Al menos 50 robos en 34 parroquias y casas religiosas de la Iglesia Católica han ocurrido en Cuba desde marzo de 2023, informó el canal católico de noticias EWTN, a partir de una serie de incidentes en entidades religiosas en La Habana y de las constantes denuncias de sus autoridades, quienes han identificado al responsable de al menos de seis de estos hechos, sin que la Policía haya intervenido hasta ahora.
EWTN precisó que los ladrones han sustraído todo tipo de objetos, desde equipos eléctricos como televisores, microondas, laptops, ventiladores y sistemas de audio, hasta lámparas y bombillos. Además, la Arquidiócesis de La Habana señaló que de los templos y espacios bajo su jurisdicción han sido sustraídos refrigeradores, animales de finca, balas de gas, fogones, lavadoras, ropa de cama, manteles y artículos de aseo personal, así como imágenes religiosas y donativos recolectados durante celebraciones litúrgicas.
El medio de prensa destacó que a finales de junio fue atrapado un individuo mientras robaba en la parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en el municipio de Diez de Octubre. Las autoridades policiales nunca llegaron al lugar para detenerlo y, por esta razón, los responsables de dicha iglesia debieron dejarlo ir, a pesar de tener probada su participación en el hecho y en otros cinco similares en templos de La Habana, además de otros robos en espacios no religiosos.
"¿Quién responde por el robo y el vandalismo hacia el patrimonio eclesial en Cuba?", cuestionó EWTN y, en tal sentido, resaltó que, por ejemplo, la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, en Ciego de Ávila, ha sido robada en diez ocasiones sin que la Policía intervenga.
"Todos los meses, por los menos una piedra, dos piedras, cinco piedras son lanzadas contra las ventanas de la iglesia a una hora en que los autores no pueden ser vistos", dijo a EWTN el padre Kenny Fernández Delgado, párroco de la iglesia de San Antonio de Padua, en Arroyo Naranjo.
"En la mayoría de los casos, ya sea de estas intimidaciones o los robos comunes que puede haber en las iglesias, el Gobierno no les da prioridad. Por tanto, la Policía no hace una gran labor y casi siempre pasan desapercibidos o se quedan sin resolver, lo cual incita a que existan más robos y la gente entienda que puede hacerlo", subrayó el periodista Adrián Martínez Cádiz, quien asoció estos hechos a actos intimidatorios de la Seguridad del Estado contra sacerdotes que critican la situación del país.
Hace pocos meses, en su perfil de Facebook, Fernández Delgado denunció el estado de indefensión de los cubanos frente a la ola de asaltos que toma fuerza en la Isla. "Nuestro país se ha vuelto más inseguro por la impunidad que gozan algunos delincuentes, y ellos los saben, y eso les da más alas", resaltó.
Los ladrones son ladrones no importa cómo se mire; no se puede esperar que gente así tenga reservas a la hora de echarle mano a lo ajeno por una cuestión moral o de respeto a "espacios sagrados", y menos en un país como Cuba.
En 1963, en plena campaña del Gobierno contra el catolicismo con iglesias destruidas y saqueadas por orden del dictador Fidel Castro, las hordas comunistas entraron en el Santuario del Cobre y robaron todo lo que pudieron: objetos de oro y de plata, imágenes,etc. Poco después, como un castigo de Dios, llegó el ciclón Flora, dejando cientos de muertes y un millardo de dólares en pérdidas agrícolas en los alrededores del Santuario. Hoy, los robos a iglesias son incentivados por la misma dictadura.