Yindra tiene 31 años y dio a luz a los 16 a una niña a la que hoy acompaña a la consulta de ginecobstetricia. Madre e hija entran en las estadísticas en alza de embarazo adolescente en Cuba. El fenómeno refleja la disfuncionalidad de la fecundidad en un país donde las mujeres adultas se resisten a parir —la Isla tuvo el índice de natalidad más bajo en 60 años al cierre de 2023—, y la sociedad envejece.
Junto con la hija de Yindra también va a la consulta del segundo trimestre Mayelín, una madre de 28 años con otros dos niños de 12 y siete años.
"Tuve mi primer hijo con 16 años. A esa edad mis padres me obligaron a casarme con el hombre que me embarazó, 17 años mayor que yo. Creí ser feliz en los primeros tres años de relación, pero me dejó después de hacerme la persona más dependiente del mundo. Mi vida se derrumbó, estudios y una carrera soñada al garete… y las cosas de adolescentes que jamás pude disfrutar. Luego conocí al padre de mi segunda hija y con el que mantengo la relación. Intento salir adelante como puedo y deseando que este nuevo ser venga con mucha salud", cuenta Mayelín.
La adolescente hija de Yindra, cuyo rostro y complexión física la hacen parecer aún más joven, quiere una niña para hacerle trenzas, vestirla bonito y ponerle lazos, como hasta hace poco le hacían a ella. Su madre, sin embargo, prefiere un varón. "Que sea macho para que no tenga que pasar por lo que todas nosotras pasamos", dice.
Yindra evitó que su hija siguiera adelante con el adolescente que la embarazó, un "muchachito sin las condiciones de asumir paternidad alguna". El embarazo tuvo que seguir adelante por complicaciones con el tiempo y riesgos en la gestante. "Intentamos interrumpirlo, pero era tarde y la niña estaba presentando una patología que podía poner en riesgo su salud", relata.
En un debate en la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio, funcionarios precisaron que el 18,9% de los nacimientos de 2023 fueron partos de mujeres de entre 12 y 19 años de edad.
Antonio Aja Díaz, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, dijo que este tema representa una disfuncionalidad en la fecundidad cubana y es una problemática presente en más de 90 municipios del país.
De acuerdo con la psicóloga y demógrafa Matilde Molina Cintra, subdirectora del Centro de Estudios Demográficos, de la Universidad de La Habana, citada por el portal oficial Cubadebate, el embarazo en la adolescencia "constituye la mayor desarticulación presente en la fecundidad cubana, expresada en su baja tasa global de fecundidad, de 1,41 hijos por mujer, y la tasa específica de fecundidad adolescente por encima de lo esperado y deseado".
La tasa de fecundidad adolescente (nacimientos por 1.000 mujeres de 15 a 19 años) se ubicaba en 2020 en 51,5, bajó a 49,2 en 2021 y volvió a subir a 50,6 en 2022. Son datos del Anuario Estadístico de Salud 2022 (en su edición 51 y publicado en 2023) por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
El 16,7% del total de nacimientos en Cuba en 2019 se correspondió con los partos de las jóvenes de entre 15 y 19 años de edad, cifra que aumentó a 17% en 2020, a 17,1% en 2021 y para el año 2022 ya estaba en el 17,9%, superando al año siguiente el 18%. Y aunque son menos, también existen nacimientos por debajo de los 15 años.
El ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, reconoció ante los diputados en julio de 2023 que una problemática aún mayor que propia fecundidad adolescente es el incremento de los embarazos en edades todavía más tempranas, por debajo de los 15 años.
"Al cierre de junio de 2018 la fecundidad adolescente entre los 12 y 14 años representaba el 3,8% del total de gestantes adolescentes, mientras que al finalizar junio de 2023, ese indicador aumentó a 5,4%. Las provincias donde más crece este porcentaje son Santiago de Cuba, Granma y Las Tunas", precisaba entonces Portal Miranda.
Provincias como Las Tunas (22,7%), Holguín (21,3%), Camagüey (20,5%) y Granma (20,3%) presentan los mayores porcentajes de nacimientos de madres adolescentes.
Además, existe una mayor tasa de embarazos adolescentes en las zonas rurales, aunque hay excepciones, como Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, donde la tendencia es mayor en las zonas urbanas.
Jessica comenzó a tener relaciones sexuales a los 13 años. Lo había hablado con su madre, sabía de los riesgos sobre las prácticas sexuales sin protección, pero desistió de emplear dispositivos intrauterinos (DIU) y los preservativos empezaron a escasear: "Probé con una T de cobre y una medusa, pero el sangramiento y los dolores eran demasiado. Me quedé con los preservativos, pero en las farmacias dejaron de venderlos y al final me quedé embarazada", dice la adolescente, que hoy tiene 15 años.
Un estudio de Cubadata recién publicado reveló que el acceso a preservativos y anticonceptivos entre los encuestados ha sido bajo cuando los han necesitado.
La socióloga Reina Fleitas, profesora titular del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana, citada por Cubadebate, mencionó otras aristas del fenómeno: estos embarazos de niñas y adolescentes suelen producirse más en mujeres mestizas y negras, desvinculadas del estudio o el trabajo y en viviendas con bajos ingresos y en condiciones precarias.
