Un ingeniero cubano tiene que utilizar una botella para su colostomía

Un ingeniero mecánico cubano de 65 años ha denunciado la escasez de bolsas recolectoras para enfrentar la colostomía a la que fue sometido, hecho que intenta sortear al usar una botella de plástico para recoger sus desechos sólidos.

Un usuario de Facebook identificado como Abraham Zaldívar compartió el caso de Humberto Valdez Pedroso en una publicación. "Hago pública esta denuncia debido a la falta de atención médica. Como pueden ver, este señor, a pesar de estar operado e impedido físico (Valdez tiene un pie amputado), se encuentra en una situación crítica: no tiene bolsas de colostomía. Además, es diabético, hipertenso y cardiópata, en fin, está vivo de milagro", dijo Zaldívar sobre la situación de Valdez.

"Quiero hacerles llegar a los altos dirigentes de este país —continuó Zaldívar—, ¿dónde está la solidaridad?, ¿acaso estas cosas no les dan lástima?, ¿dónde están sus sentimientos? Todo este daño que le están haciendo al pueblo cubano ustedes lo van a pagar. Aquí les dejo la dirección donde radica actualmente este señor: calle 60, entre calle Quinta A y Quinta B, número 511 (...) Pido atención médica para este señor, su vida corre peligro por la situación en que se encuentra. No tiene comida, la casa donde radica no está legalizada, hagan algo por este señor."

Zaldívar también compartió el teléfono (+53 52631548) de "quien supuestamente lo atiende aquí", al referirse a una funcionaria. Además, aseguró que Valdez solo recibió "evasivas" durante tres entrevistas con el exgobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, para legalizar el local donde vive "sin baño, sin cocina, y con un colchón entregado" por un sacerdote. En ese sitio, según Zaldívar, Valdez solo es asistido por una vecina identificada como Yuli "que es la que le da el plato de comida y presta atención a su patología".

La citada publicación iba acompañada de un video en el que Valdez mostraba una botella plástica adherida a su cuerpo. Esta recogía los desechos sólidos que emanaban por el orificio que tiene en su abdomen producto de una colostomía. "Cómo es posible que yo, caso social de la república de Cuba, amputado (de un pie) y operado el 6 de mayo de una colostomía, no posea las bolsas. No entiendo. ¿Cómo es posible que mi bolsa de colostomía sea un pomo (botella) de refresco? ¿Cómo se sobreentiende eso?", dijo el hombre de 65 años.

"Entonces —continuó Valdez—, ¿de qué forma vamos a hacer la revolución? La revolución no se forja con estas cosas. Se forja con la verdad: cambiar todo lo que tiene que ser cambiado. Y a pesar de todo, esperando la legalización de este local, la que llevo cuatro años esperando desde que murió mi esposa. ¿Cómo se espera que resuelva esta situación?, de la que sabe el Gobierno a través de mi persona, que soy ingeniero mecánico y trabajaba en la Mercedes-Benz."

La escasez de bolsas de colostomía ha afectado notablemente a pacientes cubanos en los últimos meses. En mayo pasado, una jubilada de 62 años también tuvo que recurrir a las redes sociales para conseguir bolsas de colostomía, ausentes en las farmacias y en los hospitales.

Funcionarios de salud del régimen cubano han tenido que reconocer la falta de insumos necesarios para el tratamiento del cáncer y de bolsas para los pacientes que se han sometido a colostomías. En abril pasado, el doctor Julio Guerra Izquierdo, director provincial de Salud de Santiago de Cuba, dijo que las bolsas de colostomía "en su mayoría se importan y ha habido una afectación económica para poder adquirirlas".

Una encuesta reciente del proyecto Cubadata expuso que el 57,6% de un grupo de cubanos encuestados enfrentaba serios obstáculos para obtener atención médica. Sobre los medicamentos, el 80,3% de los consultados aseguró enfrentar serios problemas para obtener las medicinas necesarias.