Dieciocho personas vinculadas a cercad de 20 robos en bodegas de La Habana serían las responsables del desabastecimiento de productos racionados que perjudicó a miles de consumidores en la capital cubana, según un reporte de la televisión estatal.
"El actuar de los implicados afectó la canasta básica de miles de personas y núcleos familiares en La Habana", aseguró el periodista Manuel Alejandro Reyes en el reportaje, transmitido en el Noticiero de la Televisión Cubana.
El reportaje, que refleja el esclarecimiento por parte del Ministerio del Interior (MININT) de esos hechos delictivos ocurridos en 2023, llega en medio de un empeoramiento de la escasez de comida que obligó al Gobierno de Cuba a pedir auxilio al Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
La leche, que las autoridades cubanas recortaron en febrero a los niños, incluso a los que padecen enfermedades crónicas, es uno de los productos más afectados por los robos en bodegas de La Habana, de acuerdo con el reporte.
"Los productos que más fueron impactados fueron de la canasta básica familiar normada, como el arroz, el cigarro, el aceite, la leche y el café", enumeró Iraida Saldívar Díaz, técnica de Seguridad y Protección de Comercio de La Habana.
El material destacó que, debido a los hechos delictivos, "el Estado tuvo que reponer" luego los productos "para que no se afectara el pueblo".
Los imputados podrían enfrentar condenas de entre siete y 15 años de cárcel por el delito de robo con fuerza en las cosas de carácter continuado, explicó la fiscal Lisney Rojas Ibañez. Las penas serían mayores para los imputados que sean multireincidentes.
En los hechos participaron choferes de la transportación pública, por ejemplo, de las llamadas Gacelas y de la ruta A-13, de acuerdo con la instructora penal mayor Zamara Hernández Ménguez. La mercancía robada era transportada desde el lugar de los hechos a su destino final, según la oficial.
Los cerca de 20 hurtos forman parte de otros registrados en la capital cubana en 2023 y se suman a otros robos con fuerza o delitos de naturaleza económica en los que participaron personas ajenas a las unidades comerciales y trabajadores del sector, informó el periodista.
Durante las investigaciones se detectó que en los lugares robados los custodios estaban ausentes, las plantillas del personal que realiza el servicio de guardia estaban incompletas y la falta de control sobre este por parte de las administraciones. A ello se suma que no había rejas ni candados.
Las investigaciones también permitieron la recuperación de "un nivel importante de productos sustraídos", de acuerdo con el reporte.
El Noticiero de la televisión estatal resaltó que "como resultado de la de la labor de prevención y enfrentamiento se manifiesta una disminución de estos hechos en bodegas de la capital". La reducción de estos delitos significa que el Gobierno no podrá volver a echarles mano como justificación para el déficit de los cada vez menos productos que los cubanos compran a través de la libreta de racionamiento y que casi nunca llegan completos a los establecimientos donde se venden a la población.
A finales de febrero, un reportaje del portal estatal Cubadebate informó sobre delitos de malversación, cohecho, falsificación de documentos, sustracción y daños de documentos u otros objetos en custodia oficial, y violación de sellos oficiales, descubiertos en auditorias realizadas por la Contraloría General de la República en las empresas de la capital.
También se detectó "la pérdida de valores éticos y morales de directivos, especialistas y trabajadores involucrados, que se apropiaron de recursos del pueblo".
El medio estatal puso énfasis en destacar la relación entre los delitos cometidos en las unidades auditadas y la crónica escasez de comida que golpea a los cubanos, con el aparente objetivo de intentar demostrar que esa escasez no es consecuencia de la crisis provocada por un modelo económico fallido, sino por la falta de control administrativo y la corrupción de determinados cuadros.
Ellos siempre botando el sofá como culpable del tarro. Se roba en las bodegas por la tremenda escasez, y hay libreta por la tremenda escasez. La población lo sabe. ¿Cuánto tiempo más pasará antes de que se los quiten de arriba?
Y si a esto le suman el arroz que se come el toti, la leche que se toma el ternero y el azúcar de las limonadas de Díaz Canel, veremos que el sistema no es ineficiente, son estos factores contrarrevolucionarios, los causantes del problema.