Tras varios meses de tensiones, renuncia el Gran Maestro de la masonería cubana

Este domingo 18 de agosto, luego de meses de tensiones y disputas internas entre los masones, en las que también se involucraron las autoridades judiciales del régimen, el Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Mario Urquía Carreño, renunció a su cargo, tras permanecer varios meses aferrado a él, a pesar de que, en enero, fue expulsado del Supremo Consejo y, en marzo, la Alta Cámara del Rito decretó su expulsión de la Gran Logia Masónica.

"Antes de permitir que la división existente perjudique aún más a la institución y se incrementen los ataques que a través de las redes sociales se realizan, lo que aumentaría aún más la denigración a la que está sometida la Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. por parte de sus enemigos, en bien de la institución, este Gran Maestro renuncia al cargo", expresó Urquía Carreño mediante un comunicado oficial, al que tuvo acceso el medio independiente Cubanet.

Urquía Carreño, envuelto en un escándalo de corrupción a partir del robo de 19.000 dólares de su oficina, alegó "una incompatibilidad de criterios en la correcta aplicación e interpretación de nuestras leyes", para justificar su decisión y reconoció las arduas divisiones internas.

"Se han desatado el odio y los insultos entre hermanos, olvidando que juramos defendernos presentes y ausentes. La situación institucional muestra hoy una funesta división. Por las actuaciones vistas de algunos masones, se denota la existencia de un peligro creciente de agresiones y no permitiremos que esto suceda; la incomprensión ha sometido a nuestros hermanos", agregó.

Según detalló Cubanet, esta renuncia se produjo luego de una reunión de Urquía Carreño con más de un centenar de masones, este sábado 17, en el teatro de la Gran Logia de Cuba, en la céntrica esquina de Belascoain y Carlos III, en La Habana. Allí, los masones exigieron otra vez la renuncia del Gran Maestro y presionaron hasta conseguirla, congregándose ante la oficina del hasta ahora líder de la institución.

Como parte de las negociaciones que condujeron a esta renuncia, informó Cubanet, funcionarios de Urquía Carreño y tres masones de los que exigían su dimisión se reunieron a puertas cerradas para pactar las condiciones, que incluyen que, en lo adelante, este sea sustituido por el Diputado Gran Maestro Maykel Filema, nombrado por él, quien deberá convocar a elecciones en la próxima sesión de Alta Cámara, en el mes de septiembre.

"Consideramos que el señor Urquía Carreño es una persona con muy baja catadura moral como para ocupar el puesto de Gran Maestro y representarnos y ser nuestra voz ni aquí ni en ninguna parte del mundo", dijo Evelio Núñez, de la logia Eureka, a Cubanet.

"Esta no es una situación política, sino masónica", dijo el Soberano Gran Comendador, José Ramón Viñas Alonso, a dicho medio independiente. Viñas Alfonso contó, además, que agentes de la Seguridad del Estado le habían advertido durante un interrogatorio reciente que habría Mario Urquía Carreño "para rato", por lo que esta decisión pudiera ser arbitrariamente anulada por el Ministerio de Justicia y la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, cuyos funcionarios se han inmiscuido una y otra vez en los asuntos internos de los masones y, hasta ahora, han protegido a Urquía Carreño.

Según los masones, las acciones de estas instituciones del régimen constituyen pruebas de lo que ya sospechaban: que Urquía Carreño es "un hombre de confianza" de la Seguridad del Estado.