Las autoridades educativas y policiales de Sancti Spíritus dieron por concluida la investigación en torno a la presunta agresión de una maestra a un niño de cinco años, que fue denunciada en mayo en las redes sociales por un familiar del menor. Según la emisora local Radio Sancti Spíritus, que tuvo acceso al informe final del proceso, este refiere que "el niño dijo la verdad en relación con el golpe físico que le propinó la docente".
El hecho, ocurrido en la escuela primaria Mariana Grajales Coello, ubicada en la comunidad de Jarahueca, en el municipio de Yaguajay, provocó que la docente fuese sancionada con una medida administrativa, "consistente en su traslado a otra plaza en condiciones laborales distintas por un período de un año", informó el director general de Educación en el municipio, Asiel Carvallo González.
El funcionario dijo al citado medio de prensa que "no existe evidencia física de la supuesta agresión tras la revisión clínica del menor por parte de especialistas del hospital Joaquín Paneca Consuegra. Jamás hubo hematoma o marca alguna en la piel. Sin embargo, permanece el criterio del niño quien alega que la maestra lo golpeó".
"Se aplicaron diferentes técnicas, como encuestas y entrevistas con la familia del menor, trabajadores y los propios estudiantes del aula para llegar a la verdad y tenemos que decir que estos instrumentos no arrojaron criterios desfavorables contra la maestra, sino todo lo contrario", destacó.
Ante este panorama, y al no estar de acuerdo con el dictamen preliminar emitido por la comisión investigadora, la familia del menor decidió trasladarlo al Centro de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (CPNNA), en La Habana, donde fue evaluado por diferentes especialistas que declararon con razón la denuncia realizada por el padre del infante.
El texto, firmado por María de los Ángeles Gallo Sánchez, directora nacional de Primera Infancia, refiere que el desarrollo cognitivo del menor está por debajo de lo esperado para su edad cronológica, lo cual puede deberse a problemas orgánicos generados durante el nacimiento o a la falta de estimulación en el medio familiar. Resaltó que el objeto con el cual el niño alega haber sido golpeado fue un juguete de madera.
Al propio tiempo, los especialistas de dicho centro sugirieron a ambos padres "perfeccionar la atención integral que le brindan actualmente al menor para encaminarlo y garantizar su adelanto". Consideraron, asimismo, que en caso de que el hecho adquiera una connotación penal, "el menor no debe asistir a la vista de un juicio oral en función de su protección y de evitar su victimización secundaria".
"Tuvimos en cuenta todo esto y no sancionamos a la docente del modo más drástico. Se trata de una maestra que había mantenido una conducta correcta en el sector educacional, con un accionar intachable hasta este momento. La medida ya fue notificada a la trabajadora, a la familia del menor, a la Dirección General de Educación de la provincia y también al Ministerio de Educación", concluyó Carvallo González.
Especialistas consultados por DIARIO DE CUBA consideran poco probable que la maestra espirituana sea juzgada desde el punto de vista penal, pues para ello tendría que existir un certificado de lesiones que acredite que el niño requirió tratamiento médico como resultado de ellas. El certificado tendría que ser emitido por la profesional que lo atendió. Solo en ese caso, la docente podría enfrentarse a un delito de lesiones, agravado por el hecho de que la víctima es un menor en situación de vulnerabilidad.
