El Tribunal de Apelaciones del 11no. Circuito de EEUU decidió no atender el reclamo de cuatro líneas de cruceros demandadas en virtud de la Ley Helms-Burton por violar el embargo de Washington contra La Habana, las cuales habían pedido semanas atrás a esa instancia judicial devolver el pleito en su contra al Tribunal de Circuito donde este inició.
En una resolución dada a conocer el jueves 23 de enero, el Tribunal de Apelaciones decidió que la demanda de Havana Docks Corporation contra Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line Holdings, Carnival Corporation y MSC Cruises puede ser presentada a la Corte Suprema de EEUU, como desea el demandante.
De acuerdo con la resolución judicial, la moción a favor de Havana Docks Corporation fue concedida "hasta la disposición final del caso por parte de la Corte Suprema", para el cual la parte demandante tiene un plazo hasta marzo próximo.
La semana inicial de enero, Carnival, Norwegian, Royal Caribbean y MSC Cruises solicitaron al Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito devolver la demanda en su contra al Tribunal de Distrito, ante la posibilidad de que esta fuera presentada para su evaluación por la Corte Suprema de EEUU. Los demandados argumentaron que era poco probable que la máxima instancia aceptara escuchar la apelación del demandante.
En diciembre último, el Tribunal de Apelaciones había rechazado una solicitud de Havana Docks Corporation para una audiencia en pleno sobre el caso, lo cual dejaba solo la opción de recurrir a la Corte Suprema para proseguir la demanda.
En noviembre, Havana Docks Corporation había solicitado una nueva audiencia en pleno ante el tribunal, después que este revocara en octubre una decisión judicial que obligaba a las empresas a pagar multas por encima de los 400 millones de dólares por haber realizado operaciones utilizando propiedades confiscadas por el régimen de Fidel Castro después de 1959, sin pagar compensación a sus titulares.
Las líneas de cruceros luchan contra el veredicto, emitido a finales de 2022 por la jueza federal de distrito, Beth Bloom, en virtud del Título III de la Ley Helms-Burton, que las acusa y sanciona por participar en "turismo prohibido" y "actividades de tráfico", al transportar pasajeros a Cuba y utilizar los muelles e instalaciones construidas por la empresa estadounidense Havana Docks.
Dicha sentencia, la primera de su tipo en aplicar el Título III de la Helms-Burton, fue considerada entonces por la Cancillería cubana como "una agresión económica del Gobierno de EEUU, a escala internacional y de modo abarcador".
El juez principal del caso, William Pryor, y el juez Adalberto Jordan dictaminaron en octubre que aunque Havana Docks tiene un reclamo por la pérdida del muelle y las instalaciones y sus derechos para explotarlos, lo cual fue certificado independientemente por la Comisión de Solución de Reclamaciones Extranjeras del Departamento de Justicia, la compañía no tenía "ningún derecho de propiedad absoluta sobre ninguna propiedad inmobiliaria en el puerto de La Habana".
Los jueces dijeron, asimismo, que la mejor manera de interpretar la situación "es considerar el interés de propiedad en cuestión en una acción del Título III como si no hubiera habido expropiación y luego determinar si la conducta alegada constituyó tráfico de ese interés".
Una declaración conjunta de MSC Cruises, Norwegian Cruise Line Holdings y Royal Caribbean Group subrayó tras conocerse el veredicto que estaban "satisfechos con la decisión" y agradecieron al tribunal "por su minuciosa consideración del caso", pero no indicaron si evalúan que barcos de sus flotas regresen próximamente a los puertos cubanos.
No se debe hacer negocios con dictaduras totalirarias....!