Dos científicos cubanos fueron seleccionados recientemente como miembros de la Academia Mundial de Ciencias, en la Asamblea General de dicha academia, desarrollada en Trieste, Italia. Se trata de Rafael Bello Pérez, profesor e investigador de Ciencias de la computación de la Universidad Central Marta Abreu, de Villa Clara (UCLV), y Vladimir Besada Pérez, investigador químico del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), informó el periódico oficial Granma.
Según la revista oficialista especializada Juventud Técnica, durante dicha asamblea entraron a la Academia 79 nuevos miembros, 14 de ellos de países de América Latina.
El profesor Bello Pérez, quien es doctor en Ciencias Matemáticas de la UCLV y director del Centro de Investigaciones de la Informática de esa alta casa de estudios, forma parte del Grupo Asesor que a nivel internacional orienta en temas relacionados con la COVID-19. A lo largo de su carrera ha recibido nueve Premios de la Academia de Ciencias de Cuba, así como siete Distinciones Especiales del ministro de Educación Superior. Asimismo, ha sido condecorado con las medallas oficialista Carlos J. Finlay y Frank País, otorgadas por el Consejo de Estado.
Besada Pérez, por su parte, se desempaña con investigador del Grupo de Proteómica, en el Departamento de Biología de Sistemas del CIGB. Sus estudios sobre proteínas de células huésped, farmacocinética, glicómica y fosfoproteómica le han valido importantes resultados y publicaciones prestigiosas dentro y fuera de Cuba.
Los requisitos para acceder a la Academia Mundial de Ciencias incluyen ser miembro de la academia nacional, menor de 70 años, demostrar publicaciones y premios de alto impacto y contar con recomendaciones de expertos de los cinco continentes.
Esta Academia está integrada por más de 1.000 científico de 112 países. Diez de ellos son cubanos, y al frente del grupo funge la doctora Tania Crombet Ramos, coordinadora de la Sección de Ciencias Biomédicas de la Academia de Ciencias de Cuba e hija de Jaime Crombet, uno de los históricos del régimen, ya fallecido.
Entre los científicos cubanos que integran la prestigiosa organización, figura la experta en Inteligencia Artificial Yailé Caballero Mota, quien afirmó recientemente, ajena por completo al contexto de total depauperación en el que sobrevive la Isla, que "la Inteligencia Artificial está siendo muy útil para el desarrollo social en Cuba".
Es relevante este reconocimiento a científicos cubanos, toda vez que, en los últimos años, como parte del resquebrajamiento de la sociedad, la inversión gubernamental en ciencias ha decaído de forma drástica. En tal sentido, en junio de este año, a partir de que el régimen reconociera esta situación, el economista Pedro Monreal dijo: "parece existir alguna dificultad oficial para entender la escala del déficit de inversión innovadora, la parte del tejido institucional donde esta debería concentrarse, el alto riesgo de ese tipo de inversión y la viabilidad de posibles fuentes de financiamiento".
"Asumir que en Cuba se fomentaría la innovación sin un salto importante de la inversión en innovación a nivel de empresa (no solamente en centros de investigación) es un supuesto incorrecto. En un sistema económico, la empresa es el 'locus' de la innovación", dijo.
