Tres expertos de la ONU piden a EEUU sacar al régimen cubano de la lista de estados patrocinadores del terrorismo

Tres expertos independientes de la ONU pidieron este martes a Estados Unidos que elimine al Gobierno de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado, con el argumento de que "es una acción apremiante en el actual contexto de desafíos económicos y humanitarios que enfrenta el país caribeño".

Alena Douhan, relatora especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales; Cecilia M. Baillet, experta independiente sobre los derechos humanos y la solidaridad internacional; George Katrougalos, experto independiente sobre el orden internacional, apuntaron en un comunicado conjunto que la designación del régimen en 2021 "supuso una serie de prohibiciones económicas y financieras adicionales con efectos adversos agravados sobre la capacidad del país para satisfacer las necesidades de su población en un momento crítico en el que Cuba enfrenta serios desafíos económicos".

Según los relatores, "esas restricciones comerciales adicionales ampliaron la lista de artículos prohibidos e implicaron la suspensión de la asistencia financiera y técnica estadounidense; la oposición activa de Estados Unidos al otorgamiento de préstamos a (el Gobierno de) Cuba por parte de instituciones financieras internacionales; y las posibles amenazas de interrupción de la asistencia a otros países que brindaran ayuda a Cuba".

"Dicha redesignación se ha sumado a los desafíos que ya ha enfrentado el pueblo cubano durante los últimos tres o cuatro años y a las perturbaciones debidas a la pandemia de COVID-19, los desastres naturales y los acontecimientos económicos y financieros que han afectado a las cadenas de suministro mundiales y los precios de los productos básicos y la energía", añadieron.

Sin mencionar la fracasada política económica del régimen, culparon a la designación de "exacerbar la incertidumbre y el miedo entre los países, las empresas y otras partes interesadas en mantener o desarrollar el comercio u otras relaciones" con La Habana.

Para los relatores, la medida ha tenido un "impacto humanitario grave que abarca la asistencia humanitaria y para el desarrollo, y la disponibilidad de bienes esenciales, como alimentos y medicamentos".

Declararon a la medida como responsable del "aumento de la inseguridad alimentaria a causa de la inflación de los precios de la comida y la contracción de la producción agrícola, resultados de la escasez de combustible y las restricciones a las importaciones de maquinaria agrícola, productos químicos, alimentos para animales y repuestos". Esta es la misma argumentación que suele hacer el régimen de La Habana.

Los relatores culparon a EEUU de "complicar aún más los ya complejos procedimientos de concesión de licencias para la exportación de medicamentos y equipos médicos al país, provocando una escasez que afecta a todos los sectores de la salud prioritarios".

Pese a las restricciones cuyo fin demandan los tres expertos, las compras de alimentos y productos agrícolas del Gobierno de Cuba en EEUU sumaron entre diciembre de 2001 y abril de 2023 la astronómica cifra de 7.000.437.831 dólares, según cifras del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés).

Si a ello se le suman las compras de productos médicos y las donaciones humanitarias, el volumen adquirido por La Habana en Estados Unidos pasa los 7.100 millones, de acuerdo con un informe presentado por el Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU.

En coincidencia con el discurso oficial de La Habana, los relatores consideraron que la designación del Gobierno de Cuba como estado patrocinador del terrorismo es "contraria a los principios fundamentales del derecho internacional, incluidos el principio de igualdad soberana de los Estados, la no intervención en los asuntos internos de los Estados y la solución pacífica de las disputas internacionales".

"Instamos al Gobierno de Estados Unidos a que cumpla plenamente con todas sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluso extraterritorialmente, y a que adopte medidas rápidas para poner fin a dichas medidas", dijeron.

El Departamento de Estado de Estados Unidos sigue considerando al régimen de Cuba como un Estado patrocinador del terrorismo, pese a que recientemente lo excluyó de su lista de países que no cooperan plenamente en el combate de ese flagelo.

La inclusión del régimen cubano en la lista negra fue una de las últimas decisiones que tomó la Administración de Donald Trump (2017-2021) antes de dejar el poder.

EEUU justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la Isla de miembros de la guerrilla colombiana del ELN, que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia. Durante la estancia de su delegación en la Isla, el grupo ilegal armado se adjudicó la autoría de un atentado con coche bomba contra la Escuela de Cadetes de la Policía de Colombia, que dejó 22 muertos y 87 heridos.

EEUU ha señalado además al régimen cubano en sus informes por "albergar a varios prófugos estadounidenses de la Justicia buscados por cargos relacionados con violencia, muchos de los cuales residen en Cuba desde hace décadas".

Recientemente, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, alineada también con el discurso victimista de La Habana, dirigió una carta dirigida al secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, en la que exigió al Gobierno que el régimen cubano sea retirado de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

La Conferencia de Obispos Católicos de EEUU envió esta carta a Anthony Blinken poco más de dos meses después de que la Comisión de Libertad Religiosa Internacional del país decidiera mantener a Cuba entre los países en los que se viola la libertad religiosa.