Los casos antes citados por DIARIO DE CUBA residen en viviendas con pocos recursos. Excepto Jessica, todas han dejado la escuela. "Yo me planteo seguir hasta dónde pueda, no sé cómo será cuando tenga al bebé", dice.
Según el informe que presentó el Gobierno de Cuba de cara al 89 periodo de sesiones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), en el curso escolar 2022-2023 se reportaron 21.738 bajas de instituciones educativas.
Las autoridades dijeron que el abandono escolar se ubica fundamentalmente en los niveles de educación técnico y profesional, y que están asociadas a causas como el embarazo precoz.
"El embarazo en la adolescencia constituye un desafío para el país aun cuando se ha experimentado una ligera reducción en el año 2022, de 18,1% a 17,8%", añade el informe oficial, que no incluye el dato más reciente de 2023, de casi el 19%.
"Como parte de la política de prevención del embarazo en la adolescencia, se desarrollan acciones de promoción y educación para la salud en las comunidades, se promueve la maternidad y paternidad responsables, la prevención de conductas que entrañan riesgos sexuales y reproductivos, y el fortalecimiento de los servicios municipales de planificación familiar", dice el documento. La letra, sin embargo, continúa quedándose pequeña ante una realidad que repercute en el futuro de sus protagonistas, en un país golpeado por la pobreza y donde las mujeres y niñas siguen enfrentando discriminación por razones de raza y sexo, por mucho que las autoridades digan lo contrario.
Consecuencia de las Escuelas en el Campo y la destrucción de los valores familiares.
Me parte el corazón ver a todas estas pobres muchachitas. Son todas niñas que no saben lo que hacen o lo que quieren; excepto a la hora de abrirse de piernas ante cualquiera. Y claro, como todo lo demás, la culpa es principalmente de los hombres.
En el campo de concentracion totalitario todo es disfuncional y por tanto de caracter politico, al regirse por un grupo de gansteres que controla cada aspecto de la sociedad, desde las campanas pro-aborto hasta los gramos de arroz que consume un ciudadano.
No importa si en Ghana tambien hay miseria, o si en Haiti aumento el embarazo en adolescentes o si en en Egipto hay muchos abortos, tambien en esos lugares hay razones politicas detras de las penurias, aunque de aristas diferentes.
No hay porque politizarlo todo, en el mundo, sobre todo el subdesarrollado, hay una crisis generalizada de valores donde los principales afectados son los adolescentes y jóvenes y Cuba no es excepción, un mundo donde se prioriza el tener sobre el saber y cualquier anormal aneuronado se convierte en referente por el hecho de tener dinero aunque el origen de este sea mas que dudoso, basta ver lo que se consume de música, cine o redes sociales y el sexo obviamente no puede salir de esta ecuación, si sumamos todo esto el resultado será un desastre el cual ya comenzamos a ver.
“Cuba no es excepción, un mundo donde se prioriza el tener sobre el saber y cualquier anormal aneuronado se convierte en referente”…pero esas cosas pasan en el paraíso socialista? No es lo que dice la propaganda oficial…entonces SI ES UN PROBLEMA POLÍTICO.
Si en Cuba --lugar de esta noticia--la crisis generalizada de valores, como usted dice, provoca estos hechos respaldados en estadísticas, debiera ser asunto grave para un régimen que se precia en decir que los niños y las nuevas generaciones son su prioridad.
Señora, Cuba de forma expedita se está convirtiendo en lo que es, un país tercermundista "normal", como Honduras, Guatemala, etc, lo que fue hasta 1959, donde ya solo no se ven las privaciones económicas, también se ven las privaciones sociales, tanto es así que nos escandalizamos con ver en Cuba niños y jóvenes mendigando o prostituyéndose, lo cual es totalmente normal en otros muchos países incluyendo algunos del primer mundo, he tenido la oportunidad de vivir un tiempo en México, viajar mucho por América Latina y vivo hace años en Europa, he visto demasiadas cosas de este tipo, que sin entrar en política, no existieron en Cuba en muchos años, de hecho que estos temas sean noticia de prensa y los estemos comentando es una prueba.
Esa es su opinión, santo y bueno. La mía es que Cuba no es, ni ha sido, un "país normal" desde 1959. El régimen cubano, dueño y señor de todo, y algo muy importante, sin una sociedad civil independiente, y sin libertad de asociación, hacen del Estado todopoderoso responsable directo de cuanto desbarajuste existe sin posibilidad de reparación a menos que ese Estado intervenga. Si a esto se le añade que ese régimen lleva ya años de espaldas a los problemas sociales, mientras se dedica a negocios como los de los militares con GAESA y además robustece su dominio, la "normalidad" no la veo. Tenga buenas tardes o noche.
"Que sea macho para que no tenga que pasar por lo que todas nosotras pasamos". Eso de joven lo oí muchas veces. Por desgracia, sobre todo en las adolescentes madres recae la carga de un recién nacido: dejan estudios, salen a la vida laboral y deben asumir responsabilidades para las que no tienen todavía el suficiente desarrollo emocional. Pero el dicho es lamentablemente reflejo de la realidad, entraña una idea de "laissez-faire" para el varón en cuestiones de relaciones sexuales que ha plagado a la sociedad cubana por décadas y décadas.