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Sociedad

El 41,6% de los niños cubanos sufre algún método violento de disciplina: urgen cambios de leyes

Es necesario un nuevo Código de la Niñez y la Juventud que realmente garantice la protección a los más jóvenes y debería priorizarse en el cronograma legislativo.

Madrid
Una madre cubana y su niño.
Una madre cubana y su niño. DIARIO DE CUBA

Lara y Esteban tienen dos hijos varones de cuatro y siete años. Son jóvenes padres cubanos con formación universitaria que intentan que sus niños reciban una crianza positiva sin uso de violencia ni castigos. Sus primos, sin embargo, son torbellinos que irrumpen la tranquilidad de la familia en medio de los gritos de sus padres y el llanto de rabia de los pequeños cuando reciben un castigo por su comportamiento. Ambas familias encajan en las estadísticas de una investigación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Cuba, que constituyen un llamado urgente a la transformación de leyes específicas en la Isla.

El informe "Violencia hacia niños, niñas y adolescentes. Aspectos relevantes de estudios realizados en Cuba", presentado en junio en La Habana, reveló que no pocas familias en la Isla adoptan procedimientos violentos de disciplina.

El material cita la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2019, cuyos resultados indican que el 41,6% de los niños, niñas y adolescentes de uno a 14 años fueron sometidos a algún método violento de disciplina, el 29,1% a agresión psicológica y el 33,1% a castigo físico. Sobre formas severas de castigo físico, el sondeo señala que lo sufrieron el 1,6% (los grupos de edades de cinco a nueve años y de diez a 14 años muestran los mayores porcentajes, 2,5%).

Aunque no ejerce su profesión, Lara es socióloga y trata con niños y adolescentes. Esta habanera renunció a su empleo estatal y repasa de manera particular a niños de primaria y secundaria en varias asignaturas. "Yo creo que es necesario cambiar el Código de la Niñez y la Juventud", dice.

"Hay una idea enraizada de imponer disciplina mediante actos abusivos, y un mal enfocado sentimiento de propietarios que exhiben madres, padres y personas adultas responsables de niños y adolescentes", señala la joven, cuya consideración coincide en parte con el estudio de UNICEF.

El informe de la organización añade que esta concepción "acentúa la 'naturalización'" de este mal y lo "invisibiliza".

El reporte de UNICEF alerta de que "la exposición temprana a la violencia influye negativamente en los procesos de aprendizaje y socialización de niños, niñas y adolescentes y fomenta patrones de comportamiento violentos".

Las autoras de la investigación señalan que la exposición prolongada a la violencia durante la niñez y la adolescencia puede también desencadenar limitaciones sociales, emocionales y cognitivas.

"Las personas violentadas en edades tempranas pueden adoptar comportamientos de riesgo para la salud física y emocional, usar sustancias adictivas, iniciar temprano las relaciones sexuales, tener un bajo desempeño escolar y adoptar conductas violentas. Muchas veces, los comportamientos vienen acompañados de trastornos de ansiedad y depresión", añaden.

Igualmente, alerta de que las formas de violencia se esconden en el entorno familiar como ese espacio privado en el que nadie tiene derecho a entrometerse.

Las autoras del estudio hacen alusión a cómo los problemas económicos, la emigración, las alteraciones en la dinámica familiar, entre otros, pueden ser factores desencadenantes de violencia hacia infantes.

Ámbito escolar

Según UNICEF, la mayoría de los estudios realizados sobre la violencia en el ámbito escolar en Cuba está relacionada con la violencia entre los propios niños y adolescentes, aunque existe también de los maestros hacia los alumnos.

En junio las autoridades educativas y policiales de Sancti Spíritus dieron por concluida la investigación en torno a la denuncia de agresión de una maestra a un niño de cinco años. Según la emisora local Radio Sancti Spíritus, que tuvo acceso al informe final del proceso, este refiere que "el niño dijo la verdad en relación con el golpe físico que le propinó la docente".

El hecho, ocurrido en la escuela primaria Mariana Grajales Coello, en Jarahueca, municipio de Yaguajay, provocó que la docente fuese sancionada con una medida administrativa. No es un hecho aislado, aunque muy pocos salen a la luz y otros son minimizados.

Mariza contó a DIARIO DE CUBA que tuvo una discusión con la directora de la escuela primaria donde estudia su niña de seis años. La pequeña le dijo que había sido maltratada por su maestra.

"Le dio con una regla en la mano por llevarle la contraria en medio de la clase y asimiló que otra pequeña le halara fuertemente el pelo. El curso estaba en sus últimos momentos y el próximo ya la niña tiene otra maestra, por eso no continué la pelea. No sé si habrán tomado medidas o no con la señora maestra", dijo.

Según la investigación de UNICEF, la violencia en el ámbito escolar está relacionada con la violencia entre los infantes, pero existe también de los maestros hacia los alumnos.

Las mayores manifestaciones de violencia son verbales, "como forma disuasoria cuando el adolescente incumple las órdenes o por actos de indisciplina. Los profesores ejercen violencia tanto simbólica como explícita en el ejercicio del poder a partir de la adscripción a su rol de autoridad pedagógica", añade.

También menciona sesgo de género, que es más visible entre los estudiantes (agresión física entre varones y humillaciones y amenazas entre las hembras). Las niñas y jóvenes suelen ser las más violentadas —en cada una de las formas de violencia—, lo que el estudio atribuye al modelo patriarcal que existe en la sociedad cubana.

De hecho, una de las conclusiones del informe señala que "las manifestaciones sistematizadas apuntan a una realidad donde es posible distinguir el vínculo de la violencia contra la infancia con la violencia de género sufrida por las mujeres desde las primeras etapas de la vida".

Aunque UNICEF reconoce el nuevo Código de las Familias como avance hacia la protección legal de los derechos de la infancia y la adolescencia en Cuba, recomienda un vínculo más eficaz entre las instituciones y los programas que abordan la violencia infantil y una mejor preparación de los profesionales que tienen que relacionarse con niños, niñas y adolescentes.

Un código obsoleto

La abogada Maylin Fernández Suris, especializada en asuntos de familia y violencia de género, considera que se hace necesario un Código de la Niñez y la Juventud que realmente garantice la protección a niños y adolescentes.

"El Código surge en 1978, entró en vigor más de diez años antes de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, por lo que no se ajusta a los mandatos de ese instrumento internacional", señala.

"En toda la normativa se habla de la formación revolucionaria de niños y jóvenes, un objetivo que no forma parte de la esencia de los códigos diseñados para la real protección de derechos. El contenido se aleja de la obligación que tiene el Estado para con los niños y los adolescentes. No puede ser al revés", dice Fernández Suris.

En palabras de la abogada, "sin aplicación práctica (no tiene normas de procedimientos, ni procesos especiales) el Código de la Niñez y la Juventud en Cuba es un código rezagado en más de 40 años que, además, tampoco se ajusta a la realidad actual de Cuba, sumida en violencia".

"No solo vemos niños jóvenes que son víctimas, sino que también están en papel de acusados. La creciente violencia que se ve en Cuba está mayormente ejecutada por adolescentes", afirma.

También cita la violencia policial contra esta población como la ocurrida durante las manifestaciones del 11J. Esto "demuestra que faltan políticas públicas o que algo no está funcionando desde el derecho, desde la normativa", alertó.

"Es una ley prevista para que se actualice en el actual cronograma legislativo y yo albergo la esperanza de que realmente la nueva normativa que se dicte sí proteja los derechos de los niños y los jóvenes y que contextualice la protección de ellos en la realidad cubana", concluye.

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4 comentarios

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Al niño le enseñan a repetir: seremos como el Che= seremos asesinos, deshumanizados, máquinas de matar.

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La violencia más brutal sobre los infantes es la que ejerce el régimen fascista antillano a través del adoctrinamiento, la desnutrición y el exilio forzoso de sus familiares.

Será que pretenden guardar en condiciones óptimas la integridad de los infantes para que los verdugos gubernamentales puedan disponer de "materia virgen" para sus golpizas.

codigos, regulaciones, leyes blablablabla: en una finca donde la Madre no sabe como va a alimentar sus hijos, y un Padre como le va a dar un techo descente y seguro que esperan