Entre películas, el cineasta Carlos Lechuga cae 'En brazos de la mujer casada'

Encuentros sexuales, críticas de cine, La Habana en medio de la crisis económica, dan cuerpo a la primera novela de Carlos Lechuga, un cineasta que entre películas ha probado suerte en la literatura. En brazos de la mujer casada, como explicó el autor en conversación con DIARIO DE CUBA, ha sido una especie de catarsis tras situaciones personales que ha superado.

La novela, publicada por la editorial Hypermedia, está a la venta ya en EEUU a través de Amazon, y podría ser presentada en la Feria del Libro de Miami en noviembre, si las condiciones lo permiten.

"Yo no me considero un escritor, yo soy un cineasta que, en espera de volver a filmar, se ha puesto a escribir", aclaró Lechuga.

"El tiempo que se demora entre el estreno de una película y volver a un rodaje puede ser, con suerte, de cinco años. Diez, a veces. Yo estaba trabajando en los guiones de mis próximas películas cuando Aleisa Ribalta, de la revista La Libélula Vaga me propuso, así como si nada, como una cosa loca, que le escribiera algunos textos", explicó.

"Yo acababa de salir de un divorcio y de una experiencia larga con la censura y estaba viviendo casi en la miseria. Entonces cuando me puse a escribir solté mucho, lo vomité todo y poco a poco mi cuerpo y alma fueron curando", confesó.

"En un momento dado, los amigos de Hypermedia Magazine y de El Estornudo me empezaron a pedir textos y me brindaron una columna. Entonces, como en un sueño, empecé a vivir de la escritura. Me empezaron a pagar por soltar mis locuras", celebró.

La mayoría de los textos de Lechuga tienen que ver "con la falta de amor, el deseo sexual y La Habana".

"En un momento Ladislao Aguado, de Hypermedia, me dijo: 'hagamos un libro'. El título En brazos de la mujer casada se lo debo a él", precisó Lechuga. 

"Mis textos semanales eran una especie de diario de lo que me iba pasando, lo que pensaba del cine, de Cuba. Y en un momento me enamoré de una mujer maravillosa, pero que estaba casada. Y entonces el arco del libro, de mis textos, fue ese. Ella fue mi obsesión", añadió.

En palabras de su autor, "en el libro se van a encontrar una serie de escritos que son como un grito de auxilio. Es el día a día y la neurosis de un hombre a punto de la crisis de los 40, que se ha quedado solo en La Habana y que tiene que empezar a reconstruir su vida. Se enamora de una mujer que no le toca. Y busca en la calle y se encuentra con una serie de mujeres que lo van haciendo repensar el país".

"Como me gusta tanto el cine, además de los encuentros sexuales y mis modestas opiniones sobre la crisis y el estado de las cosas en la Isla; también hay charlas y unas muy raras críticas de cine", concluyó.

Con su debut Melaza, una película que se estrenó en el Festival de Cine de Rotterdam, Carlos Lechuga recibió numerosos premios en varios festivales.

El censurado Santa y Andrés, su segundo largometraje, se estrenó en Toronto y San Sebastián y ganó, entre otros, el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival de Cine de Guadalajara.

En Cuba ninguna de las dos películas de este egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión ha disfrutado de un estreno comercial.

Melaza fue exhibida durante cinco días en una de las salas del pequeño Multicine Infanta de La Habana y participó en algunos festivales nacionales. La exhibición de Santa y Andrés, distribuida internacionalmente, fue prohibida en la Isla por el Gobierno.

Lechuga tiene en proyecto el filme Vicenta B, que narra la historia de una espiritista cercana a los 50 años que tiene un don y lo pierde. La médium se halla en el centro de un drama familiar a partir de la relación con su hijo, que acaba de cruzar la frontera de los 20 años y se encuentra descubriendo los horizontes más diversos de su sexualidad.