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Obituario

Fallece en La Habana el dramaturgo cubano Eugenio Hernández Espinosa

Era uno de los firmantes de la reciente carta oficialista que justifica la violencia del régimen contras las manifestaciones pacíficas.

La Habana
Eugenio Hernández Espinosa.
Eugenio Hernández Espinosa. Cubadebate

El dramaturgo cubano Eugenio Hernández Espinosa, Premio Nacional de Literatura y Teatro en la Isla, falleció en La Habana a los 85 años, informó en sus redes sociales el Instituto Superior de Arte.

Nacido en La Habana en 1936, considerado como uno de los más importantes dramaturgos cubanos contemporáneos y que mejor reflejó la cultura popular de la Isla y las tradiciones afrocubanas en el teatro, y creador de obras que recrean la mitología yoruba, fue director artístico y director general del grupo Teatro Caribeño.

Autor de obras como María Antonia (1964), Calixta Comité (1969), Mi socio Manolo (1971) y La Simona (1973, con el que obtuvo el Premio de Teatro del Concurso Casa de las Américas en 1977), ejerció como dramaturgo, actor, profesor y director teatral.

Algunas de sus obras para la escena fueron adaptadas al cine en Cuba, como en los casos de Mi socio Manolo (Julio García Espinosa, 1989) y María Antonia (Sergio Giral, 1990). También fue coguionista de los largometrajes Patakín (1982), Roble de olor (Rigoberto López, 2003), y del libreto cinematográfico de El Mayor (Rigoberto López, Ángel Alderete, 2021). 

En 1995 el Consejo de Estado de la República de Cuba le entregó la Medalla Alejo Carpentier. En 2005 recibió el Premio Nacional de Teatro y en 2020 el Premio Nacional de Literatura. 

Hernández Espinosa estuvo entre los firmantes de la carta oficialista que justifica la violencia del régimen contra las protestas ciudadanas que se producen en Cuba, y que ha generado el repudio de diversos artistas e intelectuales de dentro y fuera de la Isla.

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1 comentario

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Otro escritor oficial, por no decir esbirro, a lo Miguel Barnet. Supongo que tras toda una vida de "compromiso revolucionario," cuando llegan a la recta final se aferran a "la gloria que se ha vivido," como si en ello hubiera salvación alguna.