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Corrupción

¿Los ránking reflejan la profundidad de la corrupción en Cuba?

'La familia de Raúl Castro controla GAESA, la paquetería, el turismo; las de Guillermo García Frías y Juan Almeida Bosque, el negocio agroalimentario y el monopolio de las importaciones. La yunta formada por Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, bien tocada con los dividendos del turismo, factura a todo vapor.'

Madrid
Guillermo García Frías, en complicidad con Raúl Castro.
Guillermo García Frías, en complicidad con Raúl Castro. efe

Cada uno de los pedazos en los que Cuba se deshace parecen tener dueño y beneficiario. Estos ganan dinero induciendo la pobreza, liberan al león y esposan al mono y escapan de la mierda, sin pisarla. Es, probablemente, el peor retrato de la miseria humana.

La familia de Raúl Castro controla GAESA, la paquetería, el turismo; las de los comandantes Guillermo García Frías y Juan Almeida Bosque, el negocio agroalimentario y el monopolio de las importaciones. La yunta formada por Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, bien tocada con los dividendos del turismo, también factura a todo vapor.

El único "mérito" de las cinco primeras familias del país radica en arrimar la azada para crear fortuna, mientras martirizan al resto con barreras antiprogreso. No son las únicas, pero sí las mayores. Sin transparencia de ningún tipo, el régimen ha "empoderado" a estos y a otros linajes de la cúpula gobernante.

La era de las MIPYMES

Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2023 (IPC, de Transparencia Internacional), Cuba retrocedió por quinto año consecutivo en esta materia. Aparece en el puesto 76, entre 180 países, con solo 42 puntos sobre 100.

La corrupción "avanza" aceleradamente en Cuba, casi al mismo ritmo que la represión política y el hambre. Y cada pasito en dirección de la apertura económica, ahonda en la desigualdad de oportunidades: la casta comunista ensancha sus privilegios capitalistas, y utiliza para ello poderes y recursos públicos. Mientras, los auténticos emprendedores sudan la camiseta, fiscal y literalmente hablando.

Aunque el IPC de Transparencia Internacional no se prodiga en detalles, es evidente que el proceso de aprobación y funcionamiento de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), ofrece algunas pistas sobre el deterioro.

"Hay un poder discrecional del Estado. La propiedad privada en Cuba es una especie de favor, por así decirlo. El Estado tiene la discreción de elegir qué negocios se aprueban, qué MIPYMES existen y cuáles no. Esto genera un incentivo, arbitrario e injusto, y se soborna a oficiales públicos para obtener permisos", afirma Lennier López, profesor adjunto del Miami Dade College.

En declaraciones a DIARIO DE CUBA, el también supervisor académico del laboratorio de ideas Cuba Próxima, reconoce que "cierta liberalización de mercados supone riesgos de incremento en la corrupción". Pero en la Isla es determinante, "porque el Estado sigue teniendo el monopolio de la producción y de la importación de productos y servicios".

Botón de muestra: todo en familia

Resulta llamativo el caso del "cantante" Juan Guillermo Almeida (La Habana, 1986), hijo de Juan Almeida Bosque y protegido del difunto general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, presidente de GAESA. Conocido como JG, se ha convertido en "el zar de las importaciones de cerveza" y otros productos muy demandados.

"Prácticamente, Juan Guillermo entra al país toda la cerveza que se mueve en Santiago de Cuba y en la zona oriental. Incluso, la trae desde Europa. Tiene testaferros en Santiago, que utilizan instalaciones y recursos del Estado para sus negocios particulares", cuenta una fuente de la región.

En Santiago, el menor de los Almeida dispone a su antojo de una de las casas de "seguridad personal", donde pasa algún tiempo, siguiendo la estela de su divertidísimo padre. Trabaja el negocio de la importación con una de las hermanas de Raúl Guillermo Rodríguez Castro, "El Cangrejo", nieto y guardaespaldas de Raúl Castro. La familia, el Ejército, la historia, el poder y la "continuidad".

"No hay ley que cumplan: ni tributaria, ni laboral, ni administrativa. Contratan, toman por asalto espacios culturales y hacen cosas que en teoría están prohibidas. Y, si se les complica mucho el tema, mandan al testaferro quemado a Dubái", añaden las fuentes.

Cuestión de grado, según Transparencia Internacional

Luciana Torchiaro, asesora de Transparencia Internacional para América Latina y el Caribe, dijo a DIARIO DE CUBA que "el país retrocede bastante desde 2012, y se ve un declive en los últimos años".

"Cuba no está tan mal como otras dictaduras de la región, por ejemplo Nicaragua o Venezuela. En la isla hay una dictadura robusta, un partido que controla absolutamente todo. Por eso tiene una mejor puntuación, con respecto a otras dictaduras más recientes, donde no existe control absoluto", aventura la experta.

La doctora Ivette García González, profesora universitaria e integrante del laboratorio de pensamiento cívico CubaxCuba, avisa de que la situación "es más grave" de lo que recoge el IPC, "considerando la opacidad y la falta de transparencia gubernamental, la complejidad del fenómeno y las limitaciones del propio instrumento de medición".

"La corrupción está prácticamente en todas las instituciones. Aunque con mayor peso en el sector público y dondequiera que hay recursos o cuotas de poder, emanadas de prohibiciones y carencias crónicas, que permiten el tráfico de influencias, de dinero, el nepotismo", asegura García González a este periódico.

Y destaca el problema de las "mafias locales" emergentes, las instituciones del Ejército y el funcionariado, así como las MIPYMES "vinculadas a la clase política, los militares y las 'familias extendidas'".

"Muchas de esas empresas actuales han nacido presas y/o víctimas de ese contexto corrupto. Y otras, de las más prósperas, son realmente hijas del fenómeno", señala.

Sin solución a la vista

Para Transparencia Internacional, "la percepción de corrupción tiende a ser menor cuanto más democrático es un país, con pleno ejercicio de los derechos humanos, e instituciones con pesos y contrapesos".

No parece, entonces, que la realidad vaya a cambiar pronto en Cuba. En verdad, empeorará, debido al ensanchamiento controlado de las elites, según las necesidades de cada tiempo y de la cosa nostra a la cubana.

"No hay nombres, no hay números, no hay licitaciones públicas. No sabemos quiénes concursan para un contrato, ni cuáles fueron los criterios usados para determinar el ganador. Todo es opaco", denuncia Lennier López.

Para el presente y futuro de la Isla, Luciana Torchiaro cree imprescindible mejorar los niveles de transparencia en los organismos públicos, establecer sistemas de rendición de cuentas, eliminar la discrecionalidad y que se respeten los derechos políticos y civiles, entre ellos las libertades de prensa, expresión y asociación, y el derecho a la información.

De momento, la continuidad lo impide.

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4 comentarios

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Profile picture for user Plutarco Cuero

¿Mafias emergentes ...? La Mafia existe desde el fétido 1ro de Enero de 1959 ...

Con razon le cambiaron el nombre al pais.Ahora se llama," La franja de Gaesa ".

Pues habrá que hablar con los semitas a ver si le dan un repasito también.