Un sismo de 4,0 grados en la escala de Richter fue registrado el jueves 21 de noviembre frente a la costa del municipio de Pilón, en Granma, justo donde el 10 de noviembre se registraron dos terremotos de alta intensidad, con magnitudes de 6,0 y 6,7 grados, que dejaron al menos diez lesionados y cuantiosos daños materiales.
Según un reporte publicado por medios oficiales, la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional de Cuba registró a las 8:17AM un terremoto perceptible.
El epicentro de la sacudida se localizó en un punto a 19 kilómetros al sureste de Pilón, en específico en las coordenadas 19,76 grados de latitud norte y los -77,19 grados de longitud oeste, a una profundidad de diez kilómetros.
La entidad estatal aseguró que "hasta el momento se han recibido reportes de perceptibilidad en algunas localidades de la provincia Granma. Al cierre de la información no se reportan daños".
Por su lado, el Centro Nacional Investigaciones Sismológicas (CENAIS) cubano informó en sus perfiles en redes sociales, citando al doctor Enrique Diego Arango Arias, que "desde el pasado diez de noviembre, cuando ocurrieron los sismos de 6,0 y 6,7 a 40 km al sureste de Pilón, en Granma, se han registrado 5.053 réplicas, de ellas 120 presumiblemente perceptibles".
El pasado 19 de noviembre se produjo un temblor de 4,2 grados en la misma zona. En esa ocasión, Arango Arias afirmó en su perfil de Facebook: "Comienza a 'despertarse' el resto de la falla Oriente, que estaba dormida en los últimos días, hasta ahora normal en las zonas cercanas a Santiago de Cuba".
Según los expertos cubanos, ese despertar pudiera traducirse en un sismo de gran intensidad en los próximos meses.
Según números oficiales, los sismos del 10 de noviembre y sus numerosas réplicas dejaron al menos diez lesionados en el Oriente cubano, así como unas 5.200 viviendas afectadas.
En la franja costera del sur oriental se encuentra la principal zona sismogeneradora de Cuba, y en ella coinciden el mayor accidente oceanográfico del país y el roce entre las placas del Caribe y Norteamérica, que se alejan a razón de 17 milímetros por año, lo cual provoca movimientos sísmicos frecuentes.
En septiembre pasado, el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) detectó poco más de 550 sismos en la falla, como consecuencia de un evento perceptible del 7 del propio mes, que tuvo una magnitud de 4,1 en la escala de Richter, como indicativo de la creciente actividad de la falla Oriente, situada entre las bahías de Guantánamo y Santiago de Cuba.
Cuba registró en 2023 un total de 7.475 sismos, de los cuales 14 fueron perceptibles, indicó el CENAIS. En 2022 fueron 13 los terremotos perceptibles, casi todos en las provincias orientales.