El artista de la plástica Tomás Sánchez dijo en declaraciones al Miami Herald que se sumó al boicot contra la XIV Bienal de La Habana en solidaridad con los artistas encarcelados en Cuba y ante la supresión de las libertades fundamentales.
"Me uní al movimiento #NoALaBienalDeLaHabana porque no es justo hacer una celebración del arte en medio de la represión de los artistas cubanos, en medio de la cantidad de artistas que están en la cárcel y en medio de la ausencia total de libertades en Cuba", dijo Sánchez a Andres Oppenheimer.
Sánchez, quien vive en Costa Rica, expuso en La Habana en 2015 y visitó la Isla por última vez en 2017. El 15 de octubre anunció en su página de Facebook que se uniría al boicot a la bienal.
El artista dijo que "nunca había roto totalmente los lazos, culturalmente hablando, con Cuba".
"Participé en exposiciones colectivas y me mantuve en contacto con instituciones culturales estatales como el Museo Nacional y el Centro Wifredo Lam", dijo.
Recordó que expuso en Cuba en 2015 porque esperaba que la Isla se abriera después de que el presidente Barack Obama restableciera las relaciones diplomáticas.
Sin embargo, según sus declaraciones, pronto se sintió desilusionado por el hecho de que el régimen no permitiera libertades fundamentales.
Una gran parte de los artistas que se han unido al #NoALaBienalDeLaHabana han sido críticos del régimen cubano durante largo tiempo. Pero ahora, luego de la brutal represión a las protestas callejeras del 11 de julio en toda la Isla, se les han sumado algunos artistas reconocidos internacionalmente que, hasta no hace mucho, participaban en los festivales de arte de Cuba.
Es el caso de Tomás Sánchez, un pintor hiperrealista cuyas obras se venden en casas de subastas de Nueva York y Londres por hasta 650.000 dólares. Sus pinturas también se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba y, según testigos citados por el Miami Herald, hasta en el Palacio de la Revolución.
Más allá del rechazo al evento expresado por artistas cubanos, al menos cinco figuras del ámbito internacional cancelaron su participación en la Bienal, como es el caso del crítico francés Nicolas Bourriaud, la curadora María Belén Sáez de Ibarra y los artistas Nathalie Anguezomo Mba Bikoro, Ursula Biemann y Aimee Joaristi Argüelles.
De acuerdo con una nota divulgada por la campaña #NoALaBienalDeLaHabana, en los últimos días 128 destacados creadores de Europa, América, África y Asia se sumaron al pedido de boicot a la cita de las artes visuales.
En este último grupo se encuentra la artista serbia Marina Abramovich, considerada "la madrina del performance". El boicot ya suma más de 600 firmas de artistas, intelectuales, comisarios de exposiciones y críticos de todo el mundo.
Las autoridades cubanas han lanzado su propia campaña de respuesta al boicot, pero apenas han podido reunir el apoyo de figuras conocidas y con obra destacada tanto dentro como fuera de la Isla.
Recientemente, los organizadores de la XIV Bienal rechazaron el boicot. El director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, Nelson Ramírez, respondió a la iniciativa afirmando que apoyarla supone "complicidad de facto con los poderes imperiales".
Para este buen pintor y mediocre político, la “represión de artistas cubanos” comenzó en Cuba después del 2017. Desde entonces, no expone en la isla.
Muy bien por Tomás Sánchez.