Más de la mitad de los ganaderos de Camagüey incumplen su producción de leche y, de ellos, 1.792 no entregaron ni un litro en mayo, criticó el periódico oficial Adelante y pidió "medidas más enérgicas" en una provincia que decide una cuarta parte de la leche y la carne de vaca que anualmente se producen en Cuba.
La situación coincide con una de las peores crisis que azota esta región centro oriental, incapaz de revertir el desastre pecuario, a pesar de recibir 36 millones de euros del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para ello.
Adelante señaló por "incumplidores" a 4.198 campesinos, de los 8.023 comprometidos a producir este año más de 52 millones de litros de leche fluida, mientras Cuba recibe donativos de varios países y pidió ayuda al Programa Mundial de Alimentos de forma urgente e indefinida.
"Llama la atención que no se observa una reacción para exigir el incremento de la entrega, a sabiendas de que en cada territorio son conocidas las personas que muestran apatía o desinterés por sus respectivos aportes a la economía nacional", escribió el periodista Enrique Atiénzar.
A la cabeza de la "lista negativa" está el municipio de Guáimaro, que hace unos días recibió una visita de Miguel Díaz-Canel envuelta en mensajes triunfalistas.
"Los precios no pueden ser la razón", fustigó Atiénzar. Citó a René Mola Valera, jefe del Departamento de Acopio de Leche de la Empresa Láctea Camagüey, quien dijo que los productores ganan 38 pesos por litro —70 los sobrecumplidores—, cuando en el mercado informal pueden quintuplicar la cifra.
Los precios bajos son precisamente, junto a los impagos y la falta de recursos, las principales quejas de los productores, que señalan la irrentabilidad de la ganadería en las condiciones actuales y buscan solventar como pueden los gastos de sus fincas. A esto se suma los robos impunes de ganado, de los que el Gobierno culpa con frecuencia a los propios campesinos.
En Camagüey se acopian como promedio diario unos 200.000 litros de leche, cuando la provincia tiene condiciones para recoger 360.000, lo que incide en la inestabilidad actual del producto, que afecta principalmente a las familias con niños pequeños.
"Es una llaga en carne viva para todas las que tenemos hijos, en un país donde las privaciones te dejan sin soluciones", dijo Aniuska, una madre residente en La Vigía.
La UNICEF ha advertido que al menos el 9% de la población infantil de Cuba sufre pobreza alimentaria grave. El dato ha sido considerado muy conservador por organizaciones como Food Monitor Program y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
Sin bien el Gobierno niega que eliminará las dietas médicas, la distribución destinada a enfermos crónicos, círculos infantiles, hospitales, casas de abuelos y hogares de niños sin amparo filial continúa suspendida.
La situación y la propaganda oficial ponen a las familias contra los ganaderos. "El descontrol no es solo el monotema de Vertientes", un municipio con "deudas" en el acopio, "sino el de las madres de toda Cuba en las redes sociales y grupos de maternidad y crianza, que no pueden más y exigen que el Gobierno busque soluciones", dijo Diana Noguera.
"Me rompe el corazón y me acaba con la paciencia escuchar llorar a mi niña de ocho años porque no le dan ni yogur de soya, mientras esa leche, que sí se produce, termina en el mercado negro a hasta 200 pesos el litro", apuntó Elena Varona, del reparto Previsora.
"No podemos comprar la leche porque en las tiendas no hay y los que la venden todos los días le suben el precio", dijo Tamara, quien advirtió que, además, "con los apagones la leche a veces llega ácida a los puntos" de distribución del Estado.
Uno de los campesinos consultados confirmó que el problema no tiene solución inmediata, ya que "a las dificultades de los productores se suman los de la empresa con el combustible y el transporte, por lo que muchas veces la leche la hacemos queso o se pierde en el monte".
Cronología del desastre pecuario
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, la masa ganadera ha decrecido casi de forma constante desde 1985, a tal punto que Camagüey, al igual que Cuba, perdió el 25% de las reses.
Por décadas el territorio agramontino fue el eje central de la ganadería cubana. En 1989 aún producía el 40% de toda la leche de la Isla.
2020 fue un año trágico para la ganadería camagüeyana. 41.000 reses murieron por desnutrición y el mal manejo del rebaño.
Al cierre de 2023 se produjeron 38 millones de litros de leche menos de lo esperado. Durante el último trienio también decreció la cifra de ganaderos con posibilidades de ordeño, de 8.581 a 7.448 en 2024.
A pesar de que la escasez de leche no ha hecho más que empeorar, la fábrica de Sibanicú mantiene sus ofertas de productos lácteos para las plataformas de venta online y los hoteles de Varadero, Santa Lucía y la Cayería Norte de Ciego de Ávila.
Un panorama distinto exhiben instituciones "para el pueblo", como La Vaquita, donde 190 productores de 45 cooperativas incumplieron la entrega de 19.000 litros de leche.
