Aunque sea un líder "designado" y presumiblemente "indeseado" por la mayoría de los cubanos, es un hecho que el presidente de Cuba es Miguel Díaz-Canel. No solo es el jefe de Estado y del único partido legalmente permitido, en la práctica también es el jefe de Gobierno, aunque existe la figura del primer ministro, pues no tiene suficiente autonomía como tal.
Incluso sometido a la tutela de Raúl Castro, la responsabilidad de conducir el país oficialmente está en sus manos y ello implica que ha de tener "un plan" para intentar conseguirlo. Sin embargo, más allá de la recurrente aclaración de que representa "la continuidad" del sistema que lo forjó como cuadro dirigente y lo seleccionó para el alto cargo que detenta, resulta difícil descifrar las particularidades de su estrategia, asumiendo de antemano que la hay.
En la reciente entrevista que concedió al amigable y condescendiente Ignacio Ramonet, el mandatario cubano dejó ver los esbozos de su plan, cuando el periodista francoespañol le preguntó sobre las medidas para salir de los aspectos más penosos que golpean a la economía en general, sin mencionar "la crisis". Díaz-Canel explicó finalmente su tesis económica, seguramente derivada de sus altos estudios y la aplicación de la "ciencia y la innovación", que tanto repite como eslogan.
Mencionó lo mismo de siempre, lo que hemos ignorado por banal y gastado, pero la novedad es que ahora sabemos que toda esa bazofia es precisamente su plan económico, y eso lo vuelve más grave. Enumeró como de costumbre todo lo que pretenden lograr y nunca han logrado, así como las leyes desfasadas que se promulgan sin resultados.
"Estamos buscando las maneras de estimular la producción nacional", dijo. Cuando finalmente lo consigan, entonces se podrán llegar a "satisfacer las necesidades internas del país", porque él está consciente de que "nosotros [debió referirse al país, no al sistema] podemos producir la mayor parte de los alimentos que necesita el país e importar menos", y lograr la eficiencia para tener "competitividad en las exportaciones, para [así] ingresar divisas y hacer sostenible esa producción nacional".
Y todo luce perfecto como aspiración, pero inviable bajo un sistema que no moviliza las fuerzas productivas, sino todo lo contrario, las estanca y destruye. Solo en casos muy aislados funciona el modelo económico cubano, impulsado por personas fuera de lo común o con apoyos oficiales por prioridad territorial para tener sitios productivos "vitrinas" que mostrar a las visitas del nivel superior y a la prensa oficialista.
Pero lo más interesante de todo es cómo definió la fórmula para dar el salto económico: el plan de Díaz-Canel es convertir esas excepciones en la regla general. Con las manos extendidas en forma de plegaria, lo explicó así: "Hemos encontrado buenas experiencias, que en condiciones iguales de bloqueo encuentran respuestas para lo que tenemos que lograr". Se refería a "buenos resultados" o "éxito económico". "Aunque digamos que hoy son las excepciones", señaló. "Por otro lado", continuó, "tenemos lugares que hemos visitado también, (donde) los desempeños no son los adecuados". Con esto último se refería a desempeños ineficientes o ineficaces.
Para este Keynnes caribeño, la clave es muy sencilla: "que estos [la mayoría disfuncional], inspirados en el ejemplo de estos que hacen las cosas distintas [la minoría que funciona bien], vayan a un desempeño mejor, y entonces lo que hoy es excepción se convierta en regla".
Según Díaz-Canel, los casos excepcionales que funcionan bajo la continuidad del sistema estatal-socialista de partido único lo hacen porque aplican lo que recomiendan desde el Gobierno: "la resistencia creativa".
Mientras que la mayoría de las empresas que son ineficientes e ineficaces no tienen igual éxito porque "están más abrumados por el peso de las restricciones del bloqueo" y no han asumido todavía "la resistencia creativa".
En resumen, su plan es convertir las excepciones en regla, lograr que un modelo económico que solo es viable y exitoso en raros ejemplos puntuales logre un éxito general a base de seguir el ejemplo de esos casos raros. Con razón no consigue ningún avance, ningún resultado positivo y no genera la más mínima confianza en el pueblo.
Tras seis años en el poder, exponencialmente desastrosos, todo indica que para conseguirlo no le servirá de nada a Miguel Díaz-Canel su doctorado en "Gobierno basado en ciencia e innovación". Necesitaría más bien uno en magia o alquimia, si es que existen.
¿pero hay un plan?
Sí, salir corriendo en cuanto puedan, eso sí, siempre que sean capaces de llegar al aeropuerto o al submarino.
Pfff, y todavía la gente sigue creyendo que este hombre está a cargo de dirigir el país. ¿Desde cuando los peones mandan?
Que se apure en poner en practica y mostrar resultados en 4 meses, que despues del debate de anoche, la prorroga de los blandengues d'RATAS hacia los biranos se acaba en Noviembre 5.
Plan de machete. Si no han dejado una cosa en pie.
Cualquier persona que decida apoyar o dirigir un proyecto que en sus primeros 65 años solo ha demostrado fracasos, o bien es muy comemierda o un gran hijo de puta...yo creo que el Xingao no es comemierda...
Llevan 65 años vendiendo una entelequia que ellos mismo no se la creen. Los términos y la verborrea va cambiando de generación en generación , pero la historia sigue siendo la misma; la de no dar el brazo a torcer y mantener el poder y su privilegios a toda costa. Los tataranietos de esta generación seguirán oyendo la misma salmodia en 2125.
Su plan? Mucha moringa, mucha ciencia, y mucho jugo de limón, que es la base de todo, recuerdan?😀
De momento, el único plan de Díaz Canuto, es esperar quién será el último en apagar la luz del Morro.
El tiene la responsabilidad de un presidente, y la autoridad de un mayordomo. Porque así lo quiere Raúl Castro. Sin embargo, en estos tiempos nos conviene a casi todos los cubanos que el Presidente se niegue a dar otra orden de fuerza contra el pueblo. Si el mayordomo se presta una vez más para sostener la violencia contra los ciudadanos, entonces ya es más difícil señalar a Raúl Castro como el culpable de salpicar las calles con sangre. Y si el mayordomo se niega abiertamente a una orden de ejercer la fuerza contra el pueblo, el se convierte en político, y Presidente de Cuba con P mayúscula.
Él sabe lo que le pasó a Dorticós el día que se creyó Presidente de verdad.
Xing Jao .. ni corta, ni pincha y no sabe rezar ... así que 'tá embarca'o ...
¿Qué pasa Chato? Deja de imitarme.
Cantinflas
Bueno ... Xing Jao pudiera ayudar a Bidél Joe a terminar de destruir a los Esta'os Juntos ...
¿ Vieron el debate ... ?
Candy la Salá y planes son en lógica formal lo que se llama un razonamiento de juicios opuestos
No importa lo que diga o afirme como hechos, su lenguaje es un lenguaje de barricada para intentar explicar lo inexplicable. Más allá de pasar deseos y especulación por realidades.
El plan económico de los esbirros en el poder, es hacer lo que sea necesario para mantenerse en el poder. Todo lo demás es secundario.
Plan? No hay plan. Seguir culpando al embargo de todos los males y seguir viviendo como burgueses al mismo tiempo que siguen matando de hambre a los cubanos y destruyendo Cuba.
Que se vayan el y los Castro, la crisis se resuelve en 24 horas; la destrucción de los valores, de la Cubanía y sus consecuencias, un siglo.
Este artículo es innecesario, todo el mundo sabe que Diaz Canel es un inepto e incapaz puesto a dedo que ha destrozado lo poquísimo que quedaba de la mal trecho economía cubana.