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Escasez

El 30% de los cubanos aún no tiene las libretas de racionamiento de 2024

El Ministerio de Comercio Interior culpa a Ediciones Caribe por el atraso, y viceversa.

La Habana
Interior de una libreta da abastecimientos
Interior de una libreta da abastecimientos Portal del Ciudadano de Cienfuegos

El Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) informó que de los poco más de 4.000.000 de núcleos existentes en el país con libretas de racionamiento asignadas, hasta el cierre de la tercera semana de enero solo se habían entregado las cartillas a 2.786.000, lo que representa el 69%, recogió la Agencia Cubana de Noticias.

En información ofrecida al diario oficial Granma, Marpessa Portal de Villiers, subdirectora general de Venta de Mercancías del MINCIN, y Joel Rodríguez Ramos, director de Operaciones de la empresa Ediciones Caribe, coincidieron en que entre las causas de este retraso se encuentran el déficit de materias primas y la falta de disponibilidad de los modelos requeridos.

Hasta el momento, con las libretas confeccionadas se ha podido concluir la entrega en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Matanzas, Las Tunas, Santiago de Cuba, Guantánamo e Isla de la Juventud.

Portal de Villiers precisó que en 2023 se presentó la demanda a la empresa Ediciones Caribe. La industria planteó que solo podían asegurar la producción de 4,5 millones de libretas de racionamiento, no así la de los restantes modelos, al no contar con financiamiento.

En datos ofrecidos por la empresa Ediciones Caribe, consta que, si bien el 20 de diciembre se realizó la última entrega, algunas unidades productoras conciliaron parte de los contratos desde junio. Rodríguez Ramos ejemplificó que la UEB Gráfica Impresiones Pinar del Río –encargada de las libretas de la propia provincia, Artemisa y Mayabeque– entregó el 31 de agosto de 2023 a la Empresa Comercializadora y de Servicios de Productos Universales del territorio las primeras 50.000 que se fueron completando, con 200.000 en septiembre y 57.000 en octubre, para culminar así lo contratado con el cliente.

Portal de Villiers acotó que la distribución de las libretas hacia las Oficinas del Registro de Consumidores (OFICODA) es responsabilidad de cada territorio, en los cuales se debe prever la logística para su traslado, desde los almacenes de la empresa Universal hacia el destino final.

Una vez recibidas las libretas en las OFICODAS, dijo la funcionaria, se procede a su llenado de forma manual, velando por la correcta confección, el completamiento de todos los datos, el núcleo, sus componentes y, donde corresponda, las dietas médicas.

Este proceso se desarrolla sin paralizar las restantes actividades de las OFICODAS, como la atención a la población y la actualización de los datos para la distribución por las entidades suministradoras.

El MINCIN culpa a Ediciones Caribe y Ediciones Caribe culpa al MINCIN, mientras, un 30% de los cubanos siguen sin recibir las libretas correspondientes a 2024. La precariedad y la escasez hacen que cada vez más cubanos dependan de la exigua cuota de racionamiento, por lo que este retraso provoca desespero y malestar en miles de familias, aunque las autoridades dijeron que no se afectaría más la venta de los pocos productos incluidos en la cartilla.

En la actualidad, los productos que se adquieren mediante la libreta no alcanzan ni para malcomer 15 días.

La cartilla de racionamiento cubana surgió el 12 de julio de 1963, con el eufemístico nombre de "Libreta de Abastecimiento". El objetivo fue racionar y controlar el consumo de los cubanos, mientras se creaba la ilusión de que el socialismo ampararía a la población y le garantizaría todo lo necesario. 

Los cubanos recibían carne de res, pollo, aceite, manteca, leche condensada, papel sanitario, café, arroz, granos y otros productos de primera necesidad. También caramelos, galletas, chocolate, cigarros, refrescos y cajas de cerveza llegaron a adquirir los cubanos a través de la libreta, mientras la extinta Unión Soviética y el campo socialista subsidiaban al régimen cubano.

Sin embargo, década tras década la libreta ha ido "adelgazando". Eliminarla es una antigua aspiración del régimen cubano, aunque no renuncia a echarle mano para su propaganda política. Tras las protestas del 11J, en un intento por aplacar el malestar, el Gobierno entregó ''libretas excepcionales" a más de 60.000 familias que carecían de estas.

Una de las medidas del paquetazo económico anunciado por el régimen en diciembre implica el fin de la libreta de racionamiento para todos por igual.

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, dijo sobre la canasta básica normada que el objetivo es pasar a "subsidiar a personas y no a productos" para lograr "un esquema más justo y eficiente". "No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero", argumentó.

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