"El peligro de la zona de Pilón y su entorno eran conocidos, sin embargo, no se realizaron acciones para reducir el riesgo en instalaciones dañadas por eventos anteriores y se incrementó la vulnerabilidad al edificarse viviendas y otros tipos de instalaciones sin criterios sismoresistentes", dijo Enrique Diego Arango, jefe del Servicio Sismológico Nacional.
En el artículo "Lecciones de los terremotos de noviembre de 2024 en Cuba suroriental", replicado por el portal oficialista Cubadebate, Arango explicó cómo las violaciones agravaron los daños y atentaron contra la seguridad de cerca de dos millones de personas de las provincias de Santiago de Cuba y Granma.
A juicio del experto, se han ignorado de forma reiterada los registros históricos, la constitución de los suelos y otros aspectos relacionados con la aceleración de las ondas, que son de obligatoria consulta para planificar las construcciones y figuran dentro de las recomendaciones del mapa de zonificación sísmica de la Isla, vigente desde 2017.
Al referirse a los eventos sísmicos de Pilón dijo: "Es importante resaltar que, si bien las réplicas pueden o no ser percibidas por las personas, lo cierto es que estas vibraciones siguen actuando sobre amplios territorios y continúan debilitando la infraestructura, sobre todo en obras anteriormente afectadas".
Aunque a lo largo del tiempo se han calculado con diferentes métodos las magnitudes e intensidades de la energía liberada, Arango criticó que "las personas tienden a olvidar el peligro y, en consecuencia, se construyen nuevas obras sin las medidas sismoresistentes adecuadas".
Con esta declaración, los científicos se distancian de la opacidad en la retórica mediática que habían mantenido hasta ahora, y los hacia cómplices de las negligencias estatales a la hora de proteger al pueblo, a pesar de que los decisores tienen en sus manos hace décadas los atlas y programas de contingencia para prever y atenuar el negativo impacto de los fenómenos naturales.
De acuerdo con cifras preliminares ofrecidas por el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, por los sismos "se han reportado 8.612 viviendas dañadas, de ellas 156 son derrumbes totales y 5.968 están calificadas como afectaciones menores".
El mayor número se registra en Granma, donde ascienden a 8.174 las afectaciones. En Santiago de Cuba los daños reportados a la infraestructura suman 438. En ambos territorios más de 300 escuelas y centros de salud colapsaron o presentan grietas de diferentes envergaduras.
Solo en Pilón, donde Miguel Díaz-Canel llegó con las manos vacías y salió sin ofrecer soluciones para mitigar el destrozo y la desesperación de miles de familias que lo perdieron todo, se reportaron 28.000 damnificados.
El peor de los escenarios se localiza en el área de ocho edificios donde radican 305 familias, de los cuales siete fueron certificados precipitadamente como habitables, y uno lo tienen que demoler.
Oslay Sánchez Aguilar, intendente de ese municipio, reconoció que el deterioro de los apartamentos y la falta de mantenimiento influyeron en que se afectaran sus estructuras y la de otros inmuebles, como la Secundaria Básica Ignacio Pérez Zamora, el Hospital Feliz Lugones y casi un centenar de escuelas, centros de salud y unidades de servicios.
Sin embargo, frente a las pésimas condiciones de los albergados, el derrumbe de cientos de casas y el dolor humano generalizado, el Estado respondió llevando a la orquesta Los Van Van hasta Pilón, para demostrar que "desde la cultura continúan salvando corazones".Díaz-Canel entró en Pilón con las manos vacías y salió sin ofrecer soluciones
Otros expertos corroboran las violaciones.
Durante las últimas décadas, los expertos han sugerido evaluar los factores que potencialmente pueden generar daños y tener en cuenta que los terremotos fuertes ocurren en Cuba con una periodicidad de 60 y 80 años.
También se han documentado fallas en el manejo de las labores educativas y preventivas, sobre todo en la construcción de viviendas con medios propios, donde la política oficial es "hacer más con menos".
Peores son los errores de los nuevos repartos, que se levantan donde quiera y como quiera, sin erradicar las fragilidades de las edificaciones.
Carlos, un arquitecto con 35 años de experiencia, dijo que varias administraciones han ignorado las alertas sobre daños estructurales y en los cimientos de más de dos decenas de edificios del distrito José Martí, de Santiago de Cuba, con peligro de desplome sin necesidad de que ocurra sismo.
"Es como si estuviesen negados a escuchar criterios para los que no tienen solución, pero obviando que dichas edificaciones llevan más de 50 años sin mantenimiento y se encuentran en una zona sísmicamente activa", advirtió.
Una situación "infame", opinó Alberto, de Servicios Ingenieros, presentan las salas comunitarias de televisión, ubicadas en las zonas de difícil acceso, que "fueron diseñadas en La Habana, no cumplen los requisitos del código cubano de sismoresistencia, sus creadores se negaron a reajustar el diseño para ahorrar materiales y, literalmente, son sarcófagos con televisores".
El arquitecto Marzan recordó las discusiones para evitar que la Escuela de Trabajadores Sociales se edificara en un área de fallas activas. "Algunos terminamos calumniados y acusados de problemas ideológicos, por oponernos a un proyecto absurdo, pero de Fidel Castro".
Un jubilado de las Fuerzas Armadas que dedicó alrededor de 20 años a la Defensa Civil explicó bajo condición de anonimato que "desde finales de la década de los 90 en Santiago de Cuba no se hacen ejercicios prácticos para mitigar los riesgos de los temblores de tierra".
Esas y otras fallas atentan contra la contextualización de los riesgos y afectan fundamentalmente a los más jóvenes, pues muchos jamás han oído hablar de los planes para mitigar las vulnerabilidades.
Alucinante,
¡¡¡ Música Popular Anti-Sísmica !!!
¡¡¡¡¿¿¿Habrá algo que hagan bien????!!!!!
No les importa, es así de simple.