Los reclamos por temas como la igualdad de género y la protección de las mujeres cubanas contra la violencia machista en Cuba no solo parten de las plataformas feministas independientes; también desde Naciones Unidas llegan al régimen peticiones que este intenta esconder a la ciudadanía. El modo de operar de la propaganda oficial es el mismo: silencio, opacidad y medias verdades.
En el último párrafo de una nota del diario oficial Granma sobre enfoque de género y la necesidad de no reproducir la violencia machista en los medios de comunicación, su autora, Susana Antón Rodríguez, mencionó que especialistas del Ministerio de Relaciones Exteriores presentaron un informe con la respuesta del Gobierno al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, sus siglas en inglés).
Antón, sin embargo, se limitó a decir que el documento recoge "el adelanto de las mujeres y las políticas que se ejecutan con este fin en el país", en referencia al programa oficial aprobado al respecto en 2021 por decreto presidencial. No dedicó una letra a las peticiones formuladas al régimen por ese órgano de expertos independientes de la ONU.
El CEDAW, que supervisa la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, recomendó en 2017 a La Habana velar "por que todos los sistemas jurídicos, en particular los sistemas jurídicos plurales, protejan a las víctimas y supervivientes de la violencia por razón de género" contra las mujeres y por que estas "tengan acceso a la justicia y a una reparación efectiva".
Este es un tema que sigue pendiente en Cuba. Poca respuesta hay a las demandas de las plataformas feministas y otras organizaciones de la sociedad civil independiente en favor de la protección real, rehabilitación e indemnización justa para las víctimas de violencia de género.
El Comité también pidió al Gobierno acciones encaminadas a la aprobación de una ley integral contra la violencia de género y la tipificación del delito de feminicidio. Sin embargo, el régimen no ha contestado e incluso ha frustrado solicitudes emanadas dentro de su propio aparato legislativo.
Durante la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada el 14 y 15 de mayo de 2022, la diputada Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), pidió que el delito de femicidio quedara tipificado en el nuevo Código Penal. La propuesta de la hija de Raúl Castro fue rechazada.
En diciembre de 2019, la misma Asamblea denegó la solicitud presentada por 40 activistas cubanas, con más de 900 firmas, para incluir en el cronograma legislativo una ley integral contra la violencia de género. Esta normativa tampoco está considerada para el período 2023-2028.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer pidió asimismo datos actualizados sobre el número de feminicidios y estadísticas sobre los casos de violencia de género contra las mujeres. El requerimiento no era de cifras generales, sino de datos desglosados por tipo de violencia de género, edad, origen étnico, discapacidad y relación entre el autor y la víctima, y sobre el número de enjuiciamientos y condenas y las penas impuestas a los autores.
La respuesta, de nuevo, ha sido insatisfactoria. El Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género, creado a inicios de junio por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC), ha revelado pocas cifras hasta ahora. En las estadísticas ofrecidas ha evitado el término feminicidio y ha llamado a las mujeres fallecidas "víctimas de homicidio intencional como consecuencia de la violencia de género".
El Tribunal Supremo Popular de Cuba informó en mayo que emitió 18 condenas por violencia machista durante 2022. En una nota replicada por la prensa oficial, el órgano de justicia del régimen defendió que "actúa con la consecuente severidad en el marco de lo establecido en la ley", al imponer "sanciones de privación de libertad por encima de los 25 años y, en algunos casos, privación perpetua de libertad".
Sin embargo, la cifra de condenas emitidas contra feminicidas es insignificante, pues la violencia machista se ha cobrado más de 175 vidas de mujeres, niñas y niños en Cuba desde 2019 hasta el presente, de acuerdo con el subregistro que llevan los observatorios independientes. En lo que va del año se han producido al menos 60. Las cifras reales podrían ser más alarmantes, teniendo en cuenta el secretismo que mantiene el régimen sobre el asunto.
Ileana Álvarez, directora de la revista feminista Alas Tensas, calificó al régimen cubano como "machista".
"Hay una intención marcada de distorsionar la realidad para evitar que muchos países lo denuncien como un violador de los derechos humanos, como un régimen maltratador que no protege a sus mujeres, ni cumple lo pactado", dijo a DIARIO DE CUBA.
"El régimen actúa como cualquier machista, ignorando la voz de las mujeres, negando una problemática cada día más dramática. Criminaliza al activismo feminista, no nos permiten asociarnos, ni nos consultan para llevar a cabo políticas públicas que incidan en la prevención de la violencia machista en cualquiera de sus modalidades", denunció.
"Hemos sido muy concretas y reiterativas a la hora de enunciar nuestras demandas. ¿Es tan difícil la creación de casas refugios para las mujeres y sus hijes que se ven obligadas a vivir con su maltratador porque no tienen a dónde ir? ¿Es culpable el bloqueo de su inexistencia? Pues claro que no, hay una indolencia institucional y un cinismo que ahonda las desigualdades y se cobra vidas".
Aprovechen los apagones, durante el día armarse de buenas piedras y seborucos; en cuánto caiga la noche piedras contra el Partido, piedras contra el Poder Popular, piedras contra las tiendas, la oficina del MInFar, los Bancos…….una buena lluvia de piedras por toda la Isla es más efectiva que cualquier marcha y si lo hacen en la oscuridad no pasa nada.