El drama del agua en Pinar del Río: 'no hay correspondencia entre las inversiones y el efecto logrado'

Luego de inversiones, conductoras, bombas y motores nuevos, con los embalses del territorio al 68% de su capacidad, los problemas con el agua en Pinar del Río no decrecen, más bien todo lo contrario y, según dijo una pinareña al periódico oficial Granma, "la situación en esta zona es cada vez peor".

En los últimos 40 días, a la cisterna de Maray García solo ha entrado agua por la red de acueducto una vez, detalló el diario y agregó que "ante la falta prolongada del vital líquido, no le ha quedado más remedio que comprar pipas, a un precio que oscila entre los 3.000 y los 5.000 pesos".

Pero luego de grandes inversiones recientes, que deberían haber mejorado dicha situación, los vecinos del barrio aledaño al hospital León Cuervo Rubio, de la capital pinareña, opinaron que "en vez de reducirse, los ciclos se han alargado y las presiones han disminuido tanto que el agua ha dejado de llegar".

La conductora de 800 milímetros que abastece esta parte de la ciudad se hizo completamente nueva hace apenas diez años, precisó Granma y subrayó que, a principios de 2022, el sistema recibió nuevos equipos de bombeo. "Luego del paso del huracán Ian, en septiembre de ese año, se realizaron otras acciones, como la sustitución de más de dos kilómetros de tubería en la zona de los llamados bypass", agregó.

En tal sentido, un vecino de la capital provincial dijo a Granma: "El agua en esta zona se recibía un día sí y un día no, y luego se fue alargando a dos, a tres, a diez, y en estos momentos está entre 15 y 20 días. Con esos arreglos que se hicieron después del ciclón, estamos peor que antes".

Además, luego de dos años de instalada una nueva toma de agua flotante en la presa Guamá, con la intención de beneficiar a más de 17.000 personas y con un costo de más de un millón de pesos, esta sigue sin funcionar, las más de 17.000 personas siguen sin recibir un servicio decoroso de abasto de agua y la inversión fue ahogada por nuevas y mayores ineficiencias, pues, según las autoridades, "un defecto de fabricación hace que no se pueda utilizar".

Además, la nueva conductora para mejorar el servicio en la comunidad de Entronque de Herradura, del municipio de Consolación del Sur, tampoco, según Granma, "ha tenido el efecto deseado".

Robert Hechavarría, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, dijo al diario que "las personas se fueron conectando directamente a la tubería, muchos de ellos con gruesas acometidas de una pulgada y hasta más, y eso terminó provocando que el problema que originó la inversión, persista. Los extremos de la red siguen afectados porque el agua no llega a ellos".

"Sustituir kilómetros de tuberías en mal estado por tuberías nuevas y colocar equipos de bombeo es algo que, indudablemente, tiene que significar más agua. No hay manera de que la ecuación pueda arrojar un resultado distinto", cuestionó Granma.

"Pero los errores humanos y la falta de rigor en ocasiones han estado empañando lo que se hace. Motores que se queman al poco tiempo de haberse instalado, salideros en redes nuevas e irregularidades en la operación de las válvulas han sido males recurrentes que limitan el alcance de inversiones y rehabilitaciones, y provocan que muchos pinareños hoy sientan que no hay correspondencia entre los recursos que se han destinado para aliviar el problema del agua, y el efecto logrado", agregó.

Para resolver los reiterados problemas con el abasto de agua en toda la Isla, el Gobierno cubano anunció recientemente que la cooperación del Estado de Kuwait en relación a la infraestructura hidráulica de la Cuba asciende a 102.300.000 dólares, otorgados en cinco créditos que se encuentran al 84,7% de ejecución.

Este dato fue revelado por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos pocos días después de que el diario oficial Granma reconociera que el 40% del agua que se bombea en Cuba se pierde debido al "mal estado de las redes, cuyos salideros debilitan considerablemente el flujo del preciado líquido y propician la fuga de grandes volúmenes".

Más de 20 años después de operaciones del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe en la Isla, el servicio de agua en Cuba está marcado por numerosas deficiencias, como las de Pinar del Río, que se repiten a lo largo de todo el país: la rotura de equipamiento; la falta de mantenimiento y de piezas de repuesto y accesorios; la obsolescencia de la infraestructura, que impide establecer un estimado de tiempo para resolver los problemas, a lo que se suma, en el presente, la carencia de combustible.