierno