"Creo que han cogido el rábano por las hojas", se quejó el dueño de un bar concurridísimo, muy cercano al centro de la ciudad de Santa Clara, refiriéndose a la carta que establecimientos como el suyo comenzaron a recibir a través de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). Se trata de un aviso de la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical (ACDAM), adscrita al Instituto Cubano de la Música (ICM).
El propietario del establecimiento, quien habló con DIARIO DE CUBA vía telefónica, pidió que no se revelara su nombre ni el de su bar. "Me lo cierran estos hijoeputas hasta por falsa plaga, y nos morimos de hambre", justificó.
El documento de la ACDAM del que hablaba está firmado por el abogado Waldo Nelson Cárdenas Asén y por Ivette B. Peña Hernández, representantes de la agencia estatal. Anuncia la implementación de la Resolución 5/2022 del ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, que cobra vigencia más de un año después de que fuera publicada en la Gaceta Oficial.
La resolución define como contribuyente a cualquier "servicio de recreación, centro nocturno, discoteca, restaurante, cafetería o bar, además de los espacios para fiestas improvisados".
Establece el cobro de derechos de autor "por la utilización de las obras musicales, audiovisuales, y por las segundas y sucesivas representaciones de obras de las artes escénicas por parte de los trabajadores por cuenta propia, las cooperativas no agropecuarias y las micro, pequeñas y medianas empresas del sector no estatal".
"Cuando pregunté al inspector acerca de por cuál música debería pagarles impuestos, para retirar inmediatamente lo poco nacional que pongo, me dijo: 'por toda. Usted tiene un bar abierto todos los días con varias bocinas y hasta un televisor, excepto el lunes, ¿no?, pues saque cuentas', y mentó un porciento", dijo el dueño del bar santaclareño.
El rango de tales contribuciones oscila entre el 1% y el 4% de lo recaudado mensualmente, según sea el tipo de servicio en oferta. En el caso de actividades eventuales, 300 pesos diarios.
Preguntado sobre el posible destino de lo recaudado, que según el intermediario que le entregó la carta, abarca "todo lo que se ponga, nacional e internacional, sea tradicional o clásico", el dueño del bar manifestó desconcierto.
"Ayer mismo comenté con mis colegas que tienen negocio como el mío, y que también fueron informados, que nosotros creíamos que la cosa era solo cuando contratamos a un cantante para una descarga nocturna; pero de eso nada, es por todo lo de afuera que también se reproduzca, lo cual creo que es un descaro, porque esos artistas no van a ver un quilo de lo que paguemos, ni les interesará cobrar en pesos".
Un trovador local que suele presentarse tanto en lugares estatales como privados dijo a cerca de los pagos que debe hacer periódicamente la ACDAM a sus afiliados: "No cobro nada por aquí, porque preferí inscribirme en una sociedad de autores extranjeros, pues residí durante varios años fuera y ellos me pagan los reportes con votos en esa agencia que, por cierto, clasifica a sus miembros según los índices de ratings".
"Pero estoy al tanto de que los demás cubanos se quejan de la impuntualidad en recibir algunos cheques, casi siempre anuales e inexactos, pues la oficina habanera trabaja con extrema morosidad y nunca se enteran de la certeza de sus cifras… Bueno, si ni los datos de la ONEI (Oficina Nacional de Estadísticas) son fiables, ¿qué menos esperar?".
Los centros estatales del comercio, la gastronomía y la cultura, otrora enteramente subvencionados, han debido rehacer sus presupuestos incluyendo en sus ámbitos a particulares para poder subsistir. Ello ha acarreado un improvisado modo de dirigir las cuestiones internas entre todos "los factores".
En las páginas de Facebook, vehículo popular para la queja mancomunada, un grupo de perjudicados no ha demorado en presentarse:
"¿Qué va a hacer Adele con pesos cubanos? Hace días veo publicaciones sobre (…) la música que pongan los establecimientos. Música grabada... Ni siquiera en vivo. La ACDAM ahora quiere que cualquier negocio particular (sea MIPYME, cuenta propia u otro) que utilice 'música grabada', pague por derecho de autor… ¿A dónde irá realmente ese dinero? Marc Anthony, Marco Antonio Solís, ¿sabrán que en la ACDAM cobrarán por poner sus canciones en un restaurante? ¿Les llegará? Y si al final entendimos mal, o lo cambian, y es cobrar solo por autores cubanos, la gente dejaría de poner música nacional (…) Espero no sea así, porque sería tan loco como aquello de las vacas con aire acondicionado en la cabeza. No me imagino a Adele en la 'Cadeca de UK' cambiando nada", publicó en Facebook Maikel Cerralvo Peñate, fundador de La Leña del Humor en Santa Clara.
Más de 200 usuarios, acompañaron con quejas coincidentes al comediante. "Kafka llega a nacer en Cuba ahora y sería un escritor costumbristra", dijo Miguel Martínez Acosta. "Son insaciables", apuntó Alejandro González Anido. "Creo que pasaremos a la nueva era de silencio, porque espero que nadie se preste a ese juego de ladrón sin policía, donde solo ganan los ladrones, en este caso ACDAM, como es todo en Cuba", escribió Carlos Rafael Tamayo Fernández.
Otro analista de la extorsión al magro bolsillo del emprendedor empecinado, que se rehace cada día a golpe de multas por contravenciones, fue el graduado del Instituto de Comercio Exterior Oniel Díaz Castellanos: "¿Qué implicaciones desde el punto de vista fiscal y monetario puede tener una decisión como esta, en este justo momento de desesperación financiera, por parte del Gobierno y del pueblo?", preguntó.
"Ahora, las personas jurídicas no estatales en las actividades de gastronomía y recreación tendrían que estar cediendo el 13% de sus ingresos mensualmente (10% impuesto sobre las ventas +1% Contribución al Desarrollo Local +1-2% pagos a la ACDAM), esto sin contar el resto de los impuestos vigentes, que ascienden al 35% del total de sus ventas en el balance mensual".
Mientras el palo va y viene, muchos los establecimientos que hasta hace poco "regalaban" música a sus clientes han optado por guardar un silencio tácito. El sonido de fondo es ahora el de calderos, platos, vasos, cucharas y demás enseres, por el que —¿por el momento?— no hay que abonar nada al fisco.
Unos compatriotas suyos desembarcaron en Bahía de Cochinos en 1961 para evitar esto,pero los progenitores de muchos, empuñando metralletas y dando gritos de batalla como dijera el argentino hediondo lo frustraron.Ahora jodanse cabr....y paguen al hp Alpidio y su pandilla de truhanes...