Más del 39% de los beneficiarios de la Seguridad Social en Cuba recibe pensiones mínimas

Virginia Marlene García Reyes, directora general de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, dijo que más del 39% de los jubilados y pensionistas en Cuba reciben pensiones mínimas de 1.528 pesos (unos 4,7 dólares al cambio en el mercado informal), sin precisar el número de personas en esta situación de pobreza en un país con inflación desbocada.

En declaraciones al portal oficial Cubadebate sobre la extinción del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS), García Reyes negó que esta nueva medida deje a nadie en situación de desprotección, como si los que reciben los magros beneficios del Gobierno no estuvieran ya en tal condición.

"Se elimina una estructura centralizada, pero sus funciones pasan a la nueva Dirección General de Seguridad Social, que mantendrá el mismo objetivo: atender el sistema de seguridad social en el país", dijo.

Según la funcionaria, ahora "existirán departamentos de seguridad social tanto municipales como provinciales, junto con una dirección a nivel nacional que continuará atendiendo a más de 1.700.000 beneficiarios de la Seguridad Social".

En esta suma, dijo García Reyes, se incluye un presupuesto de más de 40 millones de pesos para el pago de pensiones.

En este apartado, dijo que "la población debe comprender que la Seguridad Social abarca una serie de aspectos más amplios que solo la jubilación" y que actualmente, "más del 39% de los beneficiarios reciben pensiones mínimas, que ascienden a 1.528 pesos, un monto que se calcula en función del tiempo de servicio y los salarios devengados".

En palabras de la funcionaria, Cuba enfrenta una "situación económica compleja", de cuyo agravamiento culpó al embargo. En una reiteración de la propaganda oficial, muy alejada de la realidad contada por las propias personas en situación de pobreza, García Reyes dijo que la decisión de reestructurar el sistema de Seguridad Social está enfocada en los jubilados y en mejorar las condiciones de vida de quienes han trabajado y aportado tanto al país.

"Estamos trabajando para que esta situación mejore, aunque las circunstancias actuales no permiten cambios inmediatos. En su momento, se implementarán los incrementos necesarios para beneficiar a los sectores más vulnerables", dijo.

Numerosos lectores del medio estatal no se tragan las promesas y consideran la crisis de los salarios y pensiones en Cuba como el resultado de "errores tras errores", mientras el pueblo llano sigue "pagando las consecuencias".

"Salarios insuficientes para la inflación que han generado por medidas incapaces, escasez monetaria, insuficiencia de medicamentos, de combustible, un sector azucarero paralizado casi en su totalidad que no es capaz de cubrir ni la demanda nacional (un país netamente azucarero desde la época de la Colonia y hoy lloramos por azúcar), apagones interminables matizados con cuentos increíbles, dificultades extrema de alimentación en la población con precios por las nubes, ausencia total de productos de primera necesidad en la red estatal y en el sector privado abarrotados con precios astronómicos… Es muy duro lo que se afronta hoy y así piden confianza", lamentó Jorge.

Para Roberto, el 95% de las pensiones de entre 1.528 y 1.733 pesos resultan de una fórmula errónea inventada en la Tarea Ordenamiento.

"'Más del 39% de los beneficiarios reciben pensiones mínimas que ascienden a 1.528 pesos' y dentro de este porcentaje hay miles, como mi madre que nació en 1930 y desde niña trabajó, que comenzaron a trabajar en la tierna infancia, hicieron Revolución, trabajaban en la producción y no llevando papeles de una oficina a otra, que participaron en todas las tareas, desde el Cordón de La Habana hasta el trabajo voluntario de la cuadra, y ellos, precisamente ellos, que hoy padecen mil y una enfermedades, solo reciben 1.528 pesos. ¿No da pena?", cuestionó Staly.

"La jubilación es un momento muy esperado, que marca un antes y un después en la vida de un trabajador. A partir de ese día se tiene la oportunidad de disfrutar unas vacaciones permanentes después de muchos años de entrega y sacrificios. Con el 'ordenamiento' ese propósito o esperanza se esfumó para los trabajadores civiles que ya estaban desvinculados del trabajo activo. Como jubilado quiero recibir lo que me gané para no vivir como si fuera una carga pública", dijo Elemental.

Para Mahidevran, "la protección social es inexistente porque las pensiones y ayudas son totalmente inefectivas".

"Una pensión de 1.500 pesos no alcanza ni para comprar una docena de huevos en estos momentos. La canasta básica o normada se ha reducido a puñados de arroz y azúcar y nada en octubre, a pesar de que estamos a mediados de mes. ¿Qué hijo puede hacerse cargo, cuando ni los salarios de las MIPYMES (muchas de las cuales pagan solo contra ventas efectivas) representan el costo de la vida? La mayor parte de los emigrados dispuestos a ayudar o no pueden hacerlo en la desmesurada extensión que se requiere o prefieren llevarse a la familia y resolver el problema de una vez. Mal anda la lucha por la descolonización (nueva campaña de la propaganda oficial) si a la vez se potencia el papel del mundo exterior como única fuente posible de bienestar", añadió.