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Industria ligera

Entre apagones, máquinas obsoletas y falta de tela: así sobrevive una fábrica de Ciego de Ávila

'En 2010 fue que la última vez que entraron equipos. Eran chinos, como 50, una inversión muy mala, por cierto'.

Ciego de Ávila
Un trabajador de Confecciones Trébol ante una máquina obsoleta.
Un trabajador de Confecciones Trébol ante una máquina obsoleta. Invasor

La industria textil cubana es uno de los tantos sectores productivos golpeados en la Isla por la desidia gubernamental, la falta de inversiones y de materia prima, así como por la obsolescencia de las máquinas, los bajos salarios y los apagones. Es esta la realidad de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Confecciones Trébol, de Ciego de Ávila, filial de la Empresa Cumbre, en Sancti Spíritus, según expuso el periódico oficialista local Invasor.

"El oficio, al menos en Trébol, continúa sin encontrar relevo. Además, ha tenido la desdicha de perder fuerza laboral constantemente en la última década", dijo el director de la entidad, Maikel Abreu García, quien indicó, asimismo, que "un grupo de ocho reclusos están capacitados para trabajar la sastrería" y apoyan en tal sentido.

"Los bajos salarios, en comparación con el trabajo por cuenta propia y demás formas de gestión no estatal, provocaron, en gran medida, la estampida desde hace unos diez años. Esa apertura estableció una fuerte competencia, sobre todo en la comercialización de uniformes, por los convenios realizados con entidades del polo turístico Jardines del Rey", explicó Abreu García.

En 2024, indicó el funcionario, a partir de un decreto que permitió incrementar los salarios, el número de costureras creció levemente, hasta las 53, "aunque se mantiene incompleta una plantilla que solicita más de 120 costureras", dijo. Así, "disminuyó el plan anual de producción. El objetivo es confeccionar 318.200 unidades, unas 10.000 menos que en 2023, en concordancia, asimismo, con la obsolescencia técnica", agregó.

En tal sentido, Rigofredo Mena Cabrera, quien se dedica a la reparación de los equipos en la fábrica, apuntó: "He tenido que pasar máquinas automáticas a mecánicas para que sigan funcionando. Lo más que reparo son los garfios, porque se desgastan. Le doy calor a la punta, lo inclino, lo rebajo interiormente para al final pulirlo. Hay que seguir con lo que hay porque por el 2010 fue que la última vez que entraron equipos. Eran chinos, como 50, una inversión muy mala, por cierto".

"La electricidad es la principal materia prima que nos falta", recalcó la costurera Liudmila Izquierdo, "pero la materia prima original, la tela, es deficitaria igual y origina, por supuesto, una multiplicidad de dificultades en el ciclo productivo", matizó Invasor.

Otro grave problema de la entidad es que "ni Trébol ni Cumbre poseen autonomía ni moneda dura para reaprovisionarse", dijo Abreu García. "La falta de tejido imposibilita negociar con clientes que buscan acercamientos. Esos propios clientes también han decidido estrechar lazos con los no estatales. La solución, a medias, ha sido comprarle a Servisa las sábanas, toallas, cortinas defectuosas del turismo para reconvertirlas en nuevas piezas y venderlas en nuestra tienda minorista", detalló.

Pero además de los tejidos, la falta de electricidad indicada por Izquierdo es uno de los elementos que con mayor agudeza lastran la producción textil en la provincia. De hecho, esta fue la razón para el reciente cese definitivo de una fábrica completa. "De siete que una vez tuvo Trébol, actualmente consta de tres: una en el poblado de Velasco, Primero de Enero; otra en Tamarindo, Florencia; y esta, en la cabecera provincial. El más reciente cese fue en Ciro Redondo, a causa de que la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila decidió retirar el transformador eléctrico allí instalado. El director de esa entidad, Daniel Pérez García, ha reconocido la necesidad de realizar dicha operación a partir del déficit de transformadores para reponer los averiados en el sector residencial", dijo Abreu García.

En cuanto a la proyección de la entidad, el funcionario indicó que "la propuesta inmediata es arrendar equipamiento y concretar nuevos clientes para el servicio extra de arreglos a la población". En tal sentido, el funcionario halla conveniente en un futuro próximo la conversión de la UEB en una MIPYME. "Ganaríamos en poder de decisiones y tendríamos ventajas respecto al flujo económico. Una de las intenciones nuestras sería tener acceso a materia prima y confeccionar, por ejemplo, ropa de moda, que ahora es un sueño", dijo.

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