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Sociedad

Con apenas 15 años empiezan a consumir drogas los jóvenes cubanos, reconoce el MINED

En todos los niveles de enseñanza del país, pero en especial en la secundaria básica, se han detectado casos de consumo de estupefacientes.

La Habana
Chequeo de equipajes en un control antidrogas en Cuba.
Chequeo de equipajes en un control antidrogas en Cuba. 5 de septiembre

Los ministerios de Educación y Educación Superior de Cuba reconocieron que la edad promedio del primer consumo de drogas en el país son los 15,2 años, y que ese debut se produce la mayor parte del tiempo durante los estudios en secundaria básica y los primeros dos años de la educación técnico-profesional.

Según informes presentados por ambos organismos ante las comisiones de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de Defensa Nacional y Orden Interior y de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), la mayor parte de esos hechos se manifiestan en el consumo de sustancias estupefacientes, por encima de la tenencia o venta.

Ambos ministerios afirmaron al presentar sus conclusiones sobre el tema que su propósito es "generar una cultura de rechazo a las drogas con acciones desde el punto de vista metodológico y pedagógico", citó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).

Pero la gravedad del problema, al que hacen referencia entidades oficiales cada vez con más frecuencia, si bien las denuncias del incremento del consumo de drogas en Cuba abundan en redes sociales, se puso de manifiesto cuando en el informe se menciona que hay 168 estudiantes implicados en casos de consumo de drogas.

Los ministerios aseguraron, contribuyendo a la idea de que las drogadicciones son un asunto de grupos marginales de la sociedad, que de ese grupo más del 87% "incumplen con sus deberes escolares, afectan su rendimiento académico y provienen de familias permisivas o desestructuradas".

Agregaron que al consumo de estupefacientes entre los jóvenes cubanos contribuye "la presión grupal, la baja percepción de riesgo y el miedo al rechazo o represalias por parte de los consumidores al denunciar estos actos", lo cual agrava el peligro que supone.

En atención al carácter punitivo que tiene la legislación cubana en este ámbito, el coronel Juan Carlos Poy Guerra, jefe de Dirección Nacional Antidrogas del Departamento Técnico de Investigaciones del Ministerio del Interior (MININT), comentó en la propia sesión de la ANPP que la principal amenaza para Cuba "se corresponde a la presencia de la delincuencia cubana radicada en el exterior en intentos de fomentar un mercado interno con la introducción de diferentes sustancias por vías marítimas y aéreas".

El militar comentó que, debido al cierre de las fronteras durante el periodo de pandemia, se "incrementó la actividad operatoria y empleo de rutas marítimas de trafico cercanas al territorio nacional" y también se multiplicaron las "acciones de recalo". 

Poy Guerra achacó también el problema a "el empleo de lanchas rápidas en dobles operaciones de tráfico de personas y drogas, lo cual supone una amenaza a la seguridad y tranquilidad ciudadana".

El MININT habría identificado intentos de introducir drogas a Cuba desde 14 países, con Estados Unidos y Surinam como principales emisores. En las carreteras cubanas, la Policía habría incautado en puntos de control más de dos toneladas de droga, con 41 sustancias identificadas, e intervenido más de 19.600 plantas de marihuana y 30.500 semillas de ese cultivo, ilegal en la Isla.

El reporte de la ACN no menciona a qué periodo de tiempo hacen referencia esas cifras.

El militar admitió que "se han reportado hechos relacionados con ese problema en todos los niveles de enseñanza, con mayor incidencia en secundaria básica, en centros penitenciarios y en casi todas las provincias del país, con mayor complejidad en la capital".

Agregó que hay 12 cubanos implicados en operaciones de tráfico de drogas a Cuba que están circulados por Interpol, en atención a peticiones para su captura y extradición.

Poy Guerra dijo que las prioridades del MININT son "impulsar el desarrollo del observatorio de drogas, para conocer las tendencias y desarrollo del fenómeno en el país, y establecer alianzas con instituciones científicas para contribuir a perfeccionar e incrementar los métodos detección de nuevas sustancias en frontera".

El régimen cubano siempre ha promovido a Cuba como un país libre de drogas. Los reportes del combate al narcotráfico suelen reducirse a información acerca de la intervención de recalos en costas cubanas y detecciones de personas en aduanas con estupefacientes. Sin embargo, se desconoce cómo llega a la Isla el volumen de sustancias que hoy allí se consumen. 

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