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Opinión

Cabildear en Cuba a favor de la libertad

Si quiere dar esperanza al pueblo, la Fundación Hope for Cuba debería hacer su cabildeo en Cuba, entre los miembros de la elite de poder, en favor de libertades ciudadanas básicas.

Miami
Reunión de Miguel Díaz-Canel con representantes de la Asociación de la Industria de Alimentos de EEUU y de la Fundación Hope for Cuba.
Reunión de Miguel Díaz-Canel con representantes de la Asociación de la Industria de Alimentos de EEUU y de la Fundación Hope for Cuba. Twitter/ Miguel Díaz-Canel

Dos noticias sobre Cuba se enlazan esta semana. La primera es la campaña de propaganda sobre las reuniones del equipo económico Castro- Díaz-Canel con "empresarios" de la diáspora cubana ansiosos en impulsar negocios con el "nuevo sector privado" que emerge en forma de MIPYMES. Todo ello para demostrar la "actual apertura" en Cuba. Por otro lado, está la publicación del Índice de Libertad Económica 2023 que emite anualmente la Heritage Foundation en el que Cuba ha descendido de nuevo y ahora ocupa el penúltimo lugar (175) entre los 176 países analizados. Es decir, solo Corea del Norte con el último puesto (176) está en una situación peor que la de Cuba. Hasta Venezuela, Irán o Haití clasifican por encima de Cuba.

Lleva razón EEUU cuando dice que es necesario analizar las raíces (root causes) de los éxodos migratorios. Una de esas razones del éxodo cubano es la ausencia o debilidad de la libertad económica para poder buscar la prosperidad dentro de las fronteras nacionales. Pero esa no es la única libertad que demanda la estabilidad interna de un país. Cuba es un perfecto ejemplo de ello.

En enero de 1941, el presidente Franklin Delano Roosevelt expuso su concepto de las "cuatro libertades esenciales" que EEUU debería proteger y promover: la libertad de expresión, la libertad de culto, la libertad de buscar una vida mejor y la libertad de vivir sin miedo (freedom of speech, freedom for worship, freedom from want, freedom from fear).

Desde la proclamación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por Naciones Unidas, en 1948, se ha ido ampliando la demanda por cada vez más derechos y libertades, pero ello no debe hacernos olvidar que algunas resultan básicas para la prosperidad y estabilidad de una sociedad y se asemejan a las enunciadas por Roosevelt.

En 1988 se otorgó el Premio Nobel de Economía a Amartya Sen por su descubrimiento de la relación indisoluble que existe entre el desarrollo y la libertad. Sen demostró que la libertad en general —no solo la económica— es el medio más eficiente de alcanzar la prosperidad.

Los países emisores de éxodos masivos son aquellos donde no solo existe un Gobierno mediocre, sino en los que el sistema de gobernanza (instituciones, leyes, regulaciones) no protegen libertades básicas. En una sociedad económicamente libre, las personas pueden trabajar, producir, consumir e invertir en la forma que deseen. En sociedades económicamente libres, los gobiernos permiten que el trabajo, el capital y los bienes se muevan libremente y se abstienen de coaccionar o restringir la libertad más allá de lo necesario para proteger y mantener la libertad misma.

Pero incluso una sociedad económicamente libre puede padecer otros males como la criminalidad y corrupción, inseguridad ciudadana, concentración oligárquica del poder, incapacidad de controlar la actividad de los funcionarios públicos que afecten la fe ciudadana en invertir y residir dentro de su país. En Cuba no solo están ausentes las libertades económicas, sino todas las demás.

Es infundada la idea de que en Cuba ha surgido un sector privado capaz de crear la necesaria prosperidad para que los ciudadanos no piensen en migrar.

Cuando Barack Obama se acercó a Cuba al menos existía un sector "no estatal" —que no es igual a decir "privado"— cuyo crecimiento y competitividad se expandían significativamente, pese a todas las restricciones (incluida la de que no eran propietarios de sus negocios, sino solo trabajadores por cuenta propia en ellos). A ese sector de emprendedores el Gobierno cubano lo aplastó a base de prohibiciones, impuestos y acoso policial antes —no después— de que llegara Trump a la Casa Blanca.

Ahora las MIPYMES son la fachada de un sector estatal que necesita disfrazarse de privado para evadir las sanciones del embargo. Para ser autorizado a operar sus negocios —que no es lo mismo a "poseerlos" legalmente— se necesita estar conectado políticamente o al menos tener un buen expediente desde la escuela primaria que nunca haya sido manchado por veleidades ideológicas.

La Fundación Esperanza para Cuba (Hope for Cuba) que hace cabildeo con los funcionarios en Washington para que retiren las sanciones a La Habana debería saberlo. Si quieren dar esperanza al pueblo hagan el cabildeo en Cuba, entre los miembros de la elite de poder, en favor de libertades ciudadanas básicas. Propongo a Hope for Cuba que sea cabildero del pueblo cubano, no de sus opresores. Cabildeen en favor de la libertad. Con libertad habrá progreso, desarrollo y oportunidades para establecer y fomentar verdaderos negocios.

Con libertad habrá prosperidad para todos. Con MIPYMES y GAESA habrá riqueza para unos pocos y miseria para la mayoría de los cubanos.

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5 comentarios

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Puro teatro.....

Profile picture for user Ana J. Faya

Este artículo de Blanco apunta hacia el tipo de conversaciones que el régimen sostiene con empresarios, cabilderos y congresistas de EEUU que han viajado a Cuba. O sea, se conversa con aquellos que están dispuestos a ver comercio, intercambio y nada más en Cuba. Son los que les convienen a Díaz-Canel S, y su cohorte de funcionarios de GAESA. Ojalá y estas observaciones hechas por el autor les abran los ojos a la Admon Biden. Se viven momentos tensos sobre el futuro de Cuba, de alianzas con el eje Rusia, China, Irán y como dice Blanco, no son las conversaciones con Hope for Cuba las que sacarán al país del desastre y las negociaciones en que está.

Profile picture for user Weston

La propuesta del Sr. Blanco a la Fundación Hope for Cuba se resume en: “Hola amigos, lo que deben hacer es arar en el mar”, es decir, convencer al “castrismo” de lo importante que es la independencia y la libertad. Jajajaja, ya lo dijo Ho Chi Min.

Ho chi Min no creia en el capitalismo,y ahora vietnam tiene economia de mercado y esta prospero